Bienvenido Welcome Herzlich willkommen
viernes, 6 de marzo de 2015
¿CÓMO SUPERAR LAS
RESISTENCIAS QUE NO TE DEJAN AVANZAR?
Una resistencia es un tipo de barrera u obstáculo consciente
o inconsciente que no nos impide avanzar. Estas resistencias abarcan desde
creencias, hasta emociones y sentimientos. Muchas personas tienen resistencia
al cambio debido al miedo, la ansiedad o el dolor que este cambio pueda
suponer.
¿Cuáles son los factores que nos provocan resistencias?
Miedo a lo
desconocido
Salir de nuestra “zona de confort” a un desierto enorme que
no hemos visto nunca nos provoca miedo, incluso terror y pánico.
Falta de información
Cuando no sabemos qué nos vamos a encontrar. Uno de los
grandes temores del ser humano: la incertidumbre. Cuando tenemos incertidumbre nos sentimos
inseguros, no tenemos asideros y tenemos que ir casi a ciegas. Pero tenemos que
hacerlo, tenemos que vencer esa incertidumbre que va a estar ahí.
Miedo al fracaso
Otro de los grandes miedos que tenemos. ¿Y si me sale mal?
¿Y si fracaso? ¿Y el dolor que me va a generar el fracaso? ¿Y qué dirán los
demás si lo hago mal y se ríen de mí? Es uno de los miedos más paralizantes que
existen. Pero es un miedo que está solo en nuestra mente.
Miedo a decepcionar a
los demás
Todas las personas que tienen una gran tendencia a intentar
agradar, complacer y estar demasiado pendientes de lo qué dirán los demás
tienen un gran miedo a decepcionar. A que nos dejen de querer si algo sale mal,
que nos rechacen si decimos lo que pensamos o somos nosotros mismo, que
lleguemos a defraudar a alguien. Es un miedo del que debemos ser conscientes
para poder superarlo.
Miedo al qué dirán
En nuestra cultura el qué dirán es algo muy decisivo. Nos
suelen mirar con el dedo y acusar si hacemos algo diferente a los demás. Pero
al mismo tiempo es una sociedad hipócrita que nos alienta a ser diferentes y
decir lo que pensamos. Esta contradicción nos provoca confusión, miedo e
incertidumbre.
Miedo a ser incapaz
de aprender o hacer
Este miedo cursa con pensamientos negativos que nosotros
mismos nos imponemos como “porque no soy capaz”, “porque soy tonta”, “porque
nunca me ha salido bien”…
Pereza
El ser humano excede la ley del mínimo esfuerzo, por lo
tanto, todo lo que genere esfuerzo ya nos agota. Por no cambiar dejamos las
cosas como están, porque cambiar requiere un esfuerzo y solo de pensarlo ya nos
cansa. Además, para qué cambiar si no estoy tan mal…
“Más vale malo
conocido que bueno por conocer”
Este gran refrán castellano nos remite a la “zona de
confort”. Para qué vamos a salir de nuestra “zona de confort” si estamos a
gusto. Aunque el cambio sea positivo y mejore nuestra vida, no queremos
arriesgarnos a que sea un cambio negativo.
Está claro que el miedo es el principal factor que activa
nuestras resistencias y que muchas de ellas son barreras mentales que nosotros
mismos nos imponemos. También el desconocimiento y la “pereza”, en algunos
casos, ayudan a que no demos el paso para el cambio.
Existen dos tipos de resistencias:
Resistencias
estructurales
Son aquellas que se refieren a los cambios que vienen de
fuera, a los cambios del entorno. Por ejemplo, el cambio de una asignatura o de
una carrera universitaria, cambio de pareja, un nuevo hogar, etc.
Resistencias
personales
Las resistencias personales hacen referencia a los tres
pilares básicos del cambio: querer, poder y saber. Podemos decir “no” al
cambio, estamos en todo nuestro derecho. Pero, tenemos que ser conscientes de
ello y que sea una decisión nuestra. Lo que no podemos hacer es querer algo,
poder conseguirlo, saber lo que pasará y que nos sea imposible lograrlo. Ahí
hay un obstáculo y tenemos que combatirlo.
Los seres humanos solemos imponernos barreras mentales,
muchas veces, que nos impiden conseguir aquello que anhelamos y que sabemos nos
hará felices. Estas barreras tienen fácil solución. Además de poