domingo, 2 de agosto de 2015

CERRAR LOS CÍRCULOS DE LA VIDA

Es fundamental saber cuándo termina una etapa de la vida porque si permanecemos demasiado tiempo en ella, perdemos la alegría y corremos el riesgo de que todas las cosas bonitas que hemos vivido, se tiñan de gris. Tal es el caso, por ejemplo, de las relaciones de pareja. Cuando una relación está herida de muerte, prolongar su final a menudo solo sirve para sacar lo más negativo de cada persona, haciendo que nos quedemos con un mal sabor en la boca.

Por eso, es importante aprender a cerrar círculos, o capítulos de nuestra vida, que es lo mismo. Se trata de dejar ir a personas o experiencias que en su momento tuvieron sentido pero que ya no lo tienen. Se trata de poner un punto final para poder pasar página y abrirse a las vivencias nuevas. Por supuesto, no es fácil.

El vértigo emocional del pasado

El pasado forma parte de nosotros, ha contribuido a que seamos lo que somos. No podemos simplemente enterrarlo porque, antes o después, resurgirá. Por eso, es fundamental aprender a hacer las paces con esa historia. Solo cuando asumimos y aceptamos esas experiencias, nos liberamos de su peso para continuar nuestro camino.

En este sentido, un experimento realizado en la Universidad de Harvard nos desvela el enorme poder que tienen las experiencias que no asumimos sobre nuestro bienestar. Estos psicólogos trabajaron con personas que habían sufrido un trauma y vieron cómo se graban las huellas dolorosas en nuestro cerebro.

A cada una de estas personas, le leyeron una descripción de su experiencia traumática. Mientras tanto, escaneaban su cerebro. Así se pudo apreciar que quienes sufrían estrés postraumático, reaccionaban de manera diferente. En la práctica, se activaban zonas como la amígdala, relacionada con las respuestas emocionales de miedo, y la corteza visual. Sin embargo, el área de Broca, relacionada con el lenguaje, no mostraba una gran actividad.

Este y otros estudios similares nos desvelan que cuando no aceptamos un hecho doloroso, este se mantiene activo en nuestro cerebro y cada vez que lo recordamos, lo revivimos como si fuera una situación real. El problema radica en que no hemos cerrado ese capítulo, no le hemos encontrado un sentido a la experiencia y, por ende, no hemos podido convertirla en una experiencia narrativa más de nuestras vidas.

Hasta que no logremos cerrar ese círculo, esa experiencia continuará provocando dolor y sufrimiento. De hecho, nos puede sumir en una especie de vértigo emocional que nos impide mirar con claridad al futuro y cicatrizar las heridas.

Aprender a desprendernos de lo que nos daña

Existen miles de razones por las cuales nos aferramos al pasado pero en su base siempre se encuentra el miedo a lo desconocido y nuestra tendencia a mantenernos en la zona de confort. Aunque suene contradictorio, nos asusta más dar el próximo paso, que seguir sufriendo en el punto en el que estamos.

Sin embargo, no podemos vivir el presente con un pie en el pasado. Lo que sucedió, sucedió, hay que desprenderse de su influjo porque de lo contrario, no podremos crecer como personas.

De hecho, crecer no implica solamente apropiarse de nuevas habilidades, conocimientos y conocer nuevas personas sino que significa, fundamentalmente, desprenderse. Para ganar algunas cosas, debemos desprendernos de otras. Y eso significa que debemos tener el coraje para cerrar ciclos de nuestra vida y dejar atrás personas o experiencias que aunque en su momento nos brindaron mucha felicidad, pero que ahora no son más que un lastre para nuestro crecimiento.

¿Qué debemos dejar ir?

- Todo lo que nos daña y genera un sufrimiento innecesario.

- Todo lo que nos arrebata la felicidad y hace que muramos un poco cada día, apagándonos lentamente.

- Todo lo que nos mantiene atados al pasado a base de falsas esperanzas.

