sábado, 16 de mayo de 2015

LOS SUEÑOS NO TIENEN FECHA DE CADUCIDAD

Nuestros propósitos y metas suelen caducar si no se cumplen en cierto período. Esto nos pasa a todos los seres humanos. Podemos comenzar una tarea con mucha emoción y dejarla al poco tiempo. Con el paso de los días o las semanas vamos perdiendo el interés y terminamos abandonando.

Puede tratarse de una dieta para adelgazar, estudiar una carrera, ir al gimnasio, dejar de fumar o lo que se nos ocurra. Lo cierto es que cuando las cosas no salen como esperamos, o bien creemos que “ya ha pasado la novedad”, solemos dejarlas o al menos tener la tentación de hacerlo. Además, este abandono suele ir acompañado de sentimientos de ineficacia personal y de una sensación de vulnerabilidad negativa.

Si, por ejemplo, hemos pronosticado que vamos a necesitar dos años para ascender y pasado ese tiempo no lo logramos, podemos generar sentimientos como los que he citado anteriormente. Seguro, que con esta u otra meta alguna vez te ha pasado. Quizás nos quede un año más para promocionar, pero como pensamos que no tenemos la capacidad, y dejamos de desempeñar nuestro trabajo con la eficacia anterior.

Esto también puede ocurrir incluso antes de ponernos en camino hacia donde queremos. ¿Para qué voy a comenzar la dieta si no voy a poder mantenerla por más de dos semanas? No vale la pena que me matricule en un gimnasio, a fin de cuentas, no pasaré el primer mes. Y la lista continúa…

¿CÓMO LOGRAR QUE LOS PROPÓSITOS SE MANTENGAN?

La buena noticia es que en lugar de seguir dejando de hacer cosas o abandonando después de cierto tiempo, tienes a disposición diferentes técnicas o apoyos, para que tus sueños, deseos y metas no tengan fecha de caducidad.

En primer lugar, pregúntate, ¿Realmente quiero hacer esto? Tal vez no necesitas ponerte a dieta, tu peso es saludable y el problema reside más bien en tu percepción y en los modelos con los que te comparas. Quizás no te guste ir al gimnasio a levantar pesas porque preferirías ir a clases de baile; puede que esa carrera que has seguido responde a los gustos de tus padres y no los propios.

Para poder comprometerte con algo, tienes que estar 100% seguro de que te interesa y es para ti. Cambiarás tu hábito de claudicar, si antes de comenzar te pones a analizar si esa actividad o meta te dará lo que esperas. Sin excepción, los propósitos deben corresponder con cosas que realmente deseas hacer, no con algo impuesto por la sociedad o la familia que has terminado haciendo propio y asumiendo con autoengaños.

Apuesta por tu felicidad, pero antes delimita muy bien donde se encuentra, igual que hace el francotirador experimentado.

En segundo lugar, es preciso que te pongas retos intermedios, especialmente cuando hablamos de un objetivo a largo plazo. Volviendo al ejemplo de bajar de peso, en lugar de decir, “tengo que bajar 20 kilos en cinco meses”, puedes pensar en reducir un kilo a la semana.

De esta manera, te será más sencillo ir cumpliendo con esos “subpropósitos”. Realmente te sentirás muy bien contigo mismo y tendrás más fuerzas para continuar hacia la meta final, porque tendrás la retroalimentación positiva necesaria para no bajar los brazos.

Una vez que hemos dividido nuestro objetivo en sub-metas que nos permitan ir reforzando nuestra motivación, el tercer consejo para no abandonar tiene que ver con concretar de la manera más precisa posible las conductas que vas a realizar -o que vas a dejar de realizar- para alcanzar la cima. Mejor decir “voy a quitar la cerveza que me tomo los miércoles al salir del trabajo” que decir “voy a dejar de beber alcohol”

Date cuenta de que cuando hayas empezado también comenzaran las tentaciones. Así, cuanto más esquematizados tengas tu pasos menos tendrás que pensar y el espacio que tendrán los pensamientos de abandono o distracción serán menores. Piensa cuando no te cueste y en los momentos de más sufrimiento, aprovéchate de la inercia que has creado. El momento de pensar y de dejarlo bien atado es al principio, sino lo haces después va a volverse en tu contra.

