miércoles, 24 de junio de 2015

31 CONSEJOS DE SABIDURÍA TIBETANA

 ¿Qué buscamos en el mundo? ¿Salud, paz, dinero, amor? La sabiduría de los monjes tibetanos nos brinda la respuesta: buscamos la satisfacción con nosotros mismos para poder alcanzar ese placer con los demás.

El budismo tibetano se desarrolló en los Himalayas, extendiéndose  y siendo de gran importancia en zonas como el Norte de India, Nepal y Bután. Así es que, los sabios tibetanos nos dan unos consejos para tener una vida más feliz y plena. A continuación os los mostramos…


1-Habla lento, pero piensa rápido.

2-No juzgues a las personas por su familia.

3-Cuando digas “Te amo”, dilo de verdad, con el corazón y sin que sea inercia.

4-Cuando digas “Lo siento”, hazlo mirando a los ojos de tu interlocutor. Un perdón hace falta que se sienta.

5-Nunca te rías de los sueños de otras personas ni los desanimes a perseguirlos.

6-Dale a la gente más de lo que esperan de ti y hazlo con gusto.

7-Ten siempre en mente tu poema favorito o una frase que te lo diga todo.

8-No te creas todo lo que escuchas, ni gastes todo lo que tienes, duerme como si no hubiera mañana.

9-Los grandes amores y los grandes logros requieren siempre grandes riesgos.

10-Cuando pierdas, intenta aprender la lección.

11-Respétate a ti mismo, respeta a los demás y asume la responsabilidad de todas tus acciones.

12-No permitas que una pequeña disputa arruine una gran amistad.

13-Cuando sabes que cometiste un error no trates de ocultarlo. Por el contrario, afróntalo e intenta encontrar una solución rápida.

14-Pasa cada día por lo menos unos minutos a solas reflexionando tus actos.

15-Debes permanecer abierto a los cambios, pero nunca dejes de lado tus valores.

16-A veces el silencio es la mejor respuesta.

17-Lee más libros.

18-Confía en los hombres, pero cierra siempre tu puerta con llave.

19-Cuando estés en desacuerdo con tus seres queridos no remuevas hechos pasados.

20-Lee entre líneas a las personas.

21-Comparte todo con los niños, en especial tus conocimientos. Esta es la única forma de alcanzar la inmortalidad.

22-Se amable con la tierra. Ella te da cada día todo lo que necesitas.

23-Nunca interrumpas a los demás cuando estén elogiando.

24-No te entrometas en asuntos ajenos y no des consejos en vano.

25-No confíes en alguien que besa sin cerrar los ojos.

26-Visita, al menos una vez al año, algún lugar en el que nunca hayas estado.

27-Si ganas más dinero de lo que necesitas, usa un poco para ayudar a los demás.

28-Recuerda siempre que no todos los deseos pueden hacerse realidad.

29-Respeta a tus mayores, ellos ya pasaron por donde tú tienes que cruzar ahora.

30-Juzga tu éxito por lo que has tenido que sacrificar para lograrlo.

31-Tu “yo” es el punto final de tu viaje, es decir, alcanzar un profundo conocimiento sobre tu interior.



Dijo Gabriel García Márquez que la sabiduría nos llega demasiado tarde… Yo creo que nos llega temprano en nuestra vida pero que no sabemos acceder a ella. Nos pasamos media vida intentado alcanzar respuestas para todo y conseguir todo lo que deseamos.

Si estos consejos los llevásemos a la práctica y dirigiésemos nuestras acciones conforme a estos valores, alcanzaríamos una tranquilidad interior que facilitaría en gran parte nuestra vida. Vivimos en un mundo que no da cabida a la espiritualidad y a cultivarnos a nosotros mismos, por lo que es sumamente importante explorar. Buscar dentro de nosotros es difícil pero merece la pena.




martes, 23 de junio de 2015

EL REGALO DE SER UNO MISMO
CÓMO CRECER


Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una fresia, floreciendo y más fresca que nunca.

El rey preguntó: ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?

No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: “Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda”.

Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mírate a ti mismo.

No hay posibilidad de que seas otra persona.

Puedes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o puedes marchitarte en tu propia condena…

Jorge Bucay


La mejor versión de uno mismo

Ya lo decía Albert Einstein “Todo el mundo es un genio. Sin embargo, si juzgas a un pez por su habilidad para escalar un árbol, pasará toda una vida pensando que es un estúpido.”

¿Quién eres en realidad?

Desde muy pequeños se nos enseña a juzgarnos a nosotros mismos teniendo en cuenta las cualidades y opiniones de los que tenemos alrededor. Pero si continuamente nos comparamos con los demás, difícilmente llegaremos a conocernos profundamente. Para ello, tendremos que observarnos ante el espejo detenidamente y buscar todas esas potencialidades que muchas veces tenemos escondidas bajo nuestros miedos y hábitos.