- Todo lo que no tiene sentido en nuestra vida y no encaja en nuestra nueva visión del mundo.

- Todas las personas que nos han abandonado y que no desean que formemos parte de su vida.

- Todos esos lugares en los que ya no nos sentimos a gusto y a los que solo acudimos por deber o por hábito.

- Todas esas costumbres, creencias y actitudes que son un obstáculo para la nueva etapa de la vida que vamos a afrontar.

Cerrar círculos de la vida no es un final, es más bien el principio de algo nuevo.

Cerrar círculos duele, pero es necesario

Por supuesto, cerrar determinados capítulos de nuestra vida no es tan fácil. A menudo requiere tiempo y nos vemos obligados a pasar por una etapa de duelo en la que podemos experimentar muchas emociones, desde la rabia y el resentimiento hasta la tristeza y la nostalgia. Todas esas sensaciones son completamente normales y forman parte del proceso de desprendimiento. Lo importante es no quedarse estancados en ninguna, experimentarlas en su debido momento y después dejarlas ir, hasta que hayamos hecho las paces con nuestro pasado y en su lugar solo quede la serenidad.

En este sentido, el mito de la renovación del águila nos permite comprender mejor la necesidad de ir cerrando capítulos de nuestra vida:

“El águila es un ave longeva pero cuando llega a la mitad de su vida, debe tomar una decisión difícil.

En ese momento, sus uñas son demasiado curvas y flexibles, por lo que no le permiten capturar a sus presas. Su pico también se curva excesivamente y sus plumas se hacen muy gruesas, dificultando el vuelo.

Entonces el águila tiene solo dos alternativas: morir o afrontar un proceso de renovación particularmente doloroso.

Tendrá que volar hasta una montaña, hacer un nido y romper su pico contra la roca. Esperará hasta que crezca uno nuevo, con el cual se arrancará las uñas y las plumas.

Se trata de un largo, doloroso y solitario proceso de renovación pero el águila que consiga llegar hasta el final, estará lista para remontar el vuelo y vivir muchos otros años”.

Por supuesto, se trata tan solo de una metáfora pero, al igual que el águila, hay momentos en la vida en que debemos deshacernos de ciertas cosas para poder continuar adelante. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de morir aplastados bajo el peso de ese sufrimiento.




sábado, 1 de agosto de 2015

ALMAS GEMELAS QUE COINCIDIMOS EN EL TIEMPO, PERO CON BILLETES A OTROS DESTINOS


Tal y como diría aquella canción: “tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio… y coincidir”. No hay duda, en ocasiones la casualidad teje maravillosas oportunidades que nos hacen conocer a esas almas gemelas, seres perfectos, que ponen luz y un sendero nuevo a nuestras vidas.

Son almas que coinciden en un mismo instante y que llegan a compartir con nosotros un breve fragmento de tiempo, meses o incluso años inolvidables, pero que sin embargo, al final todo se rompe y se viene a bajo como un castillo de naipes llevado por el viento.

Era, a tu parecer, la pareja perfecta, pero por diversas circunstancias nada de eso ha podido ser, cada uno de vosotros coincidisteis en un mismo andén de la vida, pero llevabais billetes para destinos diferentes.

En ocasiones, el amor no es suficiente para mantener una relación, a pesar de que esa alma sea el reflejo de la tuya. A veces hay distorsiones inconciliables o altos costes imposibles de mantener. Hay amores imposibles que nos hacen vivir fragmentos de tiempo perfectos, fugaces e intensos pero que llevan desde el inicio, fecha de caducidad.

La importancia de arriesgar y experimentar en la vida

Una vida sin riesgo y sin decisión, es una vida no vivida. Es posible que sepas desde el principio que determinadas experiencias pueden suponerte un alto coste, puede que seas consciente de que salir de esa zona de confort que es tu hogar y esa seguridad cotidiana, va a traerte la incertidumbre de “no saber”, y el riesgo de cometer no uno sino “varios errores”.

