viernes, 9 de diciembre de 2016

“NACEMOS CON EL PODER PARA SANARNOS”

Meir Schneider, educador visual, terapeuta y precursor de la visión natural.

62 años. Nací en Ucrania, crecí en Israel y vivo en San Francisco. Lo que sé y lo que enseño no lo aprendí en la universidad, pero tengo un doctorado en reconocimiento a mi trabajo. El 80% de las personas que están en sillas de ruedas no deberían estarlo. Soy judío. Creo en la conexión entre Dios y la naturaleza.

Inspirador

La fuerza personal y la generosidad de una comunidad con la ética de compartir y enseñar lo que sabe devolvió la vista a este hombre que profundizó en lo aprendido hasta crear un método de sanación personal. Fundó la Escuela de Auto-Sanación en San Francisco. En el 2007 fue nombrado en Israel “uno de los 10 israelíes más inspiradores”, y en el 2010 Gavin Newson, entonces alcalde de San Francisco, le otorgó el certificado de Honor por una vida dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas con limitaciones visuales y físicas. Tiene varios libros escritos e imparte cursos por todo el mundo. Pasó por Barcelona invitado por la Asociación Española para la Educación Visual.

Meir significa dando la luz, un nombre fantástico para quién ha nacido ciego.

Y premonitorio...

Nací con cataratas congénitas, glaucoma y estrabismo. Después de cinco operaciones antes de los cinco años, ambos cristalinos quedaron destruidos casi por completo.

¿Sin remedio?

El doctor Stein, oftalmólogo de fama internacional, el último en operarme, firmó que mi condición era irreversible. Sólo veía sombras. Fui declarado oficialmente ciego, aprendí braille y fui a una escuela especial en Israel.

Es obvio que no se rindió.

Nunca abandoné el sueño de ver. A los 17 años tuve la suerte de conocer a Isaac, más joven que yo, que había superado una grave miopía con ejercicios oculares a través del método del oftalmólogo William Bates y que con paciencia me enseñó.

¿En qué consiste ese método?

Según Bates, la tensión física y mental es la causa principal de los problemas oculares. Cuando el ojo se relaja, se utilizan las células oculares correctas y la visión no se debilita.

Pero de ahí a recuperar la vista...

Se trata de reeducar el ojo, usarlo tal como funciona cuando está relajado. Bates diseñó una serie de ejercicios que yo practiqué de manera tan obsesiva que desencadené nistagmus (movimientos oculares rápidos e involuntarios).

Siguió sin rendirse.

En un año podía reconocer caras y ver letras de tamaño normal acercándomelas a la nariz. Con el tiempo pude sacarme el carnet de conducir. Hoy he recuperado el 70% de la visión.

Explíqueme alguno de esos ejercicios.

Se basan en nueve principios. El fundamental es que el estrés es la principal causa de la mala visión. La fatiga mental incide directamente en la fatiga ocular y ambas impiden la nitidez.

Hay que relajar la vista.

Sí, es esencial encontrar momentos para mirar a lo lejos. Si miramos de cerca, los músculos se tensan, el cristalino se vuelve rígido y empieza a degenerarse. Demasiadas horas de ordenador, móviles y televisión.

Es la vida moderna.

Pues crea problemas no sólo de ojos sino también de espalda, pero basta con parar cada 20 minutos para hacer un par de estiramientos. De la misma manera, el uso excesivo de gafas graduadas (que potencian un punto focal espe­cífico) nos hace tensar los ojos. Tampoco es aconsejable el uso excesivo de gafas de sol.

Eso será polémico.

Los ojos deben acostumbrarse a las distintas frecuencias de luz. Si utilizamos gafas de sol, las pupilas se debilitan, el sistema nervioso sufre, y producimos menos melanina.

¿Nuestros ojos producen melanina?

Sí, este pigmento está en nuestros ojos para oscurecer la luz, es como si lleváramos unas gafas de sol dentro de la retina, y su escasez afecta al resto de la piel. Impusieron a dos comunidades de aborígenes australianos el uso de gafas de sol y por primera vez se les quemó la piel.

Curioso.

La gran mayoría de las personas con patologías visuales pueden aprovechar la luz del sol para mejorar su vista. También es importante fomentar el uso de la visión periférica.

Apenas la usamos.

En la selva no duraríamos ni una hora, porque hoy sólo vemos lo que tenemos delante. Una de las consecuencias de perder la periferia, de usar en exceso la visión central, es la presión constante y por consiguiente el glaucoma.

¿No hacemos nada bien?

