lunes, 6 de julio de 2015


11 FRASES QUE NO DEBERÍAS DECIRTE A TI MISMO

Quizás alguna vez te hayas parado a pensar en que nunca dejas de hablar contigo mismo. Ese diálogo interno es el que nos permite integrar y dar sentido a los hechos que acontecen a nuestro alrededor.

Aunque nos puede dar la sensación de que esos pensamientos tal como vienen se van, lo cierto es que se sucede una constante interacción entre ellos y cómo actuamos, cómo sentimos y cómo reacciona nuestro entorno.

Las personas controlamos, en gran medida, nuestro propio destino sintiendo y actuando conforme a nuestros valores y creencias.

Las consecuencias emocionales y de comportamiento se activan a partir de esas creencias o pensamientos que surgen en nuestro diálogo interno.

Nuestra sociedad, nuestra familia y, en general, nuestro entorno nos adoctrina de tal modo que llegamos a creer una serie de ideas supersticiosas o sin sentido, las cuales nos trastornan emocionalmente.

Por ejemplo, la necesidad de tener la aprobación de los demás a toda costa, lo terrible que es que las cosas no vayan como queremos, la creencia de que la felicidad puede lograrse por inercia o inacción, etc. Así, es frecuente que en nuestro diálogo interno pronunciemos algunas de las frases que nunca deberíamos decirnos:

   1. Debo tener éxito en todo lo que me proponga / Sólo existen ganadores o perdedores en esta vida. Se podría decir que el todo o nada no es positivo ni sano para nosotros. ¿Realmente está fundamentada ésta creencia? Las grandes personalidades de la historia o los grandes imperios se construyeron en base a equivocaciones (el descubrimiento de las radiografías, Fleming y la penicilina; Cristóbal Colón pretendía llegar a la India y no a América).

   2. Si fallo en esto es que soy un inepto, si me equivoco fracasaré. Errar y fallar es parte del éxito. Tienes que darte la oportunidad y otorgarte el derecho de hacerlo pues es lo que te conducirá conseguir lo que te propongas.

   3. Si no obtengo la aceptación y aprobación de los demás no podré ser feliz. Este tipo de creencias es de las más comunes. Es importante no sentirnos rechazados pero ni es necesario ni es posible que todos nos acepten. Es una realidad con la que tenemos que vivir y que nos ayudará a aceptarnos a nosotros mismos.

   4. No puedo vivir sin ti / Te necesito para ser feliz. Como ya repasamos en este artículo, ese tipo de pensamientos tienen su origen en una concepción errónea del amor y la entrega pero puedes aprender a proteger tu independencia emocional.

   5. No está de acuerdo conmigo porque no le gusto. / Los demás no me valoran porque no valgo para  nada. / Mi valía personal depende de lo que los demás piensen de mí. Para el común de la sociedad la crítica significa rechazo personal; quizás la razón sea que no somos demasiado buenos en construir críticas que aporten aspectos positivos.

Por esto mismo las críticas infundadas deben ser cuestionadas desde un punto de vista racional. Emerson dijo en una ocasión: “no me dejes caer en el vulgar error de soñar que soy perseguido cada vez que alguien me contradice”

   6. No puedo aguantar que los demás me digan lo que tengo que hacer. Obviamente tú eres quien debe desempeñar tus tareas pero tampoco has de cegarte en no hacer caso a consejos o valoraciones externas. Esto no te impide revalidarte como persona ni perder identidad sino absorber lo suficiente de tu entorno para ser cada día mejor. Ni blanco ni negro, en este sentido se aceptan los tonos grises.

   7. No soy suficientemente bueno. / No puedo, no merece la pena intentarlo, no lo conseguiré. Aquí cabe decirte que no te olvides de una premisa muy importante en tu vida: tanto si crees que puedes como si crees que no puedes llegarás a tener razón. Es decir, que querer es poder y que el primer paso para conseguirlo es intentarlo, una y otra vez.

   8. No hay que confiar en nadie, hay que mantenerse siempre en guardia. Desconfiamos porque sabemos el ser humano se equivoca, porque nosotros nos equivocamos, porque queremos protegernos de esos errores. Esto no es nuevo, tenemos cerraduras, candados y llaves para proteger lo importante de nuestra vida, ¡cómo no nos vamos a proteger nosotros mismos! Ahora, ¿es realmente efectiva esta desconfianza?

Vivir de forma más flexible nos brindará vivencias que con la desconfianza por bandera no podemos experimentar. Si consideras que tienes motivos para protegerte igual no te falta razón, pero ten en cuenta que no todas las personas son malas.

Quizás esa desconfianza lleve a los demás a comportarse como esperas a partir de tus reacciones (profecía autocumplida). Eso siempre te va a restar a ti.

