CÓMO LOS ASUNTOS
PENDIENTES Y EMOCIONES NO RESUELTAS GENERAN ESTRÉS Y AGOTAMIENTO.
Cada día decimos cosas que no cumplimos, empezamos proyectos
que no terminamos, dejamos cosas pendientes para hacer luego, dejamos
sentimientos sin resolver, y esto genera un profundo desgaste en la mente, que
nos tensiona y nos agota.
Sobre como los asuntos pendientes y emociones no resueltas
se mueven en nuestra mente, como está rompiendo nuestras fuerzas, y como
solucionarlo, es de lo que hablaremos hoy.
Como los asuntos no resueltos agotan nuestras fuerzas.
Sabemos que todo el día estamos pensando, esos pensamientos
que se mueven en nuestra mente están relacionados con asuntos y emociones no
resueltas. Cuando hablamos de asuntos se refiere a que por ejemplo estamos
pendientes de pagar los servicios públicos, terminar el informe en su trabajo,
comprar esa camisa nueva que vio en el centro comercial, verte con tu amiga a
las 8 PM, entre otros temas. Lo que pasa es que estos asuntos vienen a ser cientos, y muchos de ellos los pasamos por alto. Por ejemplo, dejamos de
comprar esa camisa, el informe lo entregamos tarde, y llamas a tu amiga y le
dices que hoy no puedes ya que no te acordabas que hoy era el último día para
pagar los servicios públicos, y que dejan la salida para después.
Nosotros en nuestra consciencia pensamos que no pasa nada,
ya que nuestro pensamiento se entretiene con tantas cosas; pero eso no quita
que el cerebro tenga que hacer algo con eso que quedo pendiente. En el fondo,
la mente sabe que entregar el informe tarde genera una mala imagen en su jefe,
el no poder comprar la camisa genera una sensación de insatisfacción, y el no
cumplir con tu amiga, sabes que le hiciste perder un tiempo que ella tenía
reservado y que en el fondo está molesta contigo. Esto no sería problema si
fueran unos cuantos asuntos; pero como todos los días hacemos tantas cosas y
con tanta gente, nos llenamos de asuntos no resueltos que la mente carga con
ello a diario.
Esos asuntos generan emociones, como la emoción de la rabia
por no poder comprar la camisa, la vergüenza por incumplir a tu jefe y luego a
tu amiga. A eso sumemos todas las emociones que sientes en un día. Por ejemplo,
alguien te hizo quedar mal y lastima tu orgullo, eso no se pasa por alto, y la
mente no puede dejar de pensar en ello, o por ejemplo que estabas viendo la
telenovela, y el villano de turno se burló de todos, y entonces sientes rabia
por ello y piensas que cuando le van a dar su merecido. Todo esto flota en la
mente, ya que pensarás en tantas cosas, pero también flota en el centro de las
emociones, porque esas emociones están ahí, y sientes una mezcla de rabia,
frustración, vergüenza, que al no tener claro qué y por qué, simplemente lo
llamas estrés.
5 cosas que generan esos asuntos o emociones no resueltas.
Para entender cómo funciona esto y poder resolverlo,
clasifiquemos estos asuntos pendientes.
1. Las cosas que decimos a otros o a nosotros mismos y no
cumplimos.
Cada cosa que tú le dices a otra persona sobre todo en el
trabajo, y no lo cumplimos se vuelve una carga. Por ejemplo: “Nos vemos en
media hora”, “mañana te pago”, “Yo te llevo la camisa”, “hoy me voy a
encargar de la cena”, “en la mañana te envío los archivos”. El problema está
que la mente sabe que no hay que esforzarse por cumplir, y la persona habla y
habla, promete y promete y se llena de asuntos pendientes, que sobrecargan la
mente y sus esfuerzos.
Lo mismo nos decimos a nosotros y no cumplimos. Por
ejemplo, quieres empezar a estudiar para tener mejor oportunidad de empleo.