Establece también las excepciones que están permitidas, el periodo de tiempo en el que lo están y cómo vas a recompensarte cuando alcances las pequeñas su-metas.

Establece también como vas a mantenerte en tu meta cuando la consigas, muchas veces es más fácil alcanzarla que mantenerse. Es entonces cuando comienza lo más duro y, como hemos dicho antes, en los momentos duros lo mejor es no pensar y utilizar la inercia.

No intentes cumplir con demasiados objetivos a la vez, especialmente si estos te suponen un gran esfuerzo. Si has decidido dejar de fumar, consíguelo y después te planteas la dieta pero no intentes las dos cosas a la vez porque si dejas una probablemente la otra también caerá.

No olvidemos que un hábito toma tres semanas en instaurarse en nuestra rutina (por lo menos). Entonces, lo mejor es comenzar con poco, ir paso a paso o peldaño a peldaño, sabiendo que esto no quiere decir ser holgazán y no hacer nada, sino darnos cuenta que no podemos cumplir con miles de cosas al unísono. “El que mucho abarca, poco aprieta”, dice un dicho popular.

Finalmente, consulta con algún especialista que te pueda ayudar. Por supuesto que tú eres la persona que mejor te conoces pero te va a venir muy bien la ayuda de alguien que haya visto más casos como el tuyo y que, con su experiencia, te ayude en la planificación y te haga un seguimiento. Al mismo tiempo, comparte tu objetivo con las personas que te rodean, ellas pueden ayudarte mucho en los momentos más débiles recordándote el objetivo, los motivos y el plan.




viernes, 15 de mayo de 2015


MITOS QUE NOS INCULCAN EN EL COLEGIO Y NO SON VERDAD

1. Tenemos sólo 5 sentidos. Cualquier niño pequeño te dirá que es cierto, que los cinco sentidos del ser humano son la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto. De acuerdo a la Escuela de Medicina en Harvard, existen seis sentidos más en el cuerpo humano. Por ejemplo, cierra los ojos y luego toca tu nariz con el dedo índice. ¿Cómo supiste cuál era el dedo índice sin mirarlo? ¿Cómo saber dónde está tu nariz? ¿Oliste el dedo con tu nariz? ¿Acaso tu sentido del tacto te indicó cómo llegar a tu nariz a través de las moléculas del aire? Nada de eso, a eso se le llama propiocepción, que es el sentido encargado de informar la posición del cuerpo en relación a sí mismo.
Otro de los sentidos que se mencionan, es la percepción temporal o el sentido del tiempo, que si bien parece sólo parte de nuestro lenguaje cotidiano, en realidad es de los más importantes, pues es el que se encarga de unirlos a todos. Una manzana, es sólo una serie de sensaciones diferentes sin el sentido del tiempo, que te dice que todo está pasando en el mismo momento. Basta con estar encerrado en una habitación, en completo silencio y el sentido del tiempo nos hará notar que estamos dejando pasar nuestra vida sin hacer nada.
El sentido de equilibrio, llamado también la equilibriocepción y otros como: la termocepción, la interocepción y la nocicepción, los cuales puedes consultar en la página de la escuela de medicina en Harvard.

2. El mapa de la lengua. Probablemente recuerdes la clase en que te enseñaron que la lengua humana está trazada con una especie de mapa, en el que se localizan las áreas perceptivas de sabor. Por ejemplo, la teoría menciona que los sabores dulces se identifican solamente en la punta de la lengua y la percepción del resto de los sabores en otras áreas. La verdad es que el científico alemán D.P. Hanig, llevo a cabo una prueba de sabor en la que descubrió que algunos voluntarios experimentaron ciertos sabores con más intensidad en ciertas regiones de la lengua. Según el sitio cracked.com, cuarenta años más tarde, un académico de Harvard, el Dr. Boring, interpretó mal los resultados de los estudios y el mapa que consideró como resultado, era simplemente el plan de trabajo para realizar la prueba. Actualmente, los investigadores han sabido por años que toda el área de la lengua es prácticamente igual de sensible a los diferentes tipos de sabores.