Compararse continuamente no suele ser una buena fórmula para mantener una buena autoestima, incluso puede llevarnos a tener una percepción deformada de uno mismo.

Las comparaciones al igual que tienen un aspecto negativo, también tienen otro positivo, y es la capacidad de darnos cuenta de que existe una gran variedad de formas de pensar, actuar y sentir.

No se trata de que nos parezcamos a otros, ni de ser exitosos, competentes o divertidos como los demás, sino de aprovechar nuestras cualidades, las mejores que tengamos, junto a nuestro talento y originalidad.

Nadie es exactamente igual a nosotros. Todos somos diferentes. Nadie ha vivido todas las experiencias que cada uno de nosotros ha vivido ni de la misma manera. Cada persona tiene su historia. Por lo tanto al compararnos, comparamos cosas diferentes, tomando tan solo unas cuantas características o rasgos. Por eso la oportunidad de ser uno mismo, resulta ser tan valiosa.

Cada uno de nosotros tiene múltiples características, unas que nos hacen la vida más fácil, mientras que otras puede que nos la dificulten en ocasiones, pero juntas hacen que seamos irrepetibles.

No significa que no intentemos cambiar aspectos de nosotros mismos que nos apetezcan, ya que eso no es malo, pero sí hay que tener en cuenta que los verdaderos cambios nacen de la autoaceptación y no desde el rechazo.


Aprender a valorarnos, querernos y aceptarnos es un camino laborioso que se alarga durante toda la vida, requiriendo este sendero muchas veces dosis de motivación y persistencia. Llegar a conocernos a nosotros mismos, formar parte del proceso de autodescubrimiento, hará que nos sintamos más cómodos en nuestra propia piel, además de ser uno de los viajes más emocionantes en el que nos embarquemos.

Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/el-regalo-de-ser-uno-mismo/


lunes, 22 de junio de 2015

La mente, esa gran desconocida...




Magníficas imágenes de Charo Barea, una enamorada de Fuerteventura.




NO ES SER EGOÍSTA, ES CUIDAR DE UNO MISMO

“Decirle a una persona que vamos a dejar de tratar con ella, que necesitamos poner distancia, disfrutar de unos días de aislamiento y soledad, priorizar a unos amigos por delante de otros…” Puede que si en algún momento de tu vida te has atrevido a hacer algo de esto, hayas escuchado aquello de “Eres un egoísta”.

¿Somos de verdad egoístas si nos atrevemos a defender aquello que necesitamos, aquello que nos hace bien? En absoluto, es cuidar de uno mismo, aunque esto, no siempre es fácil de comprender por quienes están a nuestro alrededor. Las personas, generalmente, suelen juzgar con mucha facilidad las acciones ajenas, sin ahondar en las necesidades internas de cada uno, en su equilibrio, en sus felicidades.

Saber lo que es bueno para uno mismo es, posiblemente, una de las cosas más importantes que debemos tener claras. Es tan vital como respirar, como soñar, como mantener una ilusión cotidiana con la cual, encontrar motivación en nuestra vida. Te explicamos por qué y te animamos a ponerla en práctica.

APRENDER A CUIDAR MEJOR DE UNO MISMO

No nos atrevemos. Pasamos la mayor parte de nuestra vida relegando muchos de nuestros sueños, de nuestras necesidades… ¿Por qué razón? Todos tenemos obligaciones diarias, ese trabajo que te quita tanto tiempo y te da tantas preocupaciones, esos familiares que en ocasiones, priorizan sus necesidades antes que las tuyas. O amigos que resultan más tóxicos que terapéuticos…

Sin saber cómo, acabamos priorizando sus vidas antes que las nuestras. ¿Somos así mejores personas? En absoluto.
Para cuidar mejor de uno mismo es primordial que cambiemos un poco el enfoque, las perspectivas. El mayor riesgo que podemos tener es que al final, llegue un día, en que nos sintamos completamente frustrados, con la sensación de que la vida, se nos va por esas cañerías invisibles del tiempo.

Evítalo, pon en práctica estos consejos:

1. ¿Cuáles son tus prioridades? Es una pregunta sencilla que a su vez, requiere plantearnos muchas cosas. Tienes claro que lo más importante de tu vida son los tuyos, tu pareja, tus hijos si los tienes… No obstante, no es saludable dedicarles todas las horas del día, ni todo tu tiempo, porque llegará un día en que ese tiempo no “sea de calidad”, que aparezca finalmente la ansiedad y el estrés. Establece límites, tiempos, espacios personales… Ahí donde dispongas siempre de unas horas al día para ti mismo.

