miércoles, 17 de junio de 2015

LOS QUE NI COMEN NI DEJAN COMER 


Seguro que a lo largo de tu vida, te has encontrado con este tipo de perfiles en más de una ocasión. Personas con las que es complicado convivir, trabajar e incluso establecer una amistad saludable… ¿Cómo conseguirlo? A instantes resultan accesibles y permisivos, y a los pocos segundos, levantan unos muros infranqueables donde es imposible conseguir o hacer nada.

¿Qué hay detrás de este tipo de personalidades? ¿Una clara inseguridad personal? ¿Envidia? ¿O simples ganas de complicar la vida a quienes tienen a su alrededor? Lo sabemos, no es fácil convivir con ellos/as, en ocasiones incluso logran despertar lo peor de nosotros mismos, no obstante, debemos aceptarlos y tratarlos como lo que son: personas inseguras.

Debemos añadir también que la relación con este tipo de perfiles, se complica aún más cuando son nuestras propias parejas afectivas quienes se comportan como la protagonista de la clásica obra de Lope de Vega, “El perro del hortelano”. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué estrategias debemos asumir en estos casos?


“Sí, pero no…” “Hoy me parece bien todo lo que dices y haces, pero mañana no lo veré bien porque de algún modo, me obliga a decidirme y no estoy preparado para ello.” Todos hemos experimentado alguna vez este tipo de situaciones en las que de pronto, nuestra confianza, nuestras esperanzas, se ven derrumbadas como un barco de papel que escapa corriente abajo.

La inseguridad personal aparece en cualquier ámbito de nuestro círculo personal, no obstante, analicemos los casos más comunes:

-Inseguridad en la educación de los hijos: padres y madres que basan su educación en normas poco firmes, en cambios de enfoque constantes que acaban proyectando a su vez en los niños, la misma inseguridad. ¿Un ejemplo? Padres que prometen a sus hijos que van a hacer determinadas cosas, que les permiten acudir a esa cita, a esa excursión, a esa fiesta… Pero más tarde, recapacitan y les dan una negativa.

-Inseguridad a nivel de pareja: en este caso podemos explicar innumerables situaciones que te pueden resultar muy conocidas. Desde esas personas que un día se muestran completamente accesibles, abiertas a un compromiso a planes de futuro, para, al poco tiempo, cambiar radicalmente de opinión y ofrecer únicamente, excusas imprecisas. Y aún más, también es muy habitual encontrarnos con esas parejas que han roto su relación, o al menos uno de ellos así lo ha querido, y sin embargo, nunca termina de alejarse. Nunca termina de “romper” el vínculo, lo cual, genera aún más sufrimiento.

-Nuestras amistades: ¿quién no tiene el clásico amigo que siempre necesita de nuestra opinión o consejo para hacer algo? Suele mostrarse cercano y solícito, sin embargo, cuando las cosas no salen como él o ella esperan, finalmente somos nosotros los responsables. Muestran dependencia y desapego al mismo tiempo, una mezcla que en ocasiones parece camuflarse con el cariño y luego con la envidia.

Inseguridad personal

Los que ni comen ni dejan comer ¿Cómo defendernos?


¿Cómo tratar a las personas que nos “atrapan” con su inseguridad personal? No podemos romper nuestros vínculos con ellos, forman parte de nuestra vida, eso está claro, así que lo más recomendable, lo más adecuado es que aprendamos a tratarlos.

-Entiende primero que no puedes cambiar a nadie de un día para otro. Lejos de solucionar “su problema”, empieza primero por protegerte tú evitando que te manipulen. Ten claros tus valores, tus límites y aquello que estás dispuesto a permitir y lo que no.

-Expresa con claridad cómo te sientes cada vez que cambian de opinión o cuando no son claros con sus sentimientos. Hazles ver que sus acciones, sus palabras, tienen consecuencias.