Arriesgarse es perder el equilibrio, pero en cada paso que damos aprendemos también a levantarnos de las caídas y a caminar otra vez con más seguridad. Lo mismo ocurre con nuestras relaciones afectivas, ahí donde nadie dispone del manual perfecto, ni viene a este mundo siendo un auténtico gurú de ese amor que es inmune al sufrimiento, de ahí que valga la pena tener en cuenta estas dimensiones.

¿Es verdad que existen las “almas gemelas”?

Es muy posible que al leer el título de este artículo hayas pensado que si en verdad existen las almas gemelas, éstas, jamás cogerán rumbos diferentes, porque las almas que son iguales están predestinadas a estar siempre juntas. No te equivoques, no hagas saltos al vacío sin paracaídas.

Los amores perfectos no existen, se trabajan día a día afrontando costes e invirtiendo tiempo y esfuerzos. Y aún más, en ocasiones el amor no es la única respuesta a todos los problemas, no es la respuesta a todas las dudas ni el puente a todos los vacíos emocionales. Hay grandes amores condenados a ofrecerse un gran sufrimiento ¿La razón? Hay muchas: falta de comprensión, egoísmos, inmadurez, diferentes intereses…

El destino teje en ocasiones maravillosos encuentros con personas que nos parecen “perfectas”, sin embargo, en ocasiones ese amor lleva fecha de caducidad casi desde el principio, es un alma gemela con la que compartir un tiempo determinado, disfrutando de cada minuto, de cada segundo… No obstante, recuerda siempre que tu alma gemela debes ser tú mismo/a, tú ese amor propio y cuidar cada día para seguir manteniendo el equilibrio a cada paso que das.

La importancia de arriesgarse en el amor

En ocasiones lo sabemos. Hay algo en nuestro interior que nos dice que esa relación no va a mantenerse en el tiempo, que te va a traer sufrimiento, que todo va a ser breve y puede que hasta doloroso. ¿Cometemos entonces un error al arriesgarnos?

En absoluto, no lo será siempre y cuando sepas muy bien dónde están los límites y recuerdes proteger tu autoestima. El amor es una aventura que merece ser vivida, y lo más probable es que si decides dejar escapar esa oportunidad, lamentes toda tu vida el no haberte arriesgado, el no haber bajado corriendo de ese andén y haber abrazado a esa persona hasta perder el aliento.

Lo que ocurra después nadie puede saberlo, tanto si es ese amor dura toda tu vida o si al final esa relación es tan breve como intensa y te ocasione más sufrimiento que felicidad, todo habrá valido la pena. Es tiempo vivido, es tiempo aprendido, tiempo en el cual has vibrado, reído y llorado.

Las penas que tengas después, las curará el día a día, pero sin lugar a dudas, puede que sea más doloroso lamentar el no habernos arriesgado, que el recordar un amor que no pudo ser. Eso, es el libro de la vida, y como tal, debemos escribirlo cada día.

No existe el amor sin riesgo, quien no se aventura no vive, quien no se esfuerza no ve la recompensa. Y a pesar de de que esa relación con nuestra “aparente” alma gemela no durará, ten por seguro que ese amor perdurará en tu recuerdo toda la vida.




viernes, 31 de julio de 2015

LO QUE HEMOS OLVIDADO DE LA VIDA

¿Te has puesto a pensar en todas las cosas bonitas que te rodean? ¿Cuándo fue la última vez que agradeciste por los pequeños placeres o momentos de felicidad? Es sorprendente con qué facilidad el ser humano se olvida de lo que realmente importa y pone su atención en cosas irrelevantes.


Quizás deberíamos tener el hábito de repetirnos una y otra vez que la vida es bella con todo lo que tiene y darnos cuenta de que al poner en la balanza, lo positivo pesa más que lo negativo.

