MEDICINA INTEGRATIVA: UNA NUEVA VISIÓN PARA CURAR
15.03.2015 | Cada vez más pacientes solicitan el abordaje de
su enfermedad con la aplicación de terapias complementarias de forma simultánea
con los tratamientos convencionales. Algo que en opinión del médico español
Francisco Barnosell marca el futuro de la medicina.
Por Agustina Sucri
El ser humano es cuerpo, mente, emociones y espíritu. De
esta premisa parte la medicina integrativa para profundizar en el origen,
diagnóstico y tratamiento de la enfermedad y lograr una atención del paciente
"más sensible, humana y cercana". Así lo explicó en una entrevista
con La Prensa el doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona,
Francisco Barnosell, quien se dedica a la Neurofisiología, Neurología,
Rehabilitación y Medicina Integrativa y es creador de la Asociación de Médicos,
Terapeutas y Sanadores.
El médico español presidirá el 26, 27 y 28 del corriente mes
en Buenos Aires el "III Simposio de Médicos, Terapeutas y Sanadores",
bajo el lema "La Medicina del futuro sugiere un cambio de paradigma",
un evento que ha sido declarado de interés por la Legislatura de la Ciudad de
Bueno Aires.
- ¿Por qué cree que
la medicina del futuro sugiere un cambio de paradigma?
- Cada vez hay más profesionales que trabajan en las
Ciencias de la Salud y entre ellas la Medicina, que aplican terapias
complementarias en su actividad cotidiana. Los pacientes solicitan esta
posibilidad y muchos médicos están entrando de lleno en esta demanda, pero
también porque han podido demostrar empíricamente que muchas de ellas funcionan.
Aceptando esta premisa, los médicos se han percatado que con
ellas, se puede tratar y diagnosticar a los pacientes, de una forma más
sensible, humana y cercana, con planteamientos profundos respecto al origen de
la enfermedad y en perfecta simbiosis con los protocolos concretos de las
patologías médicas por sistemas.
Teniendo en cuenta que el ser humano es un cuerpo, mente,
emociones y espíritu, se cubren espacios vacíos en la fórmula de la enfermedad.
Podremos ir más lejos, con esta nueva visión. De ahí que nos sugiere un cambio
de paradigma, ya que incluimos nuevos factores, hasta ahora no valorados.
- ¿Qué es la medicina
integrativa? ¿En qué se diferencia de la "medicina alternativa"?
- Su origen nace en la medicina convencional, marcada por el
empirismo de sus protocolos, que la estudia por sistemas. La Medicina
Integrativa incluye la posibilidad de incorporar terapias complementarias en la
actividad de cada profesional, con la base de su especialidad, sin perder de
vista conceptos como medicina ambiental, toxicidades, gestión de emociones,
inmunidad, epigenética, alimentación y filosofía de vida. Son ideales para
patologías crónicas. La medicina de urgencia o aguda, que precisa una decisión
rápida, es terreno de la medicina clásica.
Creo que las terapias, no deben ser llamadas alternativas,
sino más bien complementarias, porque no significa que se deban utilizar en vez
de otro tratamiento, sino de forma combinada, priorizando la inclusión sin
excluir nada a priori.
De mutuo acuerdo con el paciente, existe una responsabilidad
compartida, personalizando el tratamiento adecuado, que sea lo menos agresivo
posible. Es una postura de examen holístico que entra de lleno en el mundo
perceptivo, con un sello de humanidad, con respeto, sentido común y profesionalidad.
Actualmente es posible que las distintas medicinas caminen
separadas, pero en un futuro cercano se concluirá que medicina solo hay una,
que es la que cura al paciente, con la mejor opción que provoque los menos
efectos secundarios posibles.
- ¿De qué tipo de
terapias se vale la medicina integrativa?
- Actualmente tengo contabilizadas más de 100 terapias
complementarias englobadas en seis grupos específicos, pero validadas
empíricamente por hospitales de renombre, como el Oncológico Anderson Center de
Estados Unidos, solo 14. Esto no quiere decir que las demás, no se puedan
realizar, pero mediante la investigación con trabajos a doble ciego, se podrían
ir validando las que empíricamente cumplan los requisitos necesarios.
Los grupos establecidos según su actividad son:
1. Sistemas integrales
2. Terapias Mente-Cuerpo
3. Terapias biológicas (suplementación natural)
4. Terapias con manipulación del cuerpo
5. Terapias energéticas y vibracionales
6. Terapias ambientales, del bienestar y vida sana
Múltiples publicaciones avalan sus resultados, sobre todo en
los temas de nutrición, tratamientos ortomoleculares y en el examen físico.