3. Utilizamos sólo el 10 por ciento de nuestro cerebro. Esta teoría que se le ha atribuido infundadamente a Albert Einstein, es uno de los mitos más antiguos sobre nuestro cuerpo. De acuerdo al British Medical Journal (BMJ), investigadores han aclarado que la mentira surgió en 1907, para argumentar el potencial de las personas de desarrollar múltiples talentos. La verdad es que utilizamos el 100 por ciento de nuestro cerebro. Especialistas señalan que las imágenes de resonancia magnética y estudios del metabolismo cerebral, demuestran que durante el día no queda ninguna parte del cerebro sin ser activada. Lo importante es fomentar la actividad cognitiva y cerebral desde la infancia, porque eso mantiene y aumenta las conexiones cerebrales.

4. Beber 8 vasos de agua al día. El consejo de beber 2 litros y medio de agua diarios se remonta a 1945, gracias a una recomendación del Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos. Posteriormente en 1974, el nutricionista Frederick Stare, avaló el consejo sugiriendo consumir de seis a ocho vasos cada 24 horas. Sin embargo, se ha omitido la segunda parte de las recomendaciones, las cuales señalan que la mayor parte de los dos litros y medio de agua, se encuentran en los alimentos preparados y que, como aclara Stare, incluyen cualquier otro líquido como té, café, leche y cerveza, además del agua contenida en las frutas y verduras.

De cualquier forma, hidratarse es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo, pues perdemos diariamente cerca de un litro de agua, que debe reponerse para la actividad del metabolismo.

5. Leer con luz tenue puede causar ceguera. De acuerdo a información del NY Times, leer con poca iluminación o a la luz de las velas, no causa pérdida de la visión, como nos enseñaron. Simplemente, la falta de luz puede crear la sensación de tener dificultades para enfocar y también reduce el parpadeo, lo que causa molestias, porque no se mantiene lubricado el ojo, pero esto no es un efecto que persista ni que dañe la visión.

6. La obesidad depende del metabolismo. Mucho se ha dicho que un metabolismo lento o acelerado, es la causa de que una persona tenga sobrepeso. La verdad es que de acuerdo a algunos científicos, el metabolismo es igual en personas delgadas y obesas, incluso se ha detectado que algunas personas sin sobrepeso, tienen un metabolismo más lento que otras que padecen de obesidad. Según cracked.com, lo que realmente causa que una persona suba de peso, es que no se mantiene un equilibrio entre las calorías que consume y las que quema.

7. La personalidad se define por el lado del cerebro dominante. Nada es más falso que decir que una persona es más creativa o más analítica porque utiliza más determinado lado del cerebro. La masa cerebral, sí tiene algunas estructuras especializadas que se encargan de realizar determinadas funciones, pero no se agrupan en un lado específico. Los científicos afirman que para ser verdaderamente creativos o analíticos, es necesario tomar recursos de ambos lados del cerebro.
Por otro lado, personas que han tenido que someterse a una cirugía donde se les extrae un hemisferio completo del cerebro, no pierden del todo su lado creativo o lógico. Incluso por lo general, recuperan una buena parte de las funciones que supuestamente corresponden a la parte extraída.

8. El pelo y las uñas siguen creciendo aún después de la muerte. Este es un mito que incluso algunas personas que han tenido contacto con cadáveres aseguran es cierto. Sin amargo, el médico forense, William Maple, en un artículo de BMJ, asegura que el crecimiento del pelo y de las uñas requiere una compleja regulación hormonal, que no se mantiene después de la muerte.
La realidad es que los tejidos blandos se deshidratan, lo que puede llevar a la retracción del cuero cabelludo o de la piel alrededor de las uñas. Esto crea la apariencia de que han crecido, pero sólo es el contraste provocado entre los tejidos blandos encogidos y las uñas o el pelo.

9. Afeitarse provoca que el pelo crezca más grueso y oscuro. Seguramente muchas veces has escuchado esto, y hasta recibido el consejo de depilarse. Pero dermatólogos y estudios que datan de 1928, aseguran que el afeitarse remueve solamente la parte muerta del vello y no la sección viva que está bajo la piel, por lo que es improbable que se afecte el ritmo del crecimiento.
En realidad lo que se elimina, es sólo la punta, que es más delgada y por eso al salir pareciera ser más grueso y duro. Además, agregó que como el vello nuevo no ha sido sometido a la luz solar o a la exposición de químicos, al surgir aparenta ser más oscuro.

