viernes, 20 de noviembre de 2015

ESTO ES LO QUE EL AZÚCAR HACE AL SISTEMA INMUNOLÓGICO A NIVEL CELULAR

El cuerpo posee un sistema muy eficiente para protegerse de “invasores” externos, tales como los virus, las bacterias, los hongos, etc. La parte más importante del sistema inmunológico es la habilidad de identificar y destruir cualquier invasor que llegue adentro del organismo.

Y existe un hecho que usted probablemente no conozca sobre su sistema inmunológico, y esto es que comer cualquier tipo de azúcar tiene el potencial de reducir las defensas de su cuerpo en un 75% o más por un lapso de 4 a 6 horas.

Esta no es información nueva. En los años 70, el doctor Linus Pauling (uno de los más ilustres investigadores en el campo de la microbiología) descubrió que la vitamina C ayuda al cuerpo a combatir el resfrío común. Como parte de la misma investigación, el Dr. Pauling descubrió que el azúcar retarda el mismo proceso (de combatir el resfrío).

Esto es muy importante de saber, ya que utilizando esta información se puede prevenir enfermedades y ayudar drásticamente a curarse.

Ya que la idea de que el azúcar sea “mala” para el organismo es tan controversial, daremos un recorrido rápido y simplificado a través de su propio sistema inmunológico, para que vea lo que el doctor Pauling descubrió.

1. Cómo su cuerpo se deshace de los invasores

Las bacterias, los virus, etc. son literalmente tragados por una célula llamada “fagocitos”. Esta es una célula, tal como los glóbulos blancos, que cubre y absorbe los materiales de deshecho, microorganismos dañinos u otros cuerpos extraños en el torrente sanguíneo y en los tejidos.

2. La vitamina C

El doctor Pauling descubrió que los glóbulos blancos necesitan de la vitamina C para envolver y absorber los virus y las bacterias. De hecho, un glóbulo blanco contiene 50 veces la concentración de vitamina C que normalmente se encuentra en las demás células que lo rodean. Es así como el doctor Pauling reafirmó su teoría de que la ingestión de vitamina C ayuda contra el resfrío. Para seguir destruyendo bacterias y virus, los glóbulos blancos deben acumular vitamina C todo el tiempo para mantener esa concentración vitamínica tan alta. Así que la vitamina C se mueve todo el tiempo a través de las membranas celulares hacia dentro de los glóbulos blancos por todo el cuerpo. Es por eso que es importante mantener una cantidad lo suficientemente alta de vitamina C disponible en el cuerpo.

3. Azúcar

La glucosa (azúcar en su forma más simple, como se encuentra en los canales sanguíneos) y la vitamina C tienen una estructura química similar. Tan similar que cuando un glóbulo blanco trata de absorber más vitamina C de la sangre que la rodea, la glucosa puede ser absorbida por error. Si la concentración de glucosa en la sangre sobrepasa un cierto nivel, la concentración de “50 veces más de vitamina C” desciende por causa de la inmensa cantidad de glucosa que se está absorbiendo como sustituto de la vitamina C.

De hecho, con un nivel de azúcar de 120, la habilidad de los glóbulos blancos de destruir y absorber bacterias y virus disminuye en un 75%. Este nivel de azúcar en la sangre es alcanzado fácilmente por cualquier persona que consuma algo dulce (galletas, queque, golosinas, soda o hasta tomando jugo de frutas). Además, puede tomar de 4 a 6 horas para que se alcance la concentración de vitamina C óptima de “50 veces” en los glóbulos blancos.

Conclusión

Como puede ver, no es una gran idea comer cualquier tipo de azúcar si usted está enfermo, incluyendo el muy recomendable jugo de naranja (que en sí contiene mucha vitamina C, pero que no servirá si los glóbulos blancos no son capaces de absorberla).

Además, si estuviera participando en algún programa de Mejoramiento de la Salud de cualquier tipo, el azúcar sería su enemigo Nº 1. No importa si se está recuperando de una herida o si se trata de una enfermedad.

Investigación del Dr. Linus Pauling




jueves, 19 de noviembre de 2015

CÓMO SANÉ MIS HERIDAS Y FUI LIBRE EMOCIONALMENTE

A la hora de hablar de heridas emocionales no nos estamos refiriendo en exclusividad a los daños que pueden habernos hecho segundas personas.