   9. Soy mejor que los demás. La humildad construye los cimientos de la decencia y la honorabilidad. Se suele decir que para uno mayor hay otro superior y realmente creernos superiores a los demás nos llevará a mantener una actitud prepotente y nada deseable. Conocemos a Sócrates como uno de los hombres más sabios que han existido y al mismo tiempo se le atribuye la frase de “yo sólo sé que no sé nada”. ¿Contradictorio, verdad? Quizás no tanto, párate a pensarlo.

   10. Soy un inútil/No valgo para nada.  No existe la inutilidad y este pensamiento puede llevarte a desmotivarte, dejar de lado tus aspiraciones y abandonarte a la inercia. Todos, absolutamente todos, estamos en constante actuación con nosotros y nuestro entorno. ¿Qué evidencia tienes para creer que no vales para nada?

   11. Ya no me quiere, me lo merezco. Te garantizo que lo que te mereces es pensar que te mereces lo mejor. Sufrir cuando alguien se aleja de nosotros es inevitable pero lo adecuado es que tus fuerzas estén dentro de ti mismo y con ello tus recompensas y placeres.

Si crees que no te pronuncias a ti mismo alguna de estas frases, te invitamos a que repases lo que te viene a la cabeza iniciando diferentes frases con “Debería de hacer/Debería de ser/ Tengo que ser, etc. ¿Realmente no hay ningún pensamiento dañino para ti?

En caso de que te sientas identificado con alguno de los aspectos comentados, te damos las claves para evitar estos pensamientos:

-Acepta sólo como realidad aquellos hechos que pueden ser observados y comprobados. Quizás no te haya salido bien la cena pero eso no significa que seas un inútil, seguro que haces decenas de cosas al día que prueban que no lo eres.

-Acepta como válidas sólo aquellas proposiciones que se deriven de forma lógica, sin contradicciones. Esto es, SÉ LÓGICO a la par que RAZONABLE a la hora de valorarte. No te permitas contradicciones o frustraciones en cuanto a ti mismo.

-Ser flexible y estar dispuesto a cambiar las propias ideas y teorías en función de la nueva información. Si te paras a observar desde otro prisma la realidad puede resultar más gratificante. Las personas que adoptan una forma de pensar flexible y tolerante se sienten mucho mejor consigo mismos y no se boicotean.

-No se puede condenar o premiar algo en términos absolutos.  Evita hacerte afirmaciones categoriales de todo o nada. Prescinde del uso de palabras como siempre/nunca a la hora de valorarte y valorar tu entorno pues indican que algo no puede cambiar. No te juzgues en términos de esencia sino en términos de comportamiento (Por ejemplo decirte que “Eres un despistado” no es bueno para ti, reemplázalo por  “estás muy despistado”)

-Es importante contemplar nuestros pensamientos y atribuciones desde una perspectiva de probabilidad y no con certeza ciega. “Es probable que me cueste conseguirlo pero lo voy a intentar” es sustancialmente diferente a “no voy a conseguirlo, nunca podré hacerlo”

Puedes darte cuenta de que estás distorsionando pero sin embargo no ser capaz de abandonar tu visión. Intenta determinar qué factores influyen en lo que te ocurre, busca siempre interpretaciones alternativas incluso cuando estés muy seguro de lo que piensas, buscas soluciones, cuestiona la evidencia y contrasta tus predicciones con la realidad. La vida es maravillosa.




Playa del Mal Nombre, Jandía - Fuerteventura



domingo, 5 de julio de 2015


"Bajo la misma estrella", film basado en el libro del mismo nombre del escritor " John Green. 

Simplemente maravillosa. La película es muy emotiva, ahonda en temas filosóficos, dando una visión diferente de la vida cuando los días están contados. El amor, siempre presente, traspasa la pantalla. ¿Qué haríamos si nuestro tiempo fuera limitado?

https://youtu.be/u0lK-77FqZ0







"Después de algún tiempo, uno aprende que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias y que lo importante no es lo que tienes en la vida, sino a quién tienes en la vida". 

William Shakespeare


sábado, 4 de julio de 2015

Katrin Burow, ¡lo has vuelto a conseguir! Es campeona del Mundo por 6ª vez, en esta ocasión de la Doble Ultra Triathlon World Championship EXtremeMAN celebrado este fin de semana en Hungría. 7,6km natación, 360km bicicleta y 84,4km carrera. Vive en Gran Tarajal, donde entrena diariamente. Si en algo he contribuido desde hace más de un año a este y otros buenísimos resultados en su carrera deportiva, yo también me siento ganadora. ¡Felicidades, Katrin!