Cuando las cosas no salgan como tú esperas, cuando te sientas abatido o que el mundo se derrumba a tus pies, recuerda las siguientes “verdades de la vida”:

-Estar ocupado no es sinónimo de ser productivo: Todas las personas que nos rodean van a mil por hora, pero eso no significa que estén haciendo algo para cumplir sus sueños o lograr sus objetivos.

Correr de un sitio a otro, estar pendientes del móvil todo el día o acudir a 10 reuniones el mismo día, no es garantía de éxito… ¡sino todo lo contrario! La productividad se relaciona con la concentración y la focalización.

-Tener miedo es causa de arrepentimiento: Ten mucho cuidado con los temores, les encanta matar a los sueños. Este enemigo silencioso pero muy presente, crece cada vez más si se lo permitimos.

El temor nos impide dar pasos hacia adelante y cumplir nuestras metas. Pero todo no termina allí (como si fuera poco), ya que después nos arrepentimos de lo que no hicimos.

-No se necesita una disculpa para poder perdonar: Si nos quedáramos esperando que todo el mundo se disculpara para perdonarlos… ¡estaríamos enojados con el universo completo!

El perdón no es un acto que únicamente atañe al perdonado, sino también al “perdonador”. No olvides que el odio, la ira y el resentimiento nos enferman y no nos permiten avanzar.

-Después de un fracaso siempre llega el éxito: Igual que ocurre con la tormenta y el arcoiris. ¿Si no te equivocas, cómo puedes triunfar?

Hasta que no aprendas a comprender los errores, no tendrás éxito. Piensa sino en los intentos que hicieron los científicos antes de encontrar la respuesta a sus hipótesis o las veces que tuviste que caerte de la bicicleta hasta que aprendiste a montarla.

-Vives según lo que has construido: Un refrán similar a este es “cosecharás lo que siembras” y es realmente así. No eres una víctima de las circunstancias, del destino o de lo que quieras echarle la culpa. Tus decisiones y actos te han llevado a donde te encuentras hoy.

Tienes dos opciones, seguir hacia adelante o quejarte por tus errores.

-La autoestima se alimenta desde el interior: Por más que digan: “qué lindo te queda el corte de cabello”, “qué buena presentación has hecho en la reunión” o te feliciten por la nota de un examen, nada tendrá sentido si no cuentas con amor propio.

Ten en cuenta las opiniones ajenas cuando sean positivas o te ayuden a mejorar, no cuando intenten destruirte. Y recuerda que si no te amas tú… entonces ¿quién lo hará?

-Somos el reflejo de quienes nos rodean: Si bien no siempre se puede elegir a quien tenemos al lado (la familia, los colegas de trabajo o universidad) sí tenemos la posibilidad de escoger con quienes relacionarlos y con quienes no. Intenta estar rodeado de gente que te haga mejor persona, no peor, que te ayude y te inspire, no que te denigre y te haga sentir disminuido.

-Los cambios son inevitables: Todos los días cambiamos, aunque no lo queramos. Tenemos 24 horas más de vida que ayer, por empezar. No solemos querer lo desconocido porque nos da incertidumbre. Nos aferramos a lo que conocemos porque nos inspira confianza. Pero esto no siempre es así. Hay veces en que los cambios son necesarios para crecer y desarrollarnos, para avanzar y lograr lo que deseamos.

-¡Vive el momento! No olvides que por alguna razón, al hoy le han puesto “presente”… ¡Porque es un regalo! Y es lo único que tienes por seguro, el ayer ya pasó y el mañana no sabes lo que te deparará. No importa cuánta añoranza ni ansiedad tengas, no puedes cambiar otro tiempo que no sea el presente.



jueves, 30 de julio de 2015

ATRAE EL AMOR A TU VIDA

“El verdadero amor es desinteresado y está exento de todo miedo. Se derrama sobre el objeto de su afecto sin que pida nada a cambio. Su alegría está en la alegría de dar.”
(Florence Scovel)

El amor es una de las ilusiones más grandes del ser humano. Este sentimiento nos desborda de una energía positiva que hace que todo fluya con más libertad.