10. La mayor parte del calor corporal se pierde por la cabeza. En algunas partes del mundo, sobretodo en las que el clima frío es más frecuente, se dice mucho que es bueno cubrirse bien la cabeza, porque el cuerpo pierde calor a través de ella. En realidad tapar la cabeza tiene tanto efecto como en cualquier otra parte del cuerpo. De acuerdo al sitio cracked.com, el mito surgió en la década de los 50, cuando el ejército de los Estados Unidos, realizando unas pruebas de supervivencia en climas fríos, cubrió a sus soldados en todas las partes del cuerpo, menos en la cabeza; obviamente esto aceleró la pérdida del calor corporal. A raíz de esto, se imprimió un manual de supervivencia, en el cual se aconsejaba abrigar la cabeza porque se perdía del 40 al 45 por ciento del calor interno a través de ella.

Fuente: cracked.com



jueves, 14 de mayo de 2015


“MUCHOS PROBLEMAS PSÍQUICOS Y ENFERMEDADES MENTALES VIENEN DEL ESTÓMAGO”

Miguel Ángel Almodóvar es de los que creen que en temas de salud debe haber un cambio de paradigma hacia la medicina integrativa, que es la que, respetando la medicina convencional, se beneficia también de las medicinas llamadas alternativas o complementarias. «Tratar los problemas y solucionarlos, en la medida de lo posible, con alimentos, y por supuesto, prevenir, más que curar». Esa es su máxima. A través de esta medicina integrativa este periodista y divulgador especializado en nutrición y gastronomía se enfoca en su última obra en el cuidado de nuestro intestino, o lo que él llama nuestro «segundo cerebro», ya que Almodóvar constata que «el estómago no está subordinado al cerebro, sino que el cerebro reacciona a los intestinos». En su libro «El segundo cerebro» este autor nos da las claves de cómo sentirnos bien y a mejorar nuestra salud a partir de este órgano, mediante la explicación de casos clínicos. También aporta interesantes ejemplos de menús variados y equilibrados.

—Usted afirma en su libro que el desequilibrio del sistema intestinal puede ser fatal, porque tiene mucho que ver con la aparición de problemas físicos, pero también psicológicos, incluso de enfermedades mentales.

—Con la aparición o con el agravamiento. Se calcula que el origen de más o menos un 70% de esos trastornos emocionales, como son la depresión o la ansiedad, puede estar radicado en el segundo cerebro, es decir, en el abdominal. Ahí se produce el 90% de la serotonina (placer, sueño fisiológico...) y una cantidad muy considerable de benziopademina. Cualquier desequilibrio que se produzca de la flora intestinal (disbiosis), tiene todo que ver con problemas psicólogos. O dicho de una forma más directa: muchos de los problemas psicológicos y las enfermedades mentales proceden del estómago.

—¿Cuáles son los síntomas que avisan de una disbiosis intestinal?

—Entre los síntomas más comunes que alertan sobre una posible disbiosis intestinal cabe citar la flatulencia, la lengua blanca (no estaría de más que los médicos volvieran a pedirle a sus pacientes que les enseñaran la lengua), las intolerancias o alergias alimentarias, el estreñimiento, los picores frecuentes en los ojos, las pérdidas ocasionales de memoria, las infecciones en las mucosas, los problemas para conciliar el sueño, el cansancio fuerte, o la pérdida de la líbido... por ejemplo.

-¿Cómo se llega a eso?

—En las dietas generalizadas, en los tratamientos antibióticos, en el estrés cotidiano cronificado... y hasta en una higiene excesiva.

—Pero en teoría, los españoles hacemos dieta mediterránea.

