EN MI VIDA QUIERO PERSONAS QUE SUMEN, NO
QUE RESTEN
No dejes que
se pierda tu esencia. Intenta no perderte entre las personas, pues cada vez
desconocemos más a los que nos rodean. No te desveles ni te deshagas de tu
esencia aunque lo que estás viviendo te atormente. No cambies ni te transformes
si no es porque has asumido una buena lección.
Tu corazón
es hermoso así, no permitas que las personas resten o dividan tu vida. Ama tu
interior y mejórate cada día, pero no consientas perder tu esencia. Si ella
desparece, serás solo alguien más y aquellos que te quieren y te valoran no
podrán distinguirte.
Recuerda que aquello
que te hace llorar te hace tan especial como lo que te hace reír. Darte cuenta
de esto constituye una liberación en sí misma. Cubre tu esencia, no dejes que
las circunstancias la despedacen, protégela del frío.
El dolor que causa aquello que nos anula a
veces es insoportable
Nadie quiere
tener a su lado personas que le anulen o que boicoteen su crecimiento personal.
Todos queremos a nuestro lado personas que nos ayuden a sumar experiencias y
buenos sentimientos.
Sin embargo,
generalmente no todo es blanco o negro. Habrá momentos en los que alguien
descontará en algún grado de nuestro bienestar pero otros en los que sume tanto
que compense todo lo anterior.
Es como el
yin y el yang, la tristeza y la alegría, la noche y el día. Los aciertos
requieren de los errores de la misma forma que sumar no tendría sentido si
nunca hubiese nada que restar. Y es así como somos las personas, a veces
blanco, a veces negro y, en otras ocasiones, de colores.
Nadie es
totalmente bueno o totalmente malo
Aún sabiendo
que no podemos ser todo o nada, no podemos dejar al descubierto nuestro
bienestar, tenemos que protegerlo de daños que pueden ser evitables y
previsibles.
Para eso
debemos solemos una especie de balanza emocional. A un lado ponemos todo
aquello generado por los demás que es negativo y que sobra. Al otro lado
colocamos lo bueno y lo positivo que podemos encontrar en nuestro camino.
Como es
obvio, deberemos sopesar emocionalmente a cada persona por separado teniendo
siempre en cuenta la situación física y emocional de las personas afectadas,
así como, por supuesto, el contexto.
Queda a la
vista que no es nada fácil utilizar nuestra balanza, pues hay cientos de
factores que no podemos controlar y que son totalmente subjetivos. Así es que…
¿por qué juzgamos como bueno o malo tan a la ligera?
“No hay nada mejor que
reencontrarse con uno mismo y perdonar a la otra persona tenga razón o no,
porque la gente, cuando hace cosas dolorosas, normalmente las hace porque en
ese momento no podía hacerlo mejor, porque tenía miedo o por lo que fuera.
Entonces, perdonar es algo maravilloso”
-Marwan-
Sé una
persona justa, no pierdas tu esencia
A veces
estar inmersos en un profundo dolor nos precipita al barranco de los prejuicios
y de los tópicos. Cuando sucede esto, solemos cegarnos por el dolor de nuestras
heridas y no por lo bondad que en otras circunstancias nos caracteriza.
A través del
perdón y de la comprensión podemos conseguir que cualquier persona sume aun
partiendo de sus malas acciones o palabras. Somos nosotros los que damos
validez a los demás, por lo tanto somos nosotros quienes elegimos de qué manera
queremos aprender.
Tomar
conciencia de que muchas veces juzgamos demasiado alegremente nos ayudará a
eliminar de nuestra vida lo realmente dañino y negativo. Pensándolo así, a la
larga nunca nos arrepentiremos de ser personas coherentes y justas.
No etiquetes ni juzgues
a los demás, perdona y toma sus malas acciones como una oportunidad para seguir
creciendo y aprendiendo. Tu esencia será la mejor protección y, por si fuera
poco, siempre la tendrás a tu alcance.