¿Te has encontrado buscando desesperadamente a la pareja perfecta? ¿Tu aspiración más grande es sentirte complementado con la persona que haga girar tu mundo? Tal vez, ahora no creas que tendrás éxito pero no debes desesperarte.

Deja de vivir en la ilusión

“Mejor una cruel verdad
que una cómoda ilusión.”
(Edward Paul Abbey)

Hemos crecido rodeados de cuentos de hadas e historias con finales felices que incluyen al príncipe o la princesa perfecta. La realidad es mucho más compleja que eso por lo que es momento de dejar de soñar.

El amor va a llegar a tu vida, eso es cierto. Pero debes aprender a ver. Tú eres humano, tu pareja será humana y ninguno será perfecto. Lo que debes buscar es a alguien con quien seas compatible, dejar de esperar que alguien golpee tu puerta y salir a encontrarlo.

Es importante que seas realista en lo que buscas. No puedes esperar toda la vida por la persona perfecta porque simplemente no existe. Busca a quien sea compatible con lo que eres y lo que buscas para el futuro.

Mantente atento a lo que tienes cerca

Puede pasarte que tengas la certeza que en tu entorno no hay nadie que te interesa. Pues bien, entonces debes salir a encontrarlo. No me refiero a páginas de contactos, aunque pueden funcionar. Lo mejor es comenzar algún curso que te interese mucho, que te divierta y entretenga. Puede ser yoga, pintura, cocina o lo que sea.

Verás que las personas que concurran a ese curso tienen intereses similares a los tuyos.  Ya vas a tener cosas en común, solo falta que veas si son compatibles en lo demás. Lo que debes evitar siempre es “ir de cacería”. Enfócate en conocer al resto de los participantes, pasarlo bien y socializar.

Viste para aquello que buscas

“Aparentar es la llave más próxima a la falsedad
y por ende, a la soledad.”
(Anónimo)

¿Sientes que siempre te involucras con las personas equivocadas? Esto es más común de lo que imaginas y pasa cuando damos la imagen incorrecta. Asegúrate de vestir y actuar de la forma más natural. No busques impresionar a alguien o llamar la atención poniéndote ropa diferente a tu estilo.

Quien te mire debe mirarte y sorprenderse contigo tal cual eres. Además, es muy cierto que la primera impresión es muy importante, seguramente tú también analizarás al otro. Piensa que si la relación perdura, tarde o temprano te verá realmente como eres y si no le gusta esta nueva versión habrá problemas. Quien te quiera te va a querer por lo que tú eres.

Sé sincero

Deja claro desde el inicio tus opiniones. Debes decir “No” cuando sea necesario. La persona que te está conociendo y que quiera ser parte de tu vida, debe tener claro cuáles son tus gustos, que cosas te desagradan y qué te hace reír. No tienes que ser complaciente al inicio porque si no, el final va a ser un infierno.

La sinceridad debe ser tu arma más preciada. No comiences la relación con engaños, juegos o cosas que no sean ciertas. Es simple: si engañas a la otra persona, la relación será una mentira. Expresa siempre lo que sientes y confía en el otro para formar una pareja estable y segura. Si no hay preocupaciones innecesarias sólo tendrán tiempo para disfrutarse.

Enamorarse es un proceso

No te obsesiones con encontrar el amor. Esto es un proceso que lleva su tiempo y durante el camino conocerás, te equivocarás y seguramente saldrás lastimado. Sin embargo, la recompensa final vale la pena y todas las experiencias te prepararán para tu relación final. Por ahora, diviértete, conoce gente nueva y relaciónate con la que ya está en tu vida.

“El verdadero amor no es otra cosa que
el deseo inevitable de ayudar al otro
para que sea quien es.”

