sábado, 10 de septiembre de 2016

RECONCÍLIATE CON LA SOLEDAD

Aunque nos han enseñado que no es conveniente estar solos, debemos aprender a valorar la soledad y no tenerle miedo, ya que solo de esa forma conseguiremos el equilibrio adecuado y la felicidad.

Cuando pensamos en la palabra “soledad” y todo lo que ella implica, sentimos miedo. Un miedo atroz a estar solos, a no tener a nadie a nuestro lado, miedo al abandono…

Curiosa sensación esta cuando, realmente, ¡el mundo está repleto de personas!

Pero, ¿por qué nos sentimos tan mal cuando estamos solos? ¿Qué es lo que ha provocado que rechacemos esta soledad? Hoy descubriremos la respuesta a esta y muchas más preguntas.

El origen del miedo a estar solos

Ese miedo infundado que tenemos a estar solos se ha originado en la educación que hemos recibido. La sociedad en la que vivimos ha reforzado y refuerza este continuo miedo a no tener a nuestro lado a nadie, tan solo a nosotros mismos.

Este miedo ha dado lugar a muchas enfermedades, por ejemplo, la terrible dependencia emocional. Las personas que la padecen nunca pueden estar sin una pareja, ya que entonces se sienten vacías, carentes de vida y se sumen en terribles depresiones.

No nos damos cuenta de que la soledad no es un problema, que ni siquiera es algo negativo. Eso es un matiz que le hemos dado, pero que no es del todo cierto.

¿No te has descubierto alguna vez pensando que algo que te habían enseñado que era negativo, al final, no lo era?


Lo mismo pasa con la soledad. Realmente, no le deberíamos tener miedo. Lejos de considerarla como una situación odiosa, deberíamos ver la soledad como una oportunidad de crecimiento personal y de mejor conocimiento de nosotros mismos.

Hay alguien que nunca te fallará: tú

Cuando una pareja nos deja, cuando se muere un familiar, cuando un amigo nos da la espalda… En todas estas situaciones te sientes solo y abandonado. Las decepciones te sobrevienen e intentas aplacar tu dolor pensando que no has tenido suerte.

La verdad es que en esta vida sufrirás mil y una decepciones: los mejores amigos te acabarán fallando, esa persona que tenías a tu lado y que creías conocer cambiará… ¿Debemos lamentarnos por todo esto? ¿Es injusta la vida?

En absoluto. Lo injusto es la percepción que tú estás teniendo sobre la vida, que para nada es cierta. Tienes que aprender a aceptar a los demás, a aceptar que pueden fallarte en cualquier momento, que pueden “abandonarte” y dejarte tirado.

De lo que aún no has sido consciente, porque no te valoras, es de que realmente existe una persona que nunca te fallará. Que siempre estará ahí para ti, que te brindará siempre compañía. Esa persona eres tú mismo.

Aprende a estar solo con tu soledad

Una de las mayores dificultades que tenemos es que no sabemos cómo reconciliarnos con la soledad. ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo eliminar ese sentimiento de vacío que sentimos?

Mentiríamos si dijésemos que será fácil, pero lo que sí sabemos es que ¡no es imposible!

La soledad será tu mejor amiga y si quieres reconciliarte con ella debes poner todos tus esfuerzos en ello. Aún así, te daremos algunos consejos para que poco a poco vayas familiarizándote con ella.

Esto no significa que te apartes del mundo y te vuelvas solitario. Tan solo aprenderás a amar a tu soledad.

Préstale atención a tu diálogo interno: Si continuamente te estás diciendo que la soledad es algo negativo, así lo será. Así que reflexiona, cuestiónate la verdad de esta afirmación y cambia tu forma de ver las cosas.
¿Te atreves a debatir contigo mismo?

Pasa tiempo contigo mismo: ¿Por qué no puedes pasar un fin de semana solo? ¿Por qué te sientes tan mal y solo si vas a una cafetería sin nadie más?

Aprende a hacer cosas en las que pienses que estás obligado a estar con alguien. ¡Te tienes a ti! Pasa tiempo contigo mismo.

Ábrete a los demás: ¿Te has preguntado alguna vez si ese sentimiento de vacío que sientes lo estás fomentando tú mismo? A veces, te sientes solo porque no te abres a los que te rodean, porque te niegas a conocer a los demás.
Querer a tu soledad no implica aislarte del mundo. En el equilibrio se encontrará la verdadera felicidad.

¿Te has sentido alguna vez solo? ¿Has tenido problemas relacionados con esta sensación de vacío? Aunque sea difícil, ¡ese vacío puede irse! Tan solo debes esforzarte, reconciliarte con los demás y abrirte.

La soledad será tu mejor amiga si aprendes a conocerla de verdad.


Fuente: http://mejorconsalud.com/reconciliate-la-soledad/?utm_source=facebook&utm_campaign=MCS.ES&utm_medium=post


jueves, 8 de septiembre de 2016

¿SABES CÓMO LOS MEDICAMENTOS AFECTAN A LA EMPATÍA?