También nosotros somos responsables de muchos de esos vacíos, de esas limitaciones personales.

Hay pensamientos que hacen daño, no hay que alimentar el ego ni aferrarnos al pasado para vivir sólo de las nostalgias, por ejemplo.

Nuestra actitud en ocasiones ante la vida, también erosiona nuestro alma y la forma en que nos relacionamos ante el mundo.

Sanar, corregir este tipo de construcciones internas es una forma de ser libre emocionalmente. Ahora bien, debemos en primer lugar hacer un sano ejercicio de reflexión y de clara voluntad de querer cambiar las cosas, pero desde nuestro propio interior.

Ahí donde reside la auténtica fuerza emocional.

Todos nosotros creemos tener una gran sensación de libertad, pero es falsa. Estamos controlados por nuestras creencias, a veces limitantes, por nuestras heridas emocionales, que nos encadenan… ¿Cómo podemos renacer emocionalmente para ser libres de verdad?

 Compartir Claves para conseguir la libertad emocional

En primer lugar hemos de tener claro que no todas las personas somos iguales, ni contamos con la misma “mochila” de experiencias vividas.

No obstante, a la hora de hablar de pensamientos y emociones que limitan nuestro crecimiento personal, y nuestra libertad, existen unos ejes básicos que merece la pena tener en cuenta para al menos, reflexionar en ellos.

Te invitamos a hacerlo con nosotros.

1. No temas al dolor emocional

El dolor, como el sufrimiento, no se puede esconder en un rincón secreto de nuestro cuerpo. Toda herida sangra, todo dolor emocional se llora, se grita o se siente en todo su abismo de soledad.

Tus emociones no son tus enemigas ni tampoco te definen. Es decir, puedes por ejemplo sentir el sufrimiento de la decepción en un momento muy puntual de tu vida, sin embargo, no toda tu existencia va a estar (ni debe estar) teñida por esa sensación.

El dolor se vive en “el aquí y ahora“, debe entenderse, comprenderse y gestionarse de la forma más saludable posible. De no hacerlo, de optar por esconder esas emociones estaremos encadenados de por vida, y nuestra libertad personal y emocional sólo será una ilusión.

2. Debes aprender a ser comprensivo contigo mismo/a

¿Has cometido un error? ¿Has invertido parte de tu tiempo y tu vida en una persona que, quizá, no lo merecía? No te castigues ni te etiquetes como “ingenuo/a”, ni aún menos como “fracasado/a”:

Ninguna vida que merezca la pena es indemne a los errores. Es más, todo aspecto que consideres como “error” es en realidad un  aprendizaje que asumir y una experiencia de la cual, puedes salir aún más fortalecido/a.

Sé comprensivo contigo mismo/a y entiende que lo último que debes hacer es gestar o alimentar un sentimiento de culpa ante lo sucedido.

La culpa arrastra, ahoga y envenena, es un claro enemigo para poder ser libre emocionalmente. Mantén una mente abierta capaz de aceptar toda vivencia, ya sea buena y mala, porque de eso se trata al fin y al cabo esto llamado vida.

Intenta despertar cada mañana con la ilusión renovada, ábrete a ti mismo/a y a los demás sabiendo que mereces ser feliz de nuevo, bloqueando ese torrente de pensamientos negativos que a veces, levantan nuestra propia cárcel mental.

Con cada esfuerzo que hagas, con cada paso que des por volver a ser feliz, será una forma de liberarte de los errores y la culpa. Alimenta ilusiones, evita nutrir decepciones.

3. No puedes cambiar a quien te hizo o te hace daño

Si tienes que convivir con una familia, unos padres, o unos hermanos que te hacen daño de algún modo, debes tener muy claro que no puedes cambiarlos. No puedes cambiar su forma de entender las cosas o su personalidad.

Ahora bien, para ser emocionalmente libre debes sanar su influencia en ti mismo/a. Tú eres lo que importa en este caso y tú quién está sufriendo.

Muchas de esas cosas que te han hecho en el pasado las has interiorizado, han hecho “costra” e incluso creado una herida invisible, y es ahí, donde están las cadenas.

Libérate, asume que ya no tienen por qué hacerte daño, intenta perdonar pero avanza a la vez poniendo límites.