-Ten claro que las personas inseguras suelen generar “emociones negativas”. Lo último que debes hacer en estos casos es responsabilizarte tú de sus acciones. Si mantienes una relación de pareja con una persona con este perfil, no te atribuyas sus altibajos, no te dejes llevar por ese “tiovivo” emocional en el que “hoy te quiero pero mañana no”. El problema lo tiene la otra persona, no tú, así que valora objetivamente hasta qué punto estás dispuesto/a a llegar, y lo que vas a permitir.

-Una persona segura no duda, ni aún menos arrastra a otros a sus cauces de inseguridad y dilemas personales. Si crees que estás perdiendo el tiempo, aléjate. Ahora bien, si aprecias a esa persona, hazle ver lo que su comportamiento genera, pero siempre desde un modo constructivo, abierto y firme.




martes, 16 de junio de 2015

SIGNOS DE QUE ALGUIEN ESTÁ SOBREPASANDO NUESTROS LÍMITES


Que alguien sobrepase nuestros límites psicológicos se puede comparar con una gota de agua que va cayendo sobre una gran piedra. Deben pasar millones de años para que ese goteo haga una erosión notable en la dura roca. En el caso de las personas, no es preciso que sea tanto tiempo, claramente, pero sí que es muy difícil que nos demos cuenta. (La historia de la rana confiada).

Esto se debe a que la manipulación es sutil y no es sencilla de detectar. Lamentablemente, no nos damos cuenta de que alguien está pasando la línea a partir de la cual se pone en peligro tu integridad, por ejemplo.

Sin embargo, el problema principal es que casi todos nosotros no somos realmente conscientes de los límites que debemos poner, de cuándo comienza y acaba nuestro plano emocional. Esto puede ser complejo y casi nadie piensa en ello.

Así, es más difícil determinar si alguien se ha pasado de “listo” (en cualquier sentido). Para poder evitarnos cualquier inconveniente, pasamos por alto ese incidente, creemos que ha sido algo “aislado”. Esto es sinónimo de extender nuestros límites, de manera inconsciente, claro está, pero hay veces en que los dejamos pasar más allá de lo recomendable y es más complicado, después, volver a recuperar el territorio que nos corresponde.

Es bueno saber, que el hecho de que extiendas tus límites de vez en cuando o con ciertas personas no es una decisión poco acertada o negativa en sí. En realidad, está comprobado que las personas más inteligentes, creativas y sensibles son aquellas que cuentan con límites flexibles. Pero, cuidado, una flexibilidad sensible y asertiva.

Existen ciertas ocasiones, sin embargo, en las que debemos hacernos valer, demostrar que nuestros derechos son infranqueables; de lo contrario, estaremos más expuestos a que nos sometan. El primer paso es aprender a detectar el momento preciso en que alguien está sobrepasando nuestros límites, una vez que ya hemos determinado cuáles son y para que nos sirven.

Signos que nos dicen si alguien sobrepasa nuestros límites: 

1- Justificar el mal comportamiento del otro: esas excusas que podemos poner cuando alguien nos trata de una manera poco afectiva, nos desprecia, es despectivo, etc. Esto es muy habitual en la relaciones de pareja cuando uno es violento y el otro, la víctima. La justificación o excusa más frecuente es “es muy bueno conmigo, pero está nervioso porque en el trabajo le va mal” o “nunca antes se había comportado así, seguro es porque no tiene dinero”.

Una manera de que sobrepasen nuestros límites es cuando dejas pasar los malos actos porque en el fondo “te quiere”. Aunque estemos 100% seguros de que la otra persona nos ama, la violencia nunca está permitida, así como otros tipos de comportamientos que causan daño. Es preciso estar muy atentos porque hay solamente un paso entre comprender y someterse. Cuando quieras comprender por qué el otro te trata de una manera, no lo justifiques ni te mientas a ti mismo solo por evitar una discusión o enfrentar la realidad.