—En teoría. En la realidad tenemos dietas muy desequilibradas, escasas en fibra y alimentos fermentados, y a la vez muy ricas en proteínas animales, azúcares simples, y grasas vegetales parcialmente hidrogenadas. Un desastre. Porque la mediterránea encaja perfectamente: propone incremento de verduras, cereales integrales, frutas... Desde mi punto de vista, a la dieta mediterránea lo único que le aportaría es el chocolate negro, el de cacao, que es el que produce el efecto probiótico deseado, y los alimentos probióticos.

—Volviendo a lo anterior, los antibióticos son necesarios.

—Sí, claro, Pero el problema está en que existe una generalización en los tratamientos antibióticos que, unido a veces a la toma irresponsable por parte de los pacientes, da lugar a una mayor resistencia bacteriana y a una seria alteración de los microbios intestinales. Y otras veces los antibióticos no pintan nada porque el problema es vírico. Pero cuando a usted le recetan el blister, ¡tómese el blíster entero!

—El estrés hoy en día, es un hecho que nos afecta a todos, y contra el que es difícil de luchar.

—Efectivamente, este también es un problema serio. El estrés provoca disbiosis y la disbiosis produce estrés. Pero el estrés es fundamental saber controlarlo. Lo cierto es que ha habido un incremento en los últimos años, y afecta a todas las edades, básicamente como consecuencia de la sobrecarga de tareas y de la crisis económica, con las grandes incertidumbres que eso genera. De hecho se ha extendido a niños y adolescentes, por contagio de angustias y ansiedades familiares. Lo ideal sería que todos aprendiésemos a evitar o a reconducir el estrés excesivo, bien a través del ejercicio físico moderado, de la meditación, del yoga, o sencillamente, de la risa. Otro truco es entrenar la visualización positiva, es decir, el lenguaje del inconsciente, tratando de imaginar situaciones agradables que el subconsciente traducirá en los cambios bioquímicos y neurológicos necesarios.

—Usted se ha referido antes a los alimentos probióticos. Explique a los lectores qué son exactamente, por favor.

—Sí. Una forma excelente de lograr el equilibrio puede ser a través de los probióticos. Son los organismos vivos no patógenos, fundamentalmente correspondientes a las especies Lactobacilus y Bifidobacterium, que se han venido utilizando tradicionalmente en la nutrición humana, sobre todo para prevenir infecciones gastrointestinales. Son especialmente buenos para las funciones digestivas y el tránsito intestinal e, incluso, para determinadas inflamatorias enfermedades intestinales. Sea como fuere, siempre hay que tener presente que estos efectos beneficiosos en ningún caso los convierten en un fármaco.

—¿Y cuáles son? ¿Qué alimentos probióticos recomendaría usted incluir en la dieta con el objeto de mantener en forma el microbioma intestinal?

—En la dieta incluiría los alimentos fermentados ricos en probióticos como son el yogur natural, el kéfir, los pepinillos encurtidos, y otros vegetales fermentados, como el chucrut o col típica alemana, las calabazas, las cebollas o las zanahorias, por ejemplo.

—¿Cualquier yogur valdría para este objetivo?

—Conviene buscar aquellos elaborados con queso de cabra, especialmente rica en Lactobacilus, thermopjilus, bifidus y bulgaricus. Es importante leer con atención el etiquetado nutricional, ya que muchas marcas de renombre añaden productos indeseables, como jarabe de maíz, generoso en fructosa, junto con edulcorantes y saborizantes artificiales. Respecto al kéfir, se trata de un fermentado de granos y leche de cabra muy rico en Lactobacilus, bifidus y antioxidantes.

—¿Y alimentos que debemos controlar e, incluso, erradicar de nuestro menú diario?

—Hay, efectivamente, ciertos enemigos de nuestro microbioma intestinal. Las grandes cantidades de azúcares simples, la bollería industrial, las carnes tratadas con antibióticos, las frutas y verduras criadas con herbicidas y pesticidas, los refrescos con gas, las bebidas alcohólicas destiladas y los condimentos muy fuertes. También es muy importante en una dieta saludable moderar y limitar drásticamente el consumo de carnes rojas, eliminar las grasas trans y, en general, moderar el consumo de proteínas animales. Argentina ya ha prohibido las grasas trans y EE.UU lo hará (ya lo han hecho en el Estado de California). Es que las grasas trans, ni ocasionalmente, ni nunca.