Sana las palabras dichas o no dichas, sana el dolor de la decepción  o los desprecios, deja ir las cargas y a su vez, levanta la voz para dejar claro que ya no vas a ser víctima. Estás curado/a, has renacido y eres libre emocionalmente.

4. Sana tus raíces

¿A qué nos referimos con sanar nuestras raíces? Es sin duda un aspecto complejo que vertebra muchas áreas personales, muchas vivencias y conductos psicológicos, no obstante, basta con que tengas en cuenta estas dimensiones.

Reflexiona en ellas:

–Desactiva el ego en tu día a día, te permitirá tener una visión más amplia y libre de las cosas.

–No te sometas a las circunstancias ni tampoco te pelees con ellas fomentando el odio o el rencor. Evita los extremos porque las dos dimensiones te anclan y te arrastran. Mantén el equilibrio, la paz interior y prioriza tu libertad emocional por encima de todo.

–No te protejas bajo un positivismo poco objetivo. No se trata de dibujar sonrisas cuando lo que sentimos es una profunda tristeza, porque de ese modo lo que haces es embellecer las hojas de tu árbol sin tener en cuenta que tus raíces están enfermas.

–Siente tus emociones y gestiónalas de modo adecuado, porque de lo contrario te convertirás en una máscara muy alejada de como tú eres en realidad. El crecimiento personal requiere ser valiente e íntegro con uno mismo.

Huir del temor es temer. Luchar contra el dolor es doloroso. Tratar de ser valiente es estar asustado.
ALAN WATTS (filósofo británico 1915-1973)




miércoles, 18 de noviembre de 2015

10 IDEAS PARA REINVENTARSE Y LOGRAR LO QUE DESEAMOS

Nosotros somos capaces de diseñar nuestro propio mundo, con los colores, materiales y sentimientos que nos parezcan adecuados. Si a veces nos parece que la vida se nos ha escapado de las manos, siempre es posible volver a crearla: reinventándonos. En ocasiones es difícil tomar una nueva actitud, pero siempre se puede. Para esto les dejamos aquí 10 consejos que nos permitirán una mejor reinvención, con mayor fuerza y seguridad:

1. Empezar de nuevo y aprender de nuestros errores

Si la vida nos ha dado una mala experiencia, luego de aceptarlo y vivir las penas, tenemos que empezar de nuevo. La vida es cíclica, en ocasiones estaremos arriba y en otras abajo. Pero siempre hay que volver a subir, pues hay mucho esperándonos en la nueva etapa.

Todos no equivocamos, errar es humano. Y cuando la suerte ya está echada y no podemos revertir lo ocurrido, solo nos queda aprender . No vale la pena desgastarnos por la culpa, ya que esta solo nos paraliza, en cambio si aprendemos de nuestros errores, avanzamos.

2. Mira por ti. Tú eres el primero

Es crucial pensar en los otros y querer siempre ser empáticos, pero no tenemos que dejarnos de lado. No es posible complacer a todo el mundo, y en ocasiones hay que saber decir que no. Lo importante es llegar a un término justo entre lo que entregamos y lo que nos llega desde afuera. Nuestra felicidad transita entre lo que damos y lo que recibimos, pero debe nacer primero de nuestro interior.

3. Piensa en lo bueno que tienes

Muchas veces nos centramos en la frase “Que mala suerte tengo”, u “otra vez me ha pasado lo mismo”. En lugar de mantener ese pensamiento, sería bueno pensar en lo bueno que tenemos ¿Nunca te has levantado y te has preguntado por ejemplo puedo ver, oler, sentir? Miremos a nuestro alrededor y nos sorprenderemos.

4. Decide tú cambiar las cosas

Si las cosas no cambian ¿Por qué no empezamos a cambiarlas nosotros mismos? Comencemos de a poquito a hacer todo aquello que siempre hemos deseado hacer y que aún no hemos podido concretar. Tomemos el impulso y concretemos, con esta actitud ya tenemos la mitad de la tarea lograda.

5. Recarga las pilas, anula el estrés

No permitas que el estrés se instale en ti. Suele ir cargado de pensamientos negativos y preocupaciones sobre el futuro o el pasado. Distrae tu atención haciendo alguna actividad, practicando meditación o simplemente, observando cómo te sientes para profundizar más en ti.