Necesitamos una revolución. Piense que el 95% de la miopía es adquirida. También hay que acostumbrarse a fijarse en los detalles y pasar de uno a otro para evitar la degeneración macular.

No siga..., ¿tiene remedio?

Incluso la vista cansada se puede recuperar. Lo primero es aprender a parpadear de forma pausada y a menudo, a respirar y a relajarse.

¿Por qué no es conocido el método Bates?

Fue desacreditado, en cualquier campo los pioneros no suelen ser bienvenidos, y requiere tiempo y esfuerzo del paciente.

Usted ha ido más allá de Bates.

Tuve grandes maestros que me enseñaron que todo el cuerpo está conectado. Si por ejemplo tienes el cuello tenso, los músculos no van a permitir el flujo suficiente de sangre a tu sistema ocular.

¿La manera en que utilizamos el cuerpo cambia su estructura?

Sí, y trabajamos en exceso algunos músculos y articulaciones, mientras otros no los utilizamos nunca. Si dejamos de mover aunque sea una parte, el resto del cuerpo se ve afectado. Por ejemplo, las piernas con parálisis afectan los brazos y el torso. Hay que entender algo fundamental.

Usted dirá.

Nuestra mente limita nuestras habilidad para utilizar el cerebro. El cerebro acepta las restricciones y queda programado para las limitaciones que la mente le ha impuesto.

Pero me habla de un trabajo ímprobo.

Nacemos con el poder para sanarnos, está en cada célula de nuestro cuerpo, cada músculo, vaso sanguíneo... Andamos por doquier en busca de curas para nuestras enfermedades, sin darnos cuenta de que hay una fuerza en nuestro interior con la capacidad para sanarnos.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/lacontra/20161031/411455414115/nacemos-con-el-poder-para-sanarnos.html


miércoles, 7 de diciembre de 2016

LA ENFERMEDAD NO EXISTE: EL CUERPO CAMBIA SU FRECUENCIA VIBRATORIA

Los males del cuerpo pueden resultar a más de un pesar, en realidad, un camino para descubrir que algún malestar profundo, un sufrimiento no aceptado, ira contenida, son verdaderamente las causas de ese malestar.

En cada cuerpo existe un problema, una resistencia que el cuerpo somatiza a través del sufrimiento.

Pero he aquí la noticia: ¡la enfermedad no existe! Las afecciones, en realidad son “entidades” que frenan la transformación y la preparación del cuerpo hacia la transición que ya ha comenzado.

Por eso, para ayudar a comprender este fenómeno que está viviendo la humanidad, no hay que pensar más en la palabra “enfermedad”, sino pensar en la “transformación” y “transmutación”, porque ese proceso ya ha comenzado y lo experimenta la Tierra en sus vibraciones y todo el Universo.

Prohíban pues, la palabra “enfermedad” de vuestro vocabulario y digan simplemente: “Mi cuerpo se transforma, mis energías se aligeran, pero porque todo esto se puede verificar, esto en ocasiones me provoca malestar”.

En suma, la elevación, como la transformación, puede resultar un acto de fe. Y este es el momento para ponerla a prueba.

“Los problemas de salud, por lo menos los sufrimientos físicos, tienen muchos motivos para manifestarse. Uno de estos es el profundo malestar, es un sufrimiento no aceptado, en ocasiones es toda la rabia no expresada todavía. Todos conocen estas causas, sin embargo, no significa que en ocasiones caigan en la trampa”.

Otro motivo muy importante, es el cambio vibratorio del cuerpo, del planeta, de todo aquello que vive. Hemos hablado muchas veces de estos cambios vibratorios, de esta preparación a la transición, pero lo hablaremos también ahora.

Es muy complicado de lo que se puede pensar porque todo debe transmutar en cada uno, sea a nivel del cuerpo físico, tanto como del cuerpo energético para poder adaptarse a las energías extraordinarias de las dimensiones superiores.

Hasta en el cuerpo de cada uno existe una resistencia consciente o inconsciente, que se traduce automáticamente en somatización y sufrimiento.

¡La enfermedad no existe! Consideren, sin embargo, que una particular enfermedad corresponde a una particular entidad. En este momento muchos están afectados a nivel de las vías respiratorias, de la garganta; todo eso puede ser considerado como una “entidad” que corresponde a estas enfermedades y que frena su transformación, su preparación a la transición.

Deben tener una gran voluntad, una grandísima comprensión y sobre todo mucho Amor para poder prepararse a esta inmensa transición sin efectos secundarios sobre vuestro cuerpo físico y sobre vuestros cuerpos energéticos.