miércoles, 13 de mayo de 2015


LAS HUELLAS QUE LOS LIBROS DEJAN EN TU CEREBRO

“Algunas historias contenidas en los libros dejan huella en nuestras vidas y en algunos casos ayudan a definir a una persona”

Berns


Las personas que leen libros conocerán el sentimiento que a continuación expondré. Leer un libro va más allá de su lectura. Supone la inmersión en otro mundo, una traslación a otra época. Te olvidas de todo lo que hay a tu alrededor, te sumerges en otro mundo. Crece tu ansia por leer hasta al final y cuando llega ese final sientes un poco de tristeza y plenitud al mismo tiempo.

Estas sensaciones llegan más allá. ¿Por qué la lectura es tan importante? ¿Tiene algún efecto sobre nuestro cerebro?

¡Aquí lo descubriremos!

Los libros y el cerebro

Cuando leemos un libro el cerebro se ve estimulado. La atención visual, la imaginación, las emociones que nos pueda causar, todo esto provoca un ejercicio mental positivo que enriquece nuestra mente.

Pero, esto solo sucede con los buenos libros o, lo que es lo mismo, la buena escritura. De hecho, autores de Metaphors We Live By (Metáforas de la vida cotidiana) como George Lakoff y Mark Johnson examinaron el poder que las metáforas tenían en la mente de los individuos. Estas tienen el poder de activar distintas áreas de nuestra conciencia debido a su significado.

No todas las personas imaginamos igual, y este es un hecho muy importante e interesante. El contenido de un mismo libro leído por dos personas puede ser visualizado o imaginado de formas muy diferentes.

¿De qué depende esto? De la personalidad, de la propia persona, de su carácter pero, sobre todo, porque es muy difícil que todos imaginemos de la misma manera. Yo no visualizaré a este personaje de la misma manera en que lo hagas tú. Simplemente porque nuestra mente trabaja de forma diferente.

Personajes y empatía

¿Cuántas veces nos hemos puesto en la piel del personaje que leemos? Además de lograr visualizarlos de una manera y hacernos una idea de ellos, conseguimos empatizar con ellos. De esta manera, muchas veces nos sentimos de acuerdo con cómo se siente el personaje.

Gracias a esto, logramos una mejora de nuestra intuición y conocimiento de nuestro entorno, permitiéndonos comprender mejor las señales emocionales de los demás. No debemos olvidar que son personajes de ficción, que no existen. Pero en nuestra mente los hacemos reales, les damos forma tanto a ellos como a los lugares que se nos describen.

Por eso sentimos una sensación de tristeza y vacío al terminar un libro. Porque hacemos de los personajes de los libros nuestros amigos. Los seguimos en su historia y sentimos lo mismo que ellos.

Modificación de nuestra conducta

Leer nos ayuda a entender el mundo y también a ver otros puntos de vista. Obviamente es ficción, pero hay muchas enseñanzas escondidas en los libros de las que podemos aprender.

Además de desarrollar nuestra empatía, los libros logran que seamos personas más comprensivas y con mayores capacidades para entender a los demás. Dicho de otra manera, aprendemos a cómo hacer frente a ciertas situaciones por lo que hemos leído.

Pon un libro en tu vida

Como hemos visto los libros nos ayudan a comprender mejor el mundo y a empatizar con los demás. Influyen en nosotros de una manera positiva que además nos resulta beneficioso en nuestra vida diaria.

Hay muchas posibilidades de leer hoy en día. Tenemos el libro en papel, el libro electrónico… además de varias temáticas que nos pueden llamar más o menos dependiendo de cómo seamos o lo que estemos buscando o necesitando. Recuerdo el testimonio de una compañera que decía cómo un libro de temática triste la había ayudado en un momento malo de su vida.

¿Cómo es esto posible? Quizás se sintió identificada y pudo observar cómo realmente ella no estaba tan mal, que había situaciones y momentos peores. Leer desgracias ajenas le ayudó, fue positivo.