2- Culparse si algo sale mal: si constantemente te echas la culpa si una cosa no va como lo esperabas, ya sea en el trabajo, en casa, en la Universidad, etc, es porque alguien de tu entorno está sobrepasando sus límites. Es que asumir la responsabilidad por nuestras acciones está bien, pero no cargar con los debes y obligaciones del otro, así como tampoco culparnos por cosas que nos exceden.

Así será imposible resolver el problema y tardarás más en lograr buenos resultados. Si tu compañero de equipo ha “tomado” tu esfuerzo y tu parte en un proyecto, no creas que se debe a que tú mismo no lo supiste defender en ese momento. Tal vez haya otro inconveniente de fondo, como que tienes miedo a generar conflictos en el trabajo, no sabes hablar en público, te da vergüenza plantear ciertos temas, etc. No te culpes, sino lucha por aquello que sabes que te corresponde.

3-Dudar de la propia decisión al escuchar otra opinión: si una vez que has pensado mucho sobre un tema y has tomado una decisión, viene alguien y con sólo esbozar su criterio comienzas a dudar, es probable que esa persona empiece a “aprovechar” esta ventaja. No quiere decir que siempre será así, pero ten cuidado.

Es válido consultar con los demás cuando no sabemos que decidir o elegir en nuestra vida, pero lo que no es aceptable es que cada vez que hables con “X” persona, después termines haciendo todo lo contrario a lo que ya habías planteado o decidido. En ocasiones, los puntos de vista de los demás nos pueden “marear” o “ayudar”, todo depende de quién proviene.

Como se decía anteriormente, hay una línea muy delgada entre la manipulación y la cooperación. Por ejemplo, esto ocurre cuando los padres dicen que apoyan la decisión de su hijo de manera incondicional, pero después lo cuestionan por ello.

Cuando tengas la certeza de que alguien está quebrantando tus límites, no dudes en exponerlo con claridad. Expresa lo que sientes, lo que piensas, deja bien en claro cuál es tu posición sobre ello, para que no se vuelva a repetir. Nada de hacer un drama o enfadarse con el otro, sino siempre respetar el tono relajado y decidido en la voz. Transmite que en ciertos aspectos no estás dispuesto a ceder.


Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/signos-de-que-alguien-esta-sobrepasando-nuestros-limites/


lunes, 15 de junio de 2015

María Masaje Deportivo, Terapéutico, Relajante, Reiki, Tailandés
Las Playitas - Fuerteventura
Teléfono: 626 211 778


Cerca del Hotel Playitas, en el pueblo del mismo nombre, se encuentra mi estudio de masaje y terapia. 

https://g.co/kgs/MHp6XJ

El masaje tailandés ayuda, entre otras muchas cosas, a mejorar considerablemente la flexibilidad. Esto hace que la persona que lo recibe sienta una profunda relajación muscular dando lugar a una sensación de ligereza y bienestar. Esto se traduce en un mayor rendimiento deportivo, ya que el cuerpo se encuentra preparado para el entrenamiento minimizando el riesgo de lesiones.

Estos son algunos de los beneficios del Masaje Tailandés:


1. Combate el dolor de cabeza, dolores de espalda
2. Reducen la inflamación
3. Mejoran la circulación linfática
4. Facilitan la eliminación de toxinas
5. Es útil para dolores como “hombro congelado”, “codo de tenista”, cervicalgias, lumbalgias
6. Mejoran la calidad del sueño
7. Aumentan la movilidad articular
8. Mejoran la flexibilidad de músculos, ligamentos, tendones y fascias
9. Eliminan los atascos energéticos
10. Permiten la liberación emocional del paciente
11. Mejora de la funcionalidad del sistema nervioso
12. Regulan las funciones endocrinas
13. Favorecen el tono muscular
14. Mejoramiento de la postura y aumento de la flexibilidad en general
15. Mejoran el funcionamiento de los órganos internos.
16. Facilitan la capacidad de sentir la conexión con el cuerpo, mente y espacio.
17. Relajan y facilitan las relaciones interpersonales.
18. Equilibran y restablecen la fuerza vital que fluye por nuestro cuerpo.
19. Favorecen y facilitan la relajación física y mental.
20. Colaboran en la activación del metabolismo.