¿Como manifestar la voluntad? Únicamente siendo conscientes de que aquello que están viendo en vuestros comportamientos, pensando lo más posible en sostener vuestro ascenso vibratorio y en facilitar la transformación de vuestros cuerpos hacia esta vibración mucho más alta.

Puede ser una fortuna para vosotros subir todo esto, porque habrán una consciencia más profunda que en ustedes sucede alguna cosa, porque vivirán una transformación interior.

Algunos no tendrán necesidad de esta manifestación para vivir esta transformación interior. La vieron en un modo diverso o la vivirán un poco más tardíamente.

Para una mayor comprensión, deben tener esto en mente: “No piensen más en la palabra “enfermedad”, piensen en la palabra “transformación” y “transmutación”.

Prohíban la palabra “enfermedad” de vuestro vocabulario y digan simplemente: “Mi cuerpo se transforma, mis energías se aligeran, pero porque todo esto se puede verificar, esto en ocasiones me provoca malestar”.

Les habíamos hablado en particular del Ser Divino que existe en cada uno de vosotros, cada uno es completamente consciente, lo habla también, pero la conexión no está aún verificada; entonces reciben una ayuda muy parcial de su inmenso poder.

Deben absolutamente rearmonizarse vuestros cuerpos en la vibración más alta. Aquella que ustedes entienden como problemas desagradables, son una desarmonía entre la frecuencia vibratoria de vuestro cuerpo físico y aquella de vuestro cuerpo sutil.

Decimos a aquellos que operan con las energías que todo eso no tiene nada que ver con cuanto se conoce a nivel energético; esto ocurre únicamente en el sonido, en la frecuencia vibratoria que emite un solo particular.

Les basta simplemente contener su conciencia en vuestro cuerpo físico y a en todos vuestros cuerpos energéticos, les basta abandonar todas las preocupaciones y todas las ansiedades. Si fueran absorbidos por las preocupaciones, por vuestros pensamientos, sin dejar de andar, el trabajo que podrán hacer no será muy importante.

Sin embargo, cada uno puede hacerlo a su modo, los dejamos en libertad de rearmonizarse a través del Amor que puede haber en vuestro cuerpo, de la conciencia que puede haber del Divino que está en cada uno y que es omnipotente. Nosotros no imponemos nada, damos simplemente posibilidades.

Sabemos cuánto y qué difícil es para cada uno vivir esta transición. Muchos seres humanos viven esta transformación en modo extremadamente difícil, simplemente porque no son conscientes de aquello que les ocurre a ellos, porque están en la rebelión, en el resentimiento, en la violencia y en la no aceptación.

Entonces, aunque se viviera cualquier disgusto, sean conscientes de la fortuna que tienen. Sean además conscientes de la notable ayuda que les pueden aportar. Muchos no piensan suficientemente en el Universo y su poder, o dudan. Se puede decir: cierto que han sido ayudados, pero esto no ha tenido un efecto significativo porque son siempre muy detenidos, porque tienen siempre un frío que no quieren dejar, porque tienen siempre mal de la garganta, porque, porque…, y nosotros, nosotros responderemos: ¿qué cosa hicieron realmente? Tienen suficiente Amor por vuestro cuerpo, para todos aquellos que los rodean, Amor por el Universo. ¿Son conscientes de que esto que viven? ¿Son conscientes de su capacidad?

En ocasiones, lloran y no comprenden la notable fuerza que habita en cada uno.

Preguntan a otros por aquello que no pueden darles, o que les dan con su Amor, mientras en cada uno se encuentra una fuerza extraordinaria.

Naturalmente, pueden hacerse ayudar, esto es noble y puro y viene hecho en el Amor. Sin embargo no olviden que en lo más profundo de cada uno se encuentra la fuerza que puede ser activada para ayudarse en la inmensa transformación que todos viven actualmente.

Ni un solo ser viviente, sea que pertenezca al reino mineral, al reino vegetal, al reino animal o al reino humano escapa a esta inmensa transformación vibratoria. Todo debe transformarse o morir, todo debe prepararse para una nueva Tierra, para una nueva Vida.

Esto tiene una considerable importancia. Vivan junto a la Vida, pero no vivan en la vida. Vivan en vuestras preocupaciones, nosotros lo comprendemos porque la vida sobre la Tierra es muy difícil en la época actual.

"Si todos los humanos alcanzaran a vivir más serenamente, mucho más sabiamente, todo terminaría en un modo mejor para cada uno de ellos”.

Fuente: http://www.accmagazine.com.ar/la-enfermedad-no-existe-el-cuerpo-cambia-su-frecuencia-vibratoria/