6. Una sonrisa

¿Sabías que tan solo con cambiar el gesto de nuestra cara cambiamos la actitud? Si es tan fácil ¿Por qué no probar? Podemos comenzar a cambiar nuestros gestos, y dar mayor cabida a aquellos que nos suben el ánimo. Familiarizarnos con una sonrisa, hacerla propia, y de ahí proyectarla al mundo.

7. Duerme bien

El sueño es un gran aliado del buen humor, de las energías y de la actitud positiva. Intentemos siempre dormir bien y lo suficiente. Cuando vayamos a dormir desconectémonos de las preocupaciones, descansemos, nos merecemos este espacio. Y ya verán como al día siguiente todo nos parece mejor.

8. Usa tus conversaciones interiores

Tener un diálogo interno positivo en nuestro interior reafirma la proyección que hacemos hacia el exterior. La forma en la que nos hablamos dice mucho sobre cómo nos tratamos y valoramos, por esta razón hay que reforzar el diálogo interior, este monólogo debe proyectar sobre el espejo la mejor de las imágenes.

9. Si lo puedes imaginar, lo puedes crear

Se dice que tanto el lenguaje como el pensamiento crean realidad, entonces si es así, también podemos crear realidad con lo que imaginamos. Basta con creernos lo que estamos imaginando, y ya teniéndolo claro, le damos forma y buscamos las posibilidades para llevarlo a cabo. Así se han cumplido muchos de los grandes sueños de la humanidad.

10. No hay felicidad sin el otro

Sé bueno con los demás. Ser altruista nos hace sentir mucho mejor sin duda, practiquémoslo. Tal como señalábamos al principio tenemos que comenzar por nosotros mismos para luego dar a los otros. No hay felicidad si no es compartida.


Fuente: http://elvasomediolleno.guru/consejos/10-ideas-para-reinventarse-y-lograr-lo-que-deseamos/


martes, 17 de noviembre de 2015

NO TE QUIERO PARA MÍ, TE QUIERO CONMIGO

“Nos hicieron creer que “el gran amor” solo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Nos hicieron pensar que una fórmula llamada “dos en uno”: dos personas pensando igual, actuando igual, era lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene un nombre “anulación” y que solo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el matrimonio es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos.

Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que solo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.

No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, que frustran a las personas, son alienantes y que podemos intentar otras alternativas.

Nadie nos va a decir esto, cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de ti, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien.

Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor….aunque la violencia se practica a plena luz del día.”

John Lennon

No quiero que me pertenezcas, ni que la única realidad que exista sea la nuestra. Quiero que los dos seamos dos naranjas enteras queriendo rodar juntas. Al fin y al cabo, las medias naranjas dan solo un poco de zumo y no pueden caminar solas.

Quiero preferirte, pero no necesitarte… Porque si te necesitara estaría sometiéndote a mis carencias y responsabilizándote de mi felicidad… Y eso no es justo para nadie, porque solo a mí me pertenecen mis conflictos.

La mejor relación que podemos tener es la de no pertenecernos, la de ser y existir como seres independientes que se aman. Me encantaría encontrarnos en un punto emocional que vaya más allá de la necesidad de que alguien o algo nos complete.

Convertirnos en seres completos

Cuando me convierto en un ser completo, que no necesita de otro para sobrevivir, seguramente voy a encontrar a alguien completo con quien compartir lo que tengo y lo que él tiene. Ese es, de hecho, el sentido de la pareja. No la salvación, sino el encuentro. O, mejor dicho, los encuentros. Yo contigo. Tú conmigo. Yo conmigo. Tú contigo. Nosotros, con el mundo.
Jorge Bucay

Querer ser dos cuando nacimos de uno en uno nos esclaviza. Yo puedo vivir sin ti y tú puedes vivir sin mí, pero no queremos hacerlo.

Me gustaría que nuestra relación fuese así de sana, que nos envolviese la ternura y nos descubriese la confianza. No quiero que ninguno de los dos nos arranquemos de nosotros mismos, no quiero que renunciemos a ser quienes somos.

Quiero que nos sepamos querer, que no anhelemos que nuestra relación supla nuestras carencias y que nos demos cuenta de que el verdadero amor es aquel que se respeta y no se idealiza.

Eso nos salvará a ti y a mí, y a nuestro AMOR. Así, con mayúsculas y con toda su trascendencia. Resolverá nuestros problemas y aprenderemos a convivir con nuestras diferencias. Porque si dejo de ser yo no podré amarte, ni crecer ni sonreír ni respirar por ti. Y poder amar de manera saludable es la mayor dicha del mundo.