En cuanto al masaje deportivo, es fundamental realizar descargas musculares con regularidad si entrenas con frecuencia. De lo contrario, aparecen las contracturas (dificultando la circulación sanguínea o linfática) o las lesiones en el peor de los casos.

Beneficios del masaje deportivo:

• Mejora la circulación sanguínea y linfática y, por lo tanto, la nutrición y la disponibilidad de oxígeno a los músculos, necesario para un funcionamiento eficiente. Facilita la eliminación de toxinas, residuos y otros subproductos metabólicos nocivos para el sistema músculo-esquelético (así como para reparar los tejidos dañados).
• Alivia los espasmos musculares devolviéndole su elasticidad basal, mejorando la capacidad de absorción de la carga muscular y el correcto deslizamiento entre las fibras musculares y el sistema fascial (membrana de tejido conectivo que recubre a las fibras musculares) mejorando el movimiento disociado miofascial.
• Descompone adherencias y tejido cicatrizal de lesiones previas.
• Acelera la recuperación causada por la fatiga muscular.
• Estimula la liberación de endorfinas en el sistema nervioso central, de manera que los efectos lleguen a otras áreas del cuerpo proporcionando alivio del dolor.
• Facilita la relajación y alivia el estrés, importante para una buena recuperación.
• Ayuda a prevenir lesiones, al detectar los desequilibrios musculares que a menudo no son diagnosticados hasta que son lo suficientemente graves como para causar la incomodidad en el atleta o un empeoramiento en su rendimiento.

Lista de precios: (sólo efectivo, only cash)

Masaje deportivo o relajante: 30' - 25 € / 45' - 35 € / 60' - 40 € / 90' - 55 €

Para concertar tratamiento enviar WhatApp o llamar al número: 626 211 778.



¿BUSCAS PAREJA? PRIMERO, ENAMÓRATE DE TI


Si uno de los objetivos que tienes en la vida es atraer y mantener una relación de pareja significativa, además de trabajar por esa relación, vas a tener que trabajar también  todos los días para enamorarte de ti mismo.

Ser y creer que eres una persona de la que sería difícil no estar locamente enamorado, es la mejor forma de conseguir una relación de pareja duradera, saludable y emocionante.

Enamorarse de uno mismo comienza por conocerse a uno mismo, así como por el goce de la vida diaria, de disfrutar con aquello en lo que se ocupa el tiempo. Por otra parte, enamorarse de uno mismo implica tener claras las propias creencias, sentirse capaz de vivir y hacer respetar los propios valores y ser consciente de la importancia de defender la propia integridad.

Enamorarse de uno mismo requiere también sentirse orgulloso de lo que se es, admitir y respetar los propios defectos y ser auténtico.

Si tú no te sientes atraído por ti mismo/a, ¿por qué iba tu pareja a hacerlo?

Aclarado esto, tendremos que dar respuesta a la pregunta: ¿cómo me enamoro de mi mismo/a?

Cómo enamorarse de uno mismo

Antes de continuar, hagamos una aclaración: enamorarse de uno mismo es una cuestión de autoestima, y no tiene nada que ver con el narcisismo. Para enamorarte de ti mismo y mostrar lo mejor a tu pareja, sigue estos pasos:

1 – Mírate a ti mismo desde fuera

Obsérvate a ti mismo/a. Mírate en el espejo. Lo que tú ves, es lo que ven los demás.

¿Te gusta lo que ves? ¿qué podrías hacer para mejorar tu aspecto? No se trata de ser más guapo/a o tener mejor figura o mejor piel. Se trata de la apariencia que das. Hay que sacarse partido, vestir de manera que te sientas a gusto, peinarse, darse un toque de color o afeitarse adecuadamente. Se trata de dar una imagen acorde con tu personalidad.

Una persona que no se cuida, de mala manera va a cuidar de los demás, ni va a valorar los esfuerzos que el otro hace por cuidarse (o, al menos, eso es lo que parece).