Estas y otras cosas pueden ocurrirnos a nosotros. ¿Por qué cuando estamos tristes vemos una película que nos haga llorar? Pues para que el dolor fluya y nos “liberemos” de alguna manera. Pues con los libros sucede lo mismo pero con un plus: nos permite imaginar y crear.




martes, 12 de mayo de 2015


¿POR QUÉ SE GRITA AL DISCUTIR?

Un día un maestro preguntó a sus discípulos lo siguiente:

-¿Por qué la gente grita cuando está enfadada?

Los discípulos pensaron unos momentos. -Porque perdemos la calma, contestaron.

-Pero, ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?, preguntó el maestro. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enfadado?

Los discípulos dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas agradó al maestro.

Finalmente el maestro les explicó: -Cuando dos personas están enfadadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enfadados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.

Luego el maestro preguntó: -¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, ¿por qué? Porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.

El maestro continuó: -Cuando se enamoran aún más, ¿qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente, no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuando están cerca dos personas que se aman.

Luego el maestro dijo: -Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, porque llegará un día en que la distancia sea tan grande, que no encontrarán de nuevo el camino de regreso.


lunes, 11 de mayo de 2015


30 PREGUNTAS QUE LIBERARÁN TU MENTE

“Una buena pregunta vale más que mil respuestas mediocres

y habitualmente más que una respuesta inteligente”



¿Te has encontrado alguna vez ante un bloqueo mental que afecta a tu visión de la vida, de la felicidad, de las relaciones humanas? ¿Te has encontrado ante la dificultad de elegir sobre tu futuro y no saber qué hacer o qué cuestiones tener en cuenta para elegir? ¿O simplemente necesitas un cambio y no sabes hacia dónde dirigirte?

Para todo esto y muchas otras cosas más, te vendrá muy bien plantearte la siguientes cuestiones. Esta preguntas no tienen respuestas acertadas y erróneas, sino que tratan de ayudarte a desatascar todos esos pensamientos limitantes y negativos que bloquean tu mente y no permiten pensar con claridad.



1. ¿Responde mi edad real con la edad que siento que  tengo?

2. Si la vida es tan breve, ¿Por qué hago tantas cosas que no me gustan y demoro lo que realmente deseo hacer?

3. Cuando siento que todo está dicho y hecho, ¿A qué le he dedicado más tiempo, a decir o a hacer?

4. ¿Me preocupo por hacer bien lo que hago o por hacer las cosas correctas?

5. Si pudiera cambiar una cosa en el mundo, y solo una, ¿Qué cambiaría?

6. Si la felicidad fuera una moneda, ¿A qué me dedicaría para hacerme rico?

7. ¿Lucho para hacer lo que me gusta o me conformo con lo que hago?

8. ¿Hasta qué punto tengo el control sobre mi vida?

9. ¿Qué hago cuando alguien a quien admiro o respeto hace una crítica desagradable y/o injusta?

10. Si pudieras dar un solo consejo a una persona que le cambiaría la vida, ¿qué le dirías?

11. ¿Cuántas veces un genio ha sido considerado anteriormente como un loco?

12. ¿Prefiero ser un genio preocupado o un tonto feliz?

13. ¿Qué sé hacer que los demás no saben?

14. ¿Qué cosas deseo hacer y no he hecho todavía? ¿Qué me detiene?

15. ¿A qué me estoy aferrando que no me deja avanzar?

16. ¿Realmente importa algo eso que ocurrió en el pasado?

17. ¿Por qué yo soy yo?

18. ¿Soy la clase de amigo que yo desearía tener?

19. ¿Qué es aquello por lo que me siento más agradecido en la vida?

20. ¿Cuál es el momento más feliz de mi infancia? ¿Por qué?

21. Si no es ahora, ¿cuándo?

22. Si no he logrado eso que sueño todavía, ¿a qué estoy esperando?

23. ¿Puedo permitirme esperar o tengo que actuar?

24. ¿Siento que he vivido este día cientos de veces ya?

25. Si mañana se acabara el mundo, ¿Con quién pasaría el día de hoy?

26. ¿Renunciaría a varios años de mi vida por ser guapo/a y famoso/a?

27. ¿Cuál es la diferencia entre vivir y estar vivo?

28. Si sé que puedo aprender de mis errores, ¿por qué tengo miedo a fracasar?

29. ¿Cómo actuaría si no hubiera nadie que juzgara mis actos más que yo mismo/a?