2. Sabes lo que necesitas… ¿Por qué no pasas ahora a la acción? Todos sabemos lo que nos hace feliz, lo que nos haría tanto bien en un momento dado, sabemos también a qué personas deberíamos dejar de ver para sentirnos mejor o las cosas que tendríamos que dejar de hacer para estar menos estresados. Entonces ¿por qué no lo hacemos? ¿qué te impide pasar a la acción?

3. Disfruta de tus tiempos y espacios personales. Hay veces en que nos ocurre lo siguiente: por fin tenemos es día libre para nosotros mismos, estamos haciendo lo que queremos y, sin embargo, no podemos dejar de pensar en nuestras obligaciones, en esas personas que dependen de nosotros. Somos incapaces de apagar el móvil y de ser, por un instante, los protagonistas de nuestro propio tiempo. Es complicado, de ahí que debamos hacer un pequeño ejercicio de reflexión de relajación… Estableciendo una necesitada distancia cuando es necesario.

4. Aprende a relativizar. No te obsesiones con cosas que en realidad, no tienen tanta importancia como de verdad crees. Si te sientes mal por decir que “NO” a esa cita, o por haber decidido dejar a esa persona en concreto, entiende que no lo has hecho por egoísmo, sino para cuidar de uno mismo. Hay aspectos, personas y situaciones que nos son muy dañinas, que nos atormentan y que incluso, nos quitan salud. ¿Hemos de seguir alargando esas realidades? No tengas mala conciencia, relativiza, relájate. Mereces ser feliz y nadie tiene por qué cortarte esas alas.




domingo, 21 de junio de 2015

¿POR QUÉ LA FELICIDAD NO ES TAN BUENA COMO PARECE?



La búsqueda de la felicidad es un signo de nuestros tiempos. Pero, como veremos más adelante, está demostrado que no es buscar la felicidad lo que nos hace felices. Entonces, ¿Qué hacer para ser felices? ¿Es la felicidad a lo que debemos aspirar en la vida? Si buscar la felicidad no nos hace felices, ¿Qué nos queda?

En este artículo trataremos de diferenciar la felicidad de la satisfacción. Siguiendo las conclusiones de investigaciones recientes y uno de los mejores escritos sobre la felicidad que jamás se hayan publicado, descubriremos el gran error del planteamiento común sobre la felicidad y la vida en la actualidad, y cuál es el verdadero secreto de tener una vida plena y satisfactoria.

Una experiencia real sobre el objetivo de la vida

En 1946, Viktor Frankl publicó el best seller El hombre en busca de sentido, en el que habla sobre sus experiencias en los campos de concentración nazis. Frankl, psicólogo y neurólogo judío, fue capturado en septiembre de 1942, junto con sus padres y su esposa. Él sobrevivió, pero su familia no. En su libro, Frankl nos da la clave. La conclusión de su libro es clara.

La diferencia entre los que vivieron y los que murieron se reducía a una sola cosa: el significado.

Frankl trabajó como terapeuta en los campos de concentración. En su libro, cuenta el ejemplo de dos reclusos suicidas que encontró allí. Como muchos otros, estos hombres se sentían sin esperanzas. Frankl escribió que, en ambos casos, era una cuestión de conseguir que se dieran cuenta de que la vida todavía estaba esperando algo de ellos.

Y es que, según Frankl, todo se puede tomar de un hombre menos una cosa: la última de las libertades humanas, que no es otra que elegir su actitud en cualquier conjunto de circunstancias, la de elegir su propio camino.

Frankl observó, en los campos de concentración nazi, que las personas que encuentran significado incluso en las circunstancias más terribles eran mucho más resistentes al sufrimiento que los que no lo hacían.

El sentido de la vida y la situación actual

Este mensaje atemporal de Frankl puede parecer que está en contradicción con nuestra cultura actual, en la que parece que la gente está más interesada y comprometida con la búsqueda de la felicidad individual que en la búsqueda de sentido. Al menos, eso es lo que nos quieren vender (y con bastante éxito, por cierto).

Diferentes encuestas e investigaciones en las que se compara la satisfacción de la gente que busca la felicidad con la que busca el sentido de la vida ofrecen resultados muy interesantes, sobre los que merece la pena reflexionar.

En este sentido, en diversas encuestas se puede apreciar como un porcentaje muy amplio de la población no ha descubierto un propósito en su vida que les resulte satisfactorio, independientemente de que sientan satisfechas sus necesidades inmediatas.

Felicidad Vs Significado

La investigación ha demostrado que el tener un propósito y significado en la vida aumenta el bienestar general y la satisfacción, mejora la salud mental y física, aumenta la resistencia, fortalece la autoestima y disminuye las posibilidades de depresión. Sin embargo, la búsqueda decidida de la felicidad está haciendo que las personas sean menos felices, según una investigación reciente.