Ofrecer un aspecto positivo, en tu línea, te ayudará a mantener alta tu autoestima, a ser auténtico y aumentar el respecto que sientes hacia ti mismo/a. Y respetarse a uno mismo, es el primer paso para que los demás te respeten y valorar ese respeto que los demás tienen hacia ti.

2 – Cuida tus modales

Cómo hablas y cómo te comportas con los demás dice todo sobre ti.

Cómo saludas, cómo te desenvuelves hablando con la gente, cómo te diriges a ellos cuando tienes que decir o pedir algo o cómo reaccionas ante las diferentes situaciones, incluso cómo te ríes, todo ello es una carta de presentación.

Tus modales hablan también de la confianza que tienes en ti mismo, el respeto que sientes hacia tu persona y hacia los demás, lo agradable o no que eres, incluso lo divertido/a.

No olvides que el atractivo y la sensualidad de muchas personas está en su forma de ser, mucho más que en su físico. Pero no solo en su forma de ser en la intimidad, sino en la vida diaria.

3 – Supera las apariencias

Lo anterior, no tiene posibilidades de tener éxito si lo que muestras no forma realmente parte de ti. Debes de ser auténtico/a, superar el juego de las apariencias y hacer que tu presencia y tu forma de interactuar formen realmente parte de ti. Lo que eres y lo que muestras, deben estar en sintonía.

Si aspiras a encontrar pareja en un ambiente que no es el tuyo, tendrás que absorber primero aquello en lo que te quieres convertir para sintonizar con esa persona de verdad.

4 –  No olvides a tus amigos

Tus amigos forman parte de tu vida, y si tienes que renunciar a ellos por tu vida de pareja es que no te respetas lo suficiente. Si te quieres, debes saber que la vida no empieza y acaba en tu pareja. Además, tus amistades te permitirán obtener otro tipo de experiencias complementarias, que bien puedes compartir con tu pareja. Además, una persona con amigos es una persona confiable.

5 – Desarrollar tus propios proyectos

Una persona que desarrolla y lucha por sus propios proyectos es una persona muy valorable, que tiene ideas, intereses, que se esfuerza, que se compromete. Es una persona con la que se pueden hacer planes, con la que se puede aspirar a mejorar, a crecer y ser mejor, una persona que agrega valor a la vida y a su entorno. Además, participar en proyectos de grupo te muestra como una persona social, colaboradora, con ganas de vivir y con ganas de divertirse.




domingo, 14 de junio de 2015

El Archipiélago Chinijo, al norte de Lanzarote: La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara, Roque Negro, Roque del Este y Roque del Oeste.












CUANDO APRENDAS A CONSIDERAR TU VIDA

Cuando aprendas a considerar tu vida y cuanto hay en ella como el milagro que es, comprenderás enseguida que quejarse es desperdiciar el milagro que eres.

Cada instante que pasas disgustado, desesperado, angustiado, furioso o dolido a causa del comportamiento de otra persona es un instante en el que renuncias al control sobre tu vida

Obsérvate a ti mismo y a los demás en este mundo disparatado, y después decide que es mejor, pasear por ahí la rabia o desarrollar un sentido del humor que te proporcionará a ti y al prójimo el más preciado de todos los dones: la risa.

En la vida todo es paradoja. Cuanto más desees la aprobación, más contundente será la negativa de los demás a aprobarte; cuanto menos te importe el que te aprueben o no, más aprobación conseguirás.

Cuando alcanzas suficiente paz interior y te sientes realmente positivo, es prácticamente imposible que otra persona te controle y te manipule.

Si eres feliz, si vives cada momento aprovechando al máximo sus posibilidades, entonces eres una persona inteligente.

Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades.

En verdad no puedes crecer y desarrollarte si sabes las respuestas antes que las preguntas.

No necesitas admitir a nadie en tu vida a menos que llegue cargado de afecto y armonía.

El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre ha hecho.