Nuestra capacidad para entender a otras personas y ponernos en su lugar dictará en gran medida la manera, nuestra manera, de vivir las experiencias. Una forma que se verá condicionada por nuestros aprendizajes, pero también por nuestra personalidad o, incluso, como os contamos en este artículo, el consumo de ciertos medicamentos que parecen afectar a la empatía.

No obstante, Molly Crockett, neurocientífica de la Universidad de Oxford, estima que necesitamos más investigación para ver cómo afectan realmente los medicamentos a determinados aspectos de nuestra mente, y por extensión, de nuestra conducta.

Dicho esto, es evidente que pueden tener su réplica en decisiones tan importantes como la actitud con la que se afronta un problema, las elecciones que realizamos ante un dilema moral e incluso nuestra capacidad para empatizar con personas de nuestro entorno. Es decir, que nuestra percepción del mundo puede verse muy influida por la medicación que tomemos.

“Una conducta desarreglada aguza el ingenio y falsea el juicio”
-Louis de Bonald-

Una muestra de la influencia de los medicamentos “empáticos”

En un experimento llevado por Escuela Universitaria de Londres y la Universidad de Oxford, un grupo de investigadores encabezado por la neurocientífica Molly Crockett han demostrado definitivamente y de forma empírica la influencia de la medicación en las conductas empáticas de los diferentes pacientes.

El modelo puesto en práctica dividió a los participantes voluntarios en dos grupos. En un primer conjunto encontramos personas que recibieron un antidepresivo. El resto recibió un fármaco recetado para la Enfermedad de Parkinson.

El primer grupo que había tomado un antidepresivo -que aumenta los niveles de serotonina- demostró actitudes altruistas. De hecho, incluso estaban dispuestos a pagar un precio más alto si así lograban evitar el dolor ajeno, pero también el propio.

Mientras tanto, el grupo que había tomado el fármaco indicado para el Parkinson, que actúa directamente sobre la dopamina, mostró una actitud mucho más egoísta y retraída que el otro grupo.

Conclusiones del estudio

Ya se conocía que neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, tienen relación directa con la conducta. Anteriormente otros estudios habían mostrado que la primera promueve la agresividad y el comportamiento psicopático, mientras que la segunda actúa sobre el civismo, reduciendo las actitudes violentas.

“Hay hombres cuya conducta es una mentira continua”
-Barón de Holbach-

Ahora bien, ¿en qué medida influyen los medicamentos sobre estos neurotransmisores?, ¿realmente tienen una importancia tan grande en la conducta y las decisiones que toma un ser humano en particular? De ahí que este estudio quisiese tratar de establecer un ámbito práctico para la influencia de los medicamentos que afectan a la empatía y las decisiones.

Así pues, las personas que tomaron el fármaco antidepresivo se mostraron generosas, evitando que los demás sufrieran. Un sufrimiento que incluso eran capaces de evitar a costa del propio.

Mientras tanto, el grupo que recibió el fármaco para el Parkinson mostró menos generosidad, pero sí trataba de evitar tanto el sufrimiento propio como el de otras personas. No priorizaban a los demás, pero intentaban que nadie sufriera.

¿Ahora qué?

Según estima Molly Crockett, este descubrimiento será la piedra sobre la que se edificarán grandes avances, especialmente en el control de comportamientos antisociales. Gracias a los resultados obtenidos, sabemos mejor cómo los fármacos actúan sobre los niveles hormonales.

Dicho lo cual, todo apunta a que las personas con un alto grado de serotonina son más altruistas. Aunque no se sabe qué hay detrás de este descubrimiento y los niveles reales que tenía cada voluntario durante el estudio, parece evidente que han descubierto una nueva línea de investigación.

Sea como fuere, es evidente que debemos ser cautos ante estos resultados. Hay mucho por hacer y por descubrir, aunque está claro que los fármacos pueden afectar de manera decidida y en mucho mayor grado de lo que se creía en la personalidad y conducta del individuo.

¿Serviría esta investigación para crear una sociedad más justa, altruista y generosa? Tal vez sí, sin embargo, hay muchas implicaciones que hemos de tener en cuenta aunque los resultados llegasen a buen puerto. Por ejemplo, la ética.

¿Es ético administrar un fármaco en particular a sabiendas de que actuará sobre la personalidad y conducta de un individuo?, ¿realmente alguien tiene la suficiencia moral sobre otro ser para decidir la prescripción un medicamento en contra de la voluntad de alguien, o incluso aunque esa persona esté de acuerdo?

De momento hay mucho por andar en este sentido. No obstante, es evidente que hay medicamentos que afectan a la empatía, a la conducta y nuestra forma de actuar en sociedad. No olvides tenerlo en cuenta la próxima vez que decidas medicarte o tu doctor te recete algún tratamiento en particular.


Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/medicamentos-que-afectan-a-la-empatia/