Actualmente existen distintos planos de investigación sobre
las terapias energéticas, las de mente/cuerpo y la fitoterapia, que precisan
análisis más amplios y determinantes.
- ¿En qué clase de
enfermedades se puede aplicar la medicina integrativa? ¿O es más adecuado
preguntar en qué clase de pacientes se puede utilizar?
- La realidad es que no tiene límites establecidos, pero
está comprobada su eficacia en las patologías crónicas. Sin embargo, si
partimos del concepto de inclusión, es perfectamente compatible y combinable,
en cualquier caso.
Teniendo en cuenta que mayoritariamente cualquier patología,
precisa una correcta gestión emocional, puede multiplicar satisfactoriamente
sus resultados, minimizando los efectos secundarios. Simplemente tenemos acceso
a un mayor número de herramientas y posibilidades para conseguirlo.
La visión global sobre el paciente nos permite profundizar
en el origen de la enfermedad, su diagnóstico y el tratamiento. Cada vez hay
más pacientes que solicitan el abordaje de su enfermedad desde la óptica
integrativa, con la aplicación de terapias complementarias de forma simultánea
con los tratamientos convencionales que ya siguen.
La estadística nos confirma que más del 40% de los pacientes
han recibido alguna vez alguna de ellas. Desde el punto de vista de
profesionales de la salud, hay un interés creciente sobre las mismas,
incorporándose médicos de todas las especialidades.
- ¿Cómo y cuándo
decidió como médico comenzar a volcarse a la utilización de este tipo de
terapias?
- Comencé cuando pude comprobar que algunos pacientes con
dolencias serias, mejoraban notablemente con terapias complementarias, con la
salvedad que en los estudios que realicé, en aquel momento, no estaban siendo
tratados con tratamientos convencionales.
Investigué a fondo desde el punto de vista médico que
ocurría, analizando infinidad de factores, que podían explicar el porqué de
aquellas mejorías.
Durante más de 10 años me relacioné con todo tipo de
personas que practicaban la sanación, incluyendo medicinas indígenas de
distintas culturas. Llegué a la conclusión de que la medicina ortodoxa había
olvidado en el camino de sus avances científicos, muchas posibilidades y la
forma de actuar frente al paciente y la enfermedad.
No todos los profesionales de la medicina están preparados
para entender lo que ocurre con la Medicina Integrativa, porque les falta
información seria y poder confrontarla con los que la desarrollan, en los
canales establecidos.
Por este motivo, es imprescindible la investigación y la
documentación de resultados empíricos, para demostrar su eficacia. Y digo esto
porque algunas de las terapias de las que estamos hablando por el momento no
cumplen los requisitos empíricos, pero si vemos al final de su recorrido una
franca recuperación del paciente, que va contra todo pronóstico ¿Qué ha
ocurrido? ¿En base a qué? ¿De qué forma se explican fisiológicamente los
cambios que han tenido lugar? Son preguntas con respuestas difíciles, pero no
por ello menos ciertas y lapidarias.
Está claro que el futuro de las mismas pasa por la
investigación y para ello precisamos profesionales motivados en una nueva
filosofía y sobre todo que estén principalmente desarrollando su actividad en
hospitales y clínicas del sistema sanitario, que es el garante científico que
se precisa para ello.
- ¿Advierte que aún
hay cierta reticencia por parte de los pacientes a someterse a este tipo de
enfoque terapéutico?
- Cada vez hay más pacientes que lo solicitan y que
inclusive acuden específicamente a profesionales que tratan con esta nueva
filosofía de forma exclusiva. Creo que se debe marcar la diferencia, según el
tipo de paciente que acuda a consulta. Existen tres grupos de pacientes: en el
primero, están los pacientes que siguen los cánones clásicos y que desconocen
las posibilidades de la Medicina Integrativa. En este caso, el profesional debe
seguir los protocolos establecidos, que de hecho, es lo que busca el paciente.
Sin más y sin caer en el proselitismo.
En el segundo grupo, transcurren los pacientes que conocen
alguna terapia concreta o que algún familiar o conocido, les ha informado de
sus beneficios. Si no preguntan nada al respecto, la respuesta médica debe ser
la protocolaria. Si desean información al respecto, se les puede dar,
explicándoseles las posibilidades existentes.
En el tercer grupo, se sitúan los pacientes que conocen el
mundo de las terapias complementarias o que solicitan de entrada un "Plan
B": otra opción de cómo abordar su enfermedad. En estos casos, de mutuo
acuerdo con él y bajo una responsabilidad compartida, se puede integrar una
actuación distinta. Es un grupo creciente y cada día más informado, aunque es
verdad que en algunas ocasiones con conocimientos erróneos.