No dejes que los planes que tienes para ti sean más importantes que tú mismo.

¡Vive! ¡Ama! ¡Se Feliz!


WAYNE W. DYER


sábado, 13 de junio de 2015

SOMOS MUCHO MÁS QUE NUESTROS PENSAMIENTOS

"Imagínese que usted es una casa llena de muebles. Los muebles no son y nunca serán la casa. Los muebles son lo que contiene la casa o lo que está dentro de ella. La casa sólo da cabida o contiene a los muebles y le da el contexto para que puedan funcionar como tal. Ahora, si consideráramos a los muebles como buenos o malos esto no diría nada sobre el valor de la casa, porque una cosa son los muebles y otra la casa. De la misma manera, lo que usted piensa o siente no conforma su identidad, no es usted”

La distancia que mantenemos para salvaguardarnos del mundo y de los objetos que lo conforman desaparece cuando se trata de nuestros propios pensamientos. Estos productos mentales se vuelven dominantes y les otorgamos un papel privilegiado en una realidad que, cuanto menos, distorsionan.

A lo largo del día experimentamos infinitas emociones y surgen en nosotros incontables pensamientos. Y tendemos a actuar en base a ellos de forma irracional y subjetiva, estableciendo una relación de causa – efecto. Buscando su explicación, el porqué de su existencia, conectándonos con ellos, fusionándonos.

Es indiscutible que todo este material emocional y mental forma parte de nosotros, pero no necesariamente somos nosotros en su totalidad. No deja de ser algo pasajero que debemos aprender a dejar ir, a dejar fluir. Porque somos mucho más que eso, somos mucho más de lo que sentimos ahora, mucho más de lo que se nos pasa por la cabeza. Porque sigue existiendo una parte de nosotros que permanece más allá del ahora.

Así pues, a lo largo de nuestras vidas aprendemos a reaccionar ante nuestros pensamientos, emociones, sensaciones y recuerdos. Y la función que llegan a ejercer dichos eventos privados será determinante en nuestro desarrollo y crecimiento personal.

Podemos asumir al pie de la letra nuestra mayor intimidad o bien tomar perspectiva para poder tener cierto control sobre este material explosivo que empieza a condicionar nuestros latidos.

Para conseguir lo segundo, aprender a regular nuestra conducta a nuestros deseos y aumentar el bienestar, debemos saber diferenciar y comprender las tres dimensiones de nuestro yo:

- El yo conceptual: pensamientos y emociones que conforman la historia que cada uno va creando de sí mismo. Interpretaciones, razones, recuerdos y expectativas en relación a nuestro pasado, presente y futuro.

- El yo como proceso: tomar conciencia del yo conceptual en el momento en el que ocurre. Nos permite discriminar contenidos muy diversos sobre nosotros y crear un sentido personal mucho más flexible.

- El yo como contexto. Se trata del contexto común que se abstrae de todas nuestras experiencias y nos permite sentir que somos el contenedor de todas ellas. Que son parte de nosotros sean placenteras o desagradables. Por ello, no debemos identificarnos con con alguna de ellas en particular, sino con todas en general.

De esta forma podemos tomar perspectiva y adoptar la libertad suficiente para elegir qué hacer en base a nuestros valores e intereses a largo plazo, más allá de la literalidad de nuestro pensamiento en un determinado momento.

Eso si, no podemos aprender a diferenciarnos de nuestros pensamientos si no nos damos las oportunidades necesarias para que emerjan de forma numerosa e incontrolable. El problema no es sentir o pensar de forma negativa, es algo inevitable; la clave está en cómo reaccionamos ante esa negatividad y cómo nos acabamos relacionando con nuestro interior.

Los pensamientos van y vienen, no dejan de ser nubes que tiñen nuestro horizonte pero que acaban marchando y devolviendo claridad a nuestro paisaje vital.


Solo aceptando esto y desvinculándonos del significado literal de los pájaros que anidan en nuestra cabeza podemos comprometernos con una identidad que trascienda lo puramente superficial.

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