Curiosamente, Frankl ya escribió que es la misma búsqueda de la felicidad lo que impide la felicidad.

Es por eso que algunos investigadores advierten acerca de buscar como objetivo en la vida el de ser simplemente ser feliz. En un estudio publicado en Journal of Positive Psychology , los científicos  preguntaron a casi 400 personas si pensaban que sus vidas eran significativas  y / o felices.

Los investigadores encontraron que la gente feliz consigue alegría al recibir, mientras que las personas que llevan una vida significativa consiguen alegría al dar a los demás. “La felicidad sin significado caracteriza a una vida relativamente poco profunda, absorta en sí misma, o incluso egoísta, en la que las cosas van bien, las necesidades y el deseo son fáciles de satisfacer”, escribieron los autores.

En concreto, los investigadores descubrieron que las personas que son felices tienden a pensar que la vida es fácil, están en buen estado de salud física, y son capaces de comprar las cosas que quieren y necesitan. La vida feliz se define por la ausencia de estrés o preocupación. Los investigadores dijeron, dicho así, los seres humanos no son los únicos seres que pueden ser felices. Los animales también pueden sentirse felices cuando sus necesidades están satisfechas.

Pero lo que diferencia a los seres humanos, aparte de los animales no buscan  la felicidad, es precisamente la búsqueda de significado en la vida, como bien recordaron los autores del estudio. Los participantes en el estudio encontraban el significado al dar parte de sí mismos a los demás, en utilizar  sus fortalezas y talentos más altos para pertenecer y servir a algo que creen que es más grande que ellos mismos.

Qué es encontrar el significado de la vida

El significado también  trata de trascender el momento presente. Mientras que la felicidad es una emoción sentida en el aquí y ahora, en última instancia, se desvanece, como hacen todas las emociones. Sin embargo, el significado perdura.

En el estudio, las personas que vivían más el presente eran más felices, pero las personas que pasaban más tiempo pensando en el futuro o sobre las luchas del pasado encontraron más significado.

Otro estudio lo confirma. Las personas que tienen significado en sus vidas, en forma de un propósito claramente definido, calificaron su satisfacción con la vida de manera superior, incluso cuando se sentían peor que los que no tenían un propósito claramente definido.

Y esto nos devuelve a la vida Frankl, concretamente a una experiencia decisiva que tuvo antes de ser enviado a los campos de concentración. Siendo aún muy joven, Frankl se había establecido ya como uno de los principales psiquiatras en Viena.

En 1941, sus teorías habían recibido la atención internacional y fue a trabajar como jefe de neurología del Hospital Rothschild de Viena, donde arriesgó su vida y su carrera, haciendo falsos diagnósticos de los pacientes con enfermedades mentales para que no fueran ejecutados por los nazis.

La decisión de Frankl

Con su carrera en la cima y la amenaza de los nazis cerniéndose sobre él, Frankl solicitó un visado para ir a los Estados Unidos, que le fue concedido en 1941. Para entonces, los nazis ya habían comenzado a llevar judíos a los campos de concentración, centrándose en los ancianos primero. Frankl sabía que sería solo cuestión de tiempo que los nazis llegaran a sus padres.

Una vez que lo hicieron, Frankl sintió que tenía la responsabilidad de ayudarles a superar el trauma de la adaptación a la vida de aquel lugar. Por otra parte, como un hombre recién casado con su visado en la mano, sintió la tentación de huir a la seguridad que le ofrecía América, donde podría distinguirse aún más en su campo.

En un aquella difícil situación en la que debía para tomar una decisión, Frankl se dirigió a la catedral de San Esteban de Viena para despejar la cabeza. Necesitaba una señal. Y la encontró al volver, cuando descubrió un pedazo de mármol encima de una mesa de su casa: parte de los escombros de una  sinagoga que los nazis habían destruido, tal y como le explicó su padre.

Contenía un fragmento de uno de los Diez Mandamientos: honrarás a tu padre ya tu madre. Para Frankl la señal fue clara y se quedó.

La sabiduría que Frankl deriva de sus experiencias en los campos, en medio del sufrimiento humano inimaginable, es tan relevante ahora como lo fue entonces. El ser humano siempre apunta, y se dirige, a algo o alguien que no es uno mismo.


Cuanto más se olvida uno de sí mismo, al entregarse a la causa de servir o amar a otra persona, con más intensidad manifestamos nuestra parte más humana. Al dedicar nuestras vidas a dar en lugar de tomar, también reconocemos que hay más cosas buenas en la vida que la simple búsqueda de la felicidad.


Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/por-que-la-felicidad-no-es-tan-buena-como-parece/