Luego cuando vas en la mitad del curso sientes que el tiempo no alcanza y
abandonas. Después decides comer menos porque estas engordando, pero al tiempo
lo dejas porque no te aguantas las ganas de comer. Así sucesivamente con tantas
cosas, que quedan ahí pendientes para retomarlas algún día.
2. La multitarea y el no cumplir con todo.
Tantos asuntos pendientes hacen que pienses que tienes
muchas cosas por hacer, “tienes muchas cosas en la cabeza te dices”; quieres
lograr tantas cosas y no logras nada, así que te vuelves ansioso. Entonces
tratas de hacer muchas cosas al mismo tiempo porque necesitas obtener algo ya.
Empiezas un nuevo curso, empiezas una nueva mejor dieta, lees otro libro
superación personal. En el trabajo para mostrar que no eres un mal empleado, a
todo el mundo le dices que sí, le trabajas al uno y al otro y no le cumples a
ninguno.
Si hicieras una retrospectiva de todas las cosas que estás
haciendo, te aterrarías, ya que si de verdad en serio trataras de hacerlo no
serías capaz. Tanta cosa genera una sensación inconsciente de cansancio, de que
la vida es muy pesada, y que las cosas que quieres es muy difícil obtener.
3. Deseos, ilusiones y fantasías ocultas.
Vemos la tele o en algún momento de descanso y pensamos: “Que
bueno sería obtener el último iphone, como sería de bueno llegar a la oficina y
que me lo vieran sacar”, “Que bueno sería salir con Tatiana, y que ella me
viniera a buscar”, “A mí que me gusta el fútbol hubiera sido bueno ser profesional y ganar tanto dinero y popularidad como Ronaldo o James Rodríguez”.
Nos llenamos de ilusiones y la mente va anotando todo lo que
le gustaría, y al ver que no puede le genera una sensación de frustración
inconsciente.
4. Las huellas emocionales.
Somos seres emocionales, la vida la manejamos en base a las
emociones. “Tu padre te obligó a estudiar algo que no querías”, “Estudiaste
algo para satisfacer a tu familia”, “No pudiste salir con quien te gustaba
tanto”, “Te dijeron que no eras eficiente”. Todo esto nos impacta
subconscientemente y generan distintas emociones.
Cada ofensa, cada derrota, cada deseo, cada miedo, es una
emoción que ocupa un espacio y que además la mente no resuelve emociones por si
solas. Por ejemplo, el odio o rabia hacia alguien no se quita por si sola a
menos que generes algún estado de compresión hacia el otro. Así con todas las
demás emociones.
5. El apego y las cosas que te rodean.
Cada cosa que llega a tu vida ocupa un espacio y requiere un
esfuerzo. Genera una relación y una atadura. Por ejemplo, si comprar un
electrodoméstico, debes asegurarte de limpiarlo, de gastar energía en ello. Ese
no es el problema, sino que el problema es que compras muchas cosas que
realmente no necesitas solo porque el anuncio de televisión te emocionó o
porque otros te van a admirar. Una vez comprado pasa a la lista de cosas que se
convierten en una carga en vez de una solución. Luego como no quieres perder lo
que invertiste, no te deshaces de ello, sino que lo conservas, volviéndose un
estorbo o algo que le debes dedicar tu valioso tiempo.
5 Claves para resolver emociones o asunto no resueltos.
Como hemos visto, tenemos una gran carga en nuestra mente y
nuestras emociones. La pregunta sería quien puede concentrarse y tener fuerzas
para algo con tanta cosa encima. La idea sería empezar a aliviarnos, para así
tener más posibilidades de éxito, y estas serían las claves.
1. Acepte lo que definitivamente no será.
Tienes una cantidad de sueños, de promesas por cumplir, que,
si en serio te dedicaras a hacerlo, no te alcanzaría la vida. Es por eso que es
mejor que te sinceres contigo mismo, y te digas a quien debes de decirle que
algo definitivamente no va a ser, y también piensa qué sueños no vas a cumplir.