Por eso, cariño, no seamos el uno para el otro. Quiéreme como soy, sin máscaras ni arreglos, mejoremos juntos cada día, crezcamos contemplándonos con placer y procuremos satisfacer nuestras ansias de felicidad. Eso es lo que hará que nuestro amor sea para toda la vida.


Fuente: http://rincondeltibet.com/blog/p-no-te-quiero-para-mi-te-quiero-conmigo-1639


lunes, 16 de noviembre de 2015

EL PRINCIPIO 90/10 Y UNA CLAVE PARA UNA VIDA MÁS FELIZ

"Tal vez nos quedemos con las manos vacías, pero nuestro corazón estará lleno de amor. Y quienes aman la vida, tienen el sello de ese sentimiento en un lugar de su corazón."
- Stephen Covey -

El escritor estadounidense Stephen Covey, ilustra, a través de una simple historia, de qué se trata el principio 90/10. La misma retrata una escena cotidiana y plantea que un 10% de tu vida está relacionado con lo que a uno le pasa, mientras que el restante 90% está determinado por lo forma en que se reacciona a aquello que sucede.

Sobre ese 10%  uno no tiene control, no se puede evitar que el auto se rompa o que el transporte se retrase. Que nos sorprenda la lluvia o que el tráfico se agudice. El otro 90% es diferente y depende 100% de ti, ya que tiene que ver con cómo actúas y con cómo te tomas todos esos obstáculos o eventualidades.

Covey cuenta el siguiente ejemplo:

"Estás desayunando con tu familia.
Tu hija tira una taza de café y salpica tu camisa de trabajo.
Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar.
Lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción.
Tú maldices.
Regañas severamente a tu hija por que te tiró la taza encima.
Ella rompe a llorar.
Después de regañarla, te volteas a tu esposa y la criticas por colocar la taza demasiado cerca de la orilla de la mesa.
Y sigue una batalla verbal.
Tú, vociferando, vas a cambiarte la camisa.
Cuando regresas, encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando, terminándose el desayuno y alistándose para irse a la escuela.
Ella pierde el autobús.
Tu esposa debe irse inmediatamente para el trabajo.
Tú te apresuras al carro y llevas a tu hija a la escuela.
Debido a que tú ya estas atrasado, manejas 40 millas por hora en una avenida cuya velocidad máxima es de 30 millas por hora.
Después de 15 minutos de retraso y obtener una multa de tráfico por $60.00, llegas a la escuela.
Tu hija corre a la escuela sin decirte adiós.
Después de llegar a la oficina 20 minutos tarde, te das cuenta que se te olvidó el portafolios.
Tu día empezó terrible. Y parece que se pondrá cada vez peor.
Ansías regresar a casa.
Cuando llegas a tu casa encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu esposa y tu hija.

¿Por qué?
Todo fue debido a la manera en que reaccionaste esa mañana.

¿Por qué tuviste un mal día?

A) ¿El café lo causó?
B) ¿Tu hija lo causó?
C) ¿El policía lo causó?
D) ¿Tú lo causaste?

La respuesta es la "D".

Ciertamente, tú no tenías control sobre lo que pasó con el café. Fue la forma en cómo reaccionaste los 5 segundos siguientes, lo que terminó el cauce de tu mal día.

Te presento lo que debió haber sucedido.

El café te salpica.
Tú hija está a punto de llorar.
Entonces tú gentilmente le dices:
"No te preocupes, cariño, sólo necesitas tener más cuidado la próxima vez".
Después de ponerte una camisa limpia y tomar tu portafolios, regresas al comedor, miras a través de la ventana y ves a tu hija tomando el Autobús escolar.
Ella voltea agradecida y te dice adiós con la mano.
¿Notas la diferencia?

Dos escenarios diferentes.
Ambos empezaron igual.
Ambos terminaron diferente.

¿Por qué?

Tú realmente no tienes control sobre el 10% de lo que sucede en la vida.
El otro 90% fue determinado por tu reacción.

Estas son algunas formas de aplicar el Principio 90/10.