Katrin Burow, you did it again! She is for the 6th time world champion of the Double Ultra Triathlon World Championship EXtremeMAN held this weekend in Hungary. 7,6km swim, 360km bike and 84,4km run. She lives in Gran Tarajal, Fuerteventura, where she trains daily very hard. If anything I have contributed for over a year on this and other great results in her career, I also feel a winner. Congratulations, Katrin!



Playa de Morro Jable.



NO ME CORTES LAS ALAS

Es posible que a lo largo de tu vida, hayas experimentado esta sensación más de una vez. El percibir que no puedes avanzar, que no te permiten conseguir aquello que deseas, bien porque te “cortan las alas” o tal vez, porque te ponen unos grilletes con el fin de que no puedas escapar de una determinada esfera de control.

El crecimiento personal demanda oportunidades y confianza, además de valentía y voluntad propia. A la hora de hablar de este concepto podemos fijar nuestra atención por ejemplo en los padres o incluso en los educadores, esas figuras de poder que muy a menudo, ejercen como “cortadores de alas” habituales.

Modelos educativos en los cuales se “castra” la curiosidad natural de los niños, encauzándolos por unos parámetros establecidos donde no hay espontaneidad, ni creatividad… Al final educamos alumnos iguales y estandarizados y de mentalidad rígida, que no se terminan de adaptar a un mundo tan complejo como el actual.

Ahora bien, no solo son los padres o los educadores los que a menudo limitan el crecimiento personal de los más pequeños. Hay veces, en que esas tijeras están sujetas por nuestras propias parejas, relaciones en las que lejos de “crecer”, de avanzar y madurar como persona, se nos vetan muchas libertades y aspiraciones.

Un tema complejo del que merece la pena hablar.

¿De qué manera podríamos definir el crecimiento personal? En ocasiones, sentimos esa inquietud en nuestro interior que tiene forma de vacío y de ilusión, todo al mismo tiempo. Las personas estamos henchidas de metas y proyectos, de aspiraciones con las cuales, retarnos a nosotros mismos para sentirnos capaces, útiles y valiosos.

En ocasiones no son grandes proyectos, en absoluto, hay veces que solo deseamos sentirnos bien, sentirnos independientes, valientes, y seguros de nosotros mismos. Sin embargo, todo el círculo social que se extiende a nuestro alrededor va a tener mucho peso a la hora de poder alcanzar estas dimensiones, en ocasiones, tan básicas como elementales.

¿Cuáles son las principales barreras del crecimiento personal? ¿De qué modo podemos vencerlas? 

Veámoslo:

1. La desconfianza: La desconfianza de los demás y también, la que nosotros mismos podemos desarrollar sobre las propias capacidades. En ocasiones es una especie de círculo vicioso. Pensemos por ejemplo en esos padres sobreprotectores que ponen una barrera tras otra para que su hijo, siga en la unidad familiar.

Harán lo posible para que siga siendo dependiente, frustrando incluso algunos aspectos laborales e incluso poniendo muros para que encuentre una pareja. Cortarán sus alas una y otra vez, consiguiendo que se autoperciba como una persona “no válida” para determinadas cosas. Es un riesgo muy elevado.

2. La inseguridad: Resulta curioso ver como en ocasiones, personas que llevan una vida vital, intensa e independiente, establecen de pronto relaciones de pareja en las cuales, acaba cambiando su personalidad. El control por parte de uno de los miembros, acaba generando dependencia, y la dependencia se trasforma en miedo y en inseguridad. Son relaciones tóxicas donde queda completamente desvanecida cualquier tipo de crecimiento personal.

3. Pérdida de control: En el momento en que percibimos que nos están cortando las alas, y que a su vez, lo permitimos, perdemos todo el control de la situación. ¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué dejamos que otros levanten muros a nuestro alrededor vetando nuestro crecimiento personal?

En ocasiones es por miedo, otras por un cariño o un amor tóxico al que somos dependientes y que no nos atrevemos a romper. Puede que sea también por escasa fuerza de voluntad, porque es demasiado tiempo conviviendo en esa zona de confort donde todo es seguro y previsible… Son sin duda, muchos factores a tener en cuenta.

No permitas que lo hagan, no dejes que nadie decida por ti ni que cerque tus aspiraciones. Lo que sientes en tu interior debe actuar como una mecha y como un interruptor que debe hacerte reaccionar. El crecimiento personal requiere valentía y saber buscar ese viento que hará navegar el timón de tu barco.

Busca tu océano, emprende tu rumbo girando el rostro a aquellos que desean cortarte las alas. Recuerda que todo aquel que intente hacerlo querrá convencerte de que te quiere, de que hace lo que es mejor para ti, pero no es cierto. Quien ama de verdad no impone ni vulnera, sino que permite y abre el camino para que avancemos en confianza.