Promete solo una cosa importante a una sola persona importante, y prométete un
solo sueño grande y que te llene.
Cuando dejas de estar tan pendiente de tanta promesa,
inmediatamente sientes un alivio, eres realista y por tanto sabes que eso no es
algo más que no vas a lograr, si no que será alta la posibilidad de obtenerlo.
Debes aprender a decir que no, así no te meterás en tanto asunto que no vas a
cumplir.
2. Resuelve todo asunto pendiente y paga tus deudas.
Como ya lo he dicho, las cosas pendientes no desaparecen por
si solas, y en vez de mejorar empeoran. Por ejemplo, si hoy debes 20 dólares al
banco, dentro de 1 años deberás 30 dólares. Si hoy quieres ir de vacaciones, y
lo dejas para dentro de 6 meses, el costo de la vida aumenta, y tendrás que
destinar más recursos para ello. Lo que quiero decir es que las cosas en vez de
hacerse más fáciles por si solas, se hacen más difíciles. Así que, si tienes
algo importante y pendiente por hacer, es mejor que lo hagas ahora, ya que a
más tiempo, más complicación.
3. Soluciona las cosas en tu mente con inteligencia
emocional.
Hay muchos pensamientos no resueltos que se mueven a nivel
mental. Por ejemplo, la rabia contra alguien que habló mal de ti. Eso lo vas
guardando y guardando, y cada vez esa persona te caerá más mal, en el fondo
quieres hacer algo contra esa persona. Es mejor resolver ese sentimiento antes
de que se haga más pesado.
Así sucesivamente con cada sentimiento de amor, de odio o de
impotencia. Por ejemplo, fracasaste en algo, no lo pases por alto, y motívate y
enfócate en un proyecto que sí puedes lograr. O si alguien te rechazó en el
amor, entonces piensa que harás para ser una persona más magnética y
convertirte en un conquistador. No dejes que fuertes golpes a tu autoestima se
resuelvan solos, debes resolverlos tú conscientemente.
4. Se una persona de palabra y responsable.
Habla menos y cumple más. Deja de decir que lo harás si
realmente no piensas hacerlo. Deja de llenar a otros de expectativas de lo que
puede ser y mejor sorpréndelos por lo que sí se hizo. Haz que tu palabra sirva
para algo y no suene como si la hubiera dicho un borracho que no sabe lo que
dice.
5. Desapego.
Debes de estar pendiente de cada cosa que entra a tu vida,
porque eso requiere algo de ti. Así que mira que cosas nuevas te dio por
comprar y si realmente lo necesitas. Cuando algo deje de cumplir la labor para
lo cual lo compraste entonces regala o vende. Así no te llenarás de una gran
cantidad de cosas que no tienen ningún provecho y que te consume tu tiempo y
dinero.
En vez de luchar cada día por tener más cosas que te aten,
deberías luchar por ser más libre, y aunque la frase suene cliché y exagerado,
lo cierto es que la mente a mayor cosa, más pierde la capacidad de acción.
El resolver asuntos pendientes para liberarnos del estrés.
Cuando tú te liberas de tantas cosas pendientes, de
ataduras, de compromisos. Cuando resuelves lo que debe ser resuelto, entonces
te sientes libre, liviano, con fuerzas. Tu mente estará despejada y no pensarás
en tantas cosas. Además de ello al estar tan libre, al haber soltado las
ataduras que no te dejaban mover, entonces podrás hacer lo que quieras, y fuera
de ello, tendrás fuerza para lograrlo. Querías ser libre, esta es la verdadera
libertad, la que vienes de liberarte de tus ataduras, y no esa que hace lo que
quiere y que después queda atado a unas consecuencias de las que no puede
liberarse fácilmente.
Fuente: http://www.descubresubconsciente.com/2015/09/como-los-asuntos-pendientes-y-emociones-no-resueltas-generan-estres.html