30. ¿Tomo mis propias decisiones o dejo que los demás las tomen por mí?



Pensar y actuar para cambiar de vida


Es muy importante reservar un tiempo cada día para tener un diálogo con uno mismo y liberar la mente. Esto deja la puerta abierta a la creatividad y a la reflexión consciente sobre lo que somos, lo que queremos ser, lo que deseamos en la vida y lo que vamos a hacer para conseguirlo.

Tomar las medidas necesarias cada día  nos ayuda a despertar para asegurar que lo que hacemos está en consonancia con nuestras creencias y valores fundamentales.

Celebrar nuestras victorias, por pequeñas que sean, nos ayuda a disfrutar y a vivir una vida  que valga la pena.

Desbloquear tu mente te ayudará a sentirte más libre y enfocarte hacia lo que realmente sientes que debes hacer, hacia lo que te haga sentir que la vida tiene sentido.



domingo, 10 de mayo de 2015


LA MEDITACIÓN AFECTA A TUS CÉLULAS

Un nuevo estudio publicado en la revista Cancer y firmado por Linda Carlson del Tom Baker Cancer Center en Alberta, Canadá, ha encontrado que algunos pacientes de cáncer de mama que practicaron regularmente técnicas de reducción de estrés, incluyendo mindfulness y yoga, llegaron a cambiar físicamente sus células, a pesar de no estar recibiendo tratamiento.

El grupo estaba constituido por 88 pacientes con una media de edad de 55 años, que habían superado el cáncer hacía más o menos un año, pero que aún sufrían diversos problemas emocionales derivados del largo proceso del cáncer. El total de participantes se separó al azar en tres grupos, y se les tomó una muestra de sangre antes y después de 12 semanas que fue lo que duró el experimento.

Uno de los grupos fue designado para asistir 90 minutos a la semana a unas clases de meditación mindfulness y Hatha Yoga, y además se les pidió que practicasen también en casa durante al menos 45 minutos todos los días. El segundo grupo acudía a una reunión semanal de 90 minutos donde hablaban sobre cómo se sentían. Finalmente, había un grupo de control que acudió a una reunión de 6 horas sobre técnicas para sobrellevar el estrés.

El análisis de las muestras de sangre al finalizar las 12 semanas de estudio mostró resultados llamativos en cuanto a la longitud de los telómeros de sus células. Los telómeros son la parte final de los cromosomas, y actúan como protectores de la integridad de nuestro ADN. En cada replicación celular se acortan un poco, por lo que son una medida del envejecimiento celular. Cuando los telómeros desaparecen, la célula empieza a perder parte del ADN, y finalmente muere.

Los dos grupos que tenían reuniones semanales en las que se practicaba meditación o se realizaba terapia de soporte a través de la expresión de sentimientos, mostraron unos telómeros de igual longitud a los que tenían al comenzar el estudio. Sin embargo, el grupo al que tan sólo se le dio una clase teórica de control de estrés, sí que mostró un acortamiento de los telómeros de sus células.

Es obvio que cuerpo y mente están profundamente conectados, pero es difícil demostrarlo. Estos resultados son un paso más, aunque aún queda mucho por hacer, porque realmente no sabemos cómo la meditación –o el deporte- llegan a evitar que se acorten los telómeros. En un paper publicado hace un tiempo, se vio que la meditación aumentaba la actividad de la telomerasa, que es el enzima encargado de reparar los telómeros. Quizá todo se reduzca a que una eliminación del estrés y las emociones negativas provoca que se reduzca la liberación de las hormonas implicadas en estos procesos, lo que al final lleva a una mayor activación —o evitación de la desactivación— de la telomerasa. Esperemos que nuevos estudios nos resuelvan estas interesantes cuestiones...

Referencias
Mindfulness-based cancer recovery and supportive-expressive therapy maintain telomere length relative to controls in distressed breast cancer survivors. Carlson LE, Beattie TL, Giese-Davis J, Faris P, Tamagawa R, Fick LJ, Degelman ES, Speca M., Cancer. 2014 Nov 3. doi: 10.1002/cncr.29063