(Jorge Bucay)




Fuente: La mente es maravillosa.com

miércoles, 29 de julio de 2015

LA MAGIA DE SER MUJER DESPUÉS DE LOS 40

Se necesita mucho valor para amar a las mujeres marcadas por el pasado, aquellas de carácter fuerte pero de corazón bueno. Se necesita mucho amor para curar las heridas y las desilusiones.

Pero, sobre todo, se necesita ser inteligente, porque son tan maduras y tan experimentadas que ya no creen en lo que sienten, sino en lo que estés dispuesto a hacer por ellas.

Walter Riso

Ya no tenemos la figura de los 20 años, pues las piedras del camino han moldeado nuestro cuerpo. Nuestra mirada es cómplice, pues se ha formado durante años, permitiéndonos manejar el arte de amar a nuestros hijos, a nuestra pareja, a nuestros familiares y a nuestros amigos.

Acumulamos de manera perfecta la experiencia y la juventud, lo que nos hace dominar el arte y el manejo de nuestra esencia, sumando vida a los años que hemos disfrutado y que nos quedan por disfrutar.

Porque una mujer de más de 40 deja huella por dónde camina, haciéndose dueña de sus pasos. Siente que pisa fuerte, transmite seguridad en sí misma y ha logrado una estabilidad y un equilibrio emocional y personal que hipnotiza.


Más de 40 soplos de aire fresco…


¿Que cuántos años tengo?

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.

Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.

Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.

¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas…
Valen mucho más que eso.

¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!
Lo que importa es la edad que siento.

Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.

¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.

José Saramago

Los 40 y los 50 son un momento peculiar, en el que te encuentras entre dos generaciones que ponen en evidencia lo efímero de la vida, por eso nos damos cuenta de que hay que aprovecharla y conciliar nuestros mundos. Dejas de preocuparte por lo que pasó y por el que pasará para comenzar a disfrutar de lo que está pasando.

A partir de los 40 por fin entendemos  que cada persona que te encuentras tiene un papel. Algunas personas te ponen a prueba, otra te utilizan, no falta quien te ama y te enseña, pero las personas realmente importantes son las que sacan lo mejor de ti. Son y serán personas pocos comunes y extraordinarias las que te recuerdan que todo ha merecido la pena.

La magia del momento

Las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto. Hoy tienen cuarenta y pico, y son bellas, muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas y, sobre todo, endiabladamente seductoras, esto a pesar de sus incipientes patas de gallo o de esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos, pero que las hace tan humanas, tan reales…

Hermosamente reales.

Sharon Stone con 48 años.

Muchas mujeres de más de 40 ya se han visto en situaciones complicadas. Han podido ser renegadas y rechazadas por su sociedad. Han vivido traiciones y desengaños que las han hecho madurar. Han podido sentir en su piel el desgarro de separaciones deshonrosas, de abandonos y de menosprecios.

Están forjadas en el fragor de la batalla y heridas por las flechas más inesperadas. Han cargado sobre sus espaldas gran parte del peso de la vida y, por eso, las mujeres con más de 40 han desarrollado un séptimo sentido que les permite ir más allá, mantenerse serenas y reconciliarse con la vida.

A modo de chiste, se dice que una mujer de 20 años puede ser atractiva, la de 30 puede ser seductora pero solo después de los 40 se puede ser irresistible. Este es el resultado de una mezcla perfecta entre experiencia y juventud.

De alguna manera, la mujer de más de 40 ha dado un importante paso en la búsqueda del amor, ahora se ama a sí misma mucho más que lo que lo hacía un década atrás.

No te olvides, mujer…

Tienes los años que permiten mirar la vida con calma pero con el interés de seguir creciendo. Ahora es cuando el amor puede ser ardiente o un remanso de paz. Cuando puedes gritar sin miedo tus temores y hacer lo que deseas aún temiendo al fracaso. Hoy puedes amarte, aceptarte y abrazarte, porque los años te han convertido en una persona mucho más plena, mucho más TÚ.




martes, 28 de julio de 2015