Como estamos ante una fase de crecimiento exponencial, hay
que actuar con mucha seriedad, sentido común y profesionalidad, para no perder
la estricta filosofía de lo que significa la Medicina Integrativa.
- ¿Qué mirada suelen
tener quienes ejercen la medicina tradicional acerca del uso de estas terapias
alternativas?
- Varía mucho según el lugar donde se realice. En Estados
Unidos, algunos países de Sudamérica y muchos países de Europa, está totalmente
integrada con la medicina clásica. En España, está teniendo un avance increíble
en muchas ciudades, con la instauración de las mismas en Clínicas y Hospitales.
Por el momento, dependiendo de grandes profesionales pioneros en este campo,
que las están incluyendo.
Sin embargo, no existe una protección jurídica que la apoye.
En general, existe mucha desinformación por gran parte de los profesionales
sanitarios, que desconocen lo que significa. Pero también es verdad que cada
día que pasa, abundan médicos que solicitan información y que algunos de ellos,
desean ampliar sus estudios al respecto.
Todos sabemos que los cambios del "status quo" son
difíciles, pero no imposibles. Dependerá de la masa crítica de profesionales de
salud que estén interesados en ellas.
Para muestra, un dato: muchos médicos que trabajan en el
sistema convencional, solicitan ayuda de los que actúan en la Medicina
Integrativa, para tratar casos complicados, que la medicina ortodoxa ya no
puede solucionar. ¿Significa una última opción? ¿O una posible puerta para
curarlo? Si realmente creyesen que no funcionan, no remitirían al paciente
hacia una solución incierta.
- ¿De qué factores
depende el éxito de esas terapias complementarias?
- Pienso que el éxito depende de una suma de factores, que
hasta ahora no se valoraban y que junto al cambio de filosofía de vida del
paciente, es el principio de su curación. Es cierto que algunas terapias
concretas tienen mejores resultados que otras, según la patología que estemos
tratando, pero en última instancia dependerá del posicionamiento del paciente y
de los cambios reales que éste pueda efectuar.
La voluntad del paciente y su positivismo, son la llave para
ganar la partida: creer es crear y nuestra mente es una aliada poderosísima.
Hay un punto de todo esto que no está resuelto: dos
pacientes con la misma patología, tienen resultados distintos, con el mismo
tratamiento. Es evidente que podríamos hablar de la genética. Pero después de
observar el curso de muchos pacientes, creo que hay algo más que se nos escapa.
Y en ello estamos, analizando los distintos factores que inciden en la
enfermedad, incluyendo mayor número de variables, lo que lo hace más difícil de
averiguar. Pero estoy absolutamente convencido de que se conseguirá. Solo es
cuestión de tiempo y medios.
- ¿Considera
necesario que se estudien científicamente los resultados y posibles
aplicaciones de las terapias complementarias?
- Absolutamente. No hay otro camino. Precisamos equipos
multidisciplinarios para conseguirlo y mucha paciencia. Es imprescindible que
existan dotaciones económicas para ello y el apoyo de los estamentos oficiales.
Lo increíble es que con muy poco dinero, se podrían hacer avances inauditos. La
investigación de las Terapias Complementarias es muy asumible y su I+D aportaría
cambios estructurales que marcarían una nueva medicina. Solo hemos visto la
punta de iceberg. En su profundidad está su secreto pero también su solución.
La magia de hoy es la ciencia del mañana.
- ¿Cuáles aconseja
que deben ser los recaudos que debe tomar un paciente que se somete a estas
terapias?
- Tema delicado y difícil. Este tipo de terapias precisan un
tiempo largo de anamnesis y exploración del paciente y la minuta de la hora del
profesional es cara. Por este motivo una de las soluciones pasaría por la
colaboración de los médicos con terapeutas calificados en el sistema de salud.
Y aquí entramos de lleno en la titulación oficial de los profesionales no
médicos y de su responsabilidad civil. Es imprescindible.
Otra solución es que se actúe dentro de la incorporación a
una entidad mutual, profesional y paciente, con lo que las tarifas son más
discretas y asumibles. El profesional cobraría menos, pero haría mayor número
de pacientes. El problema es que la masificación conlleva la pérdida de legitimidad
en la actuación (para algunos). Llegados a este punto, se precisará de un
estamento que vele por la calidad de los mismos.
La gran ventaja de la Medicina Integrativa, es que es más
inocua, y mucho más barata, porque no precisa de una gran tecnología. Con el
paso del tiempo, tendrá su lugar y estará integrada en todas las
especialidades. Es el futuro y sobre todo... alcanzable.
Fuente: http://www.laprensa.com.ar/CienciaSalud/432173-Medicina-integrativa-una-nueva-vision-para-curar.note.aspx