Si alguien te dice algo negativo acerca de ti, no te lo tomes a pecho.
Deja que el ataque caiga como el agua sobre el aceite.
No dejes que los comentarios negativos te afecten.
Reacciona apropiadamente y no arruinarás tu día.
Una reacción equivocada podría resultar en la pérdida de un amigo, ser despedido, te puedes estresar, etc.

¿Cómo reaccionas si alguien te interrumpe en el tráfico?
¿Pierdes tu carácter?
¿Golpeas sobre el volante? (a un amigo mío se le desprendió el volante).
¿Maldices?
¿Te sube la presión?
¿A quién le preocupa que llegues 10 segundos tarde al trabajo?
¿Por qué dejar que los automóviles te arruinen el viaje?

Recuerda el Principio 90/10 y no te preocupes de eso.

Tú has dicho que perdiste el empleo.
¿Por qué perder el sueño y ponerte enojado?
No funcionará.
Usa el tiempo y la energía que inviertes en tu preocupación para encontrar otro trabajo.

El avión está atrasado. Va a arruinar la programación de tu día.
¿Por qué manifestar frustración con el empleado de la aerolínea?
Él no tiene control sobre lo que está pasando.
Usa tu tiempo para estudiar, conocer a otros pasajeros, ¿por qué estresarte?
Eso hará que las cosas se pongan peor.

Ahora ya conoces el Principio 90/10.
Aplícalo y quedarás maravillado con los resultados.
No perderás nada si lo intentas.

Millones de personas están sufriendo de un estrés que no vale la pena, sufrimientos, problemas y dolores de cabeza.
Todos podemos entender y debemos aplicar el Principio 90/10.
¡Puede cambiar tu vida!
Disfrútala.

Lo único que hace falta es voluntad para darnos el permiso de vivir la experiencia.

Todo, absolutamente todo lo que damos, hacemos, decimos, o aún, todo lo que pensamos, es un Boomerang. Regresa a nosotros. Si queremos recibir, aprendamos primero a dar.

Tal vez nos quedemos con las manos vacías, pero nuestro corazón estará lleno de amor.

Y quienes aman la vida, tienen el sello de ese sentimiento en un lugar de su corazón.




sábado, 14 de noviembre de 2015

¿QUIÉN TE CHUPA LA ENERGÍA? IDENTIFICA TUS PARÁSITOS Y PONLOS A CERO.

¿Has sentido alguna vez que hay personas a tu lado que te chupan la energía? Descubre quiénes pueden ser tus parásitos emocionales y quítalos de tu vida.

Familiares, amigos, entorno, jefes, incluso padres o hijos, pueden convertirse en un Parásito en tu vida. También lo pueden ser situaciones, recurrentes y  malos hábitos. Reconocer estos Parásitos puede ayudarte a mejorar tu relación con ellos o lo que sería más conveniente: deshacerte de ellos. El Pilar de la Vida, Cero Parásitos, es una herramienta que ha sido desarrollada por Thomas Leonard (en los años 80 Thomas Leonard, inventó el Coaching moderno, fundando la primera y más distinguida hasta el momento escuela de Coaching estructurando una metodología para el proceso de atención personal que él estaba aplicando a sus clientes).

Un parásito es algo que nos consume energía, que depende de nosotros y que podríamos suprimir pero seguimos tolerando. Algo que depende de nosotros que podríamos suprimir. El parásito puede ser algo sencillo que nos consume poco, como el hecho de no cambiar una bombilla o algo que nos consume mucho más, como relaciones complicadas con un colega, familiar o cualquier otra persona pesimista y negativa.

En nuestra vida diaria vamos aceptando esas pérdidas de energía y por efecto acumulativo, este modo de funcionar, acaba por consumir toda nuestra energía vital lo que nos provoca un malestar con nosotros mismos, falta de entusiasmo y en mi propia experiencia tener la sensación que voy cargando con una pesada mochila que no es la mía, y haciéndome responsable de ella permito que “me utilicen”, exprimiéndome al máximo. Ufff! ¡Qué sensación más agobiante!

En estas situaciones, que las tenemos todos, nuestro objetivo en el Coaching será alcanzar el estado de Cero Parásitos de forma que:

1. No dejemos escapar nuestra energía vital.
2. Dejemos de sufrir con situaciones que podríamos cambiar.
3. No toleremos sin reaccionar, seamos proactivos.
4. Pasar a un estado de tolerancia cero, cero molestia, cero interferencia.
5. Dejemos ya de contaminarnos inútilmente.
6. No permanezcamos pasivos frente a consumos de nuestra energía vital.
7. Salgamos de los compromisos, de las explicaciones y de justificaciones.

Si seguimos manteniendo esos parásitos en la misma línea de tolerancia, repercutirá en nuestro estado anímico, con poca motivación y sin entusiasmo. Por el contrario, si los evitamos obtendremos muchos beneficios y dispondremos de más tiempo para dedicarlo a lo que realmente queremos hacer.

Aquí tienes los pasos a seguir para conseguir que en tu vida haya Cero Parásitos:

1. Identificar los parásitos:

Hacer una lista escrita de los parásitos que nos consumen energía. Cuando empezamos a explorarlos, nos damos cuenta de que son muchos y que los hallamos en todos los ámbitos de nuestra vida:
Relaciones sociales: familia, amigos, compañeros de trabajos, jefes, vecinos, etc.
Trabajo: desorden en nuestro espacio para trabajar, papeles pendientes, aquello que “mañana lo haré…”
Hogar: ropa para ordenar, armarios que arreglar, trasteros hasta la bandera de cosas que nunca se utilizan…
La salud: ir al médico, comenzar a hacer ejercicio “el lunes” o comenzar la dieta la próxima semana o “este es el último cigarrillo…”

2. Buscar la Intención positiva del parásito:

¿Por qué lo permito? ¿Por qué lo tolero? ¿Cuáles son las razones positivas que me llevan a aceptar esta fuga de energía?
Detrás de todo comportamiento hay una razón positiva por la que mantenemos ese comportamiento. Se trata de buscar el por qué lo mantienes.

3. Ser consciente del coste del parásito

¿Cuál es el precio que tengo que pagar por mantener este parásito? Puede ser directo: malestar, malhumor, nervios, estrés, ansiedad. Puede ser indirecto: problemas de salud, falta de autoestima, sufrimiento continuo, depresión.

4. Asegurarse de la ecología de las opciones

Un objetivo ecológico significa que está en armonía con nuestro entorno (personal, familiar, laboral, etc). No se trata de pelearse con todo el mundo. Nuestro objetivo tiene que conseguirse aplicando el concepto coaching de ser siempre incondicionalmente positivo. La cosa no es pasar a un estado “Cero Parásitos” de una manera agresiva.  Tenemos que trabajar y apoyarnos en nuestro entorno. Se necesita explicar lo que hacemos a nuestros íntimos, para que nos comprendan y para que nos apoyen. Tienen que comprender que alcanzar este objetivo es lo que nos permite protegernos, respetarnos, querernos.

5. Decidir cambiar con conocimiento de causa

Una vez que conocemos los parásitos, sus costes, las razones positivas por lo cual lo mantienes y te aseguras de la ecología del cambio, es el momento de actuar con conocimiento de causa: plantearte el objetivo del cambio en cada uno de los parásitos.

6. Ordenar la lista según las prioridades

Son las fases que llamamos en coaching “Explorar opciones” y “Cierre”. Hemos identificado los parásitos, hemos evaluado la importancia de actuar, y hemos enumerado las diferentes opciones para resolver el caso. Ahora pasamos a la etapa del cierre y determinamos nuestro Plan de acción, que conlleva datos y fechas: Cómo, cuándo, con quién, cómo vamos a medir los progresos.

7. Lanzar el Plan de Acción

No existe Coaching sin Acción. Lanzar el plan de Acción y ponerlo en marcha es la única manera de conseguir tus objetivos.

Anímate a utilizar esta herramienta y verás cómo en poco tiempo tu vida cambia y comienzas a sentirte liberado, con nuevas sensaciones, dominarás tu tiempo, tu energía, serás el protagonista de tu vida, comenzarás a sentir cómo vas progresando cada día lleno de energía, de motivación. Mejorando así tu calidad de vida, con relaciones personales diseñadas por ti y más auténticas.
Recuerda siempre que tú eres el dueño de las riendas de tu vida, que lo que tú no hagas no se hará, o lo que es peor: vendrá otro, usurpará tu lugar en este mundo y llevará él tu vida.

Tú eres el único Responsable de los cambios que hagas en tu vida, y para cambiar algo tienes que estar Consciente de lo que quieres cambiar.

¿Te animas a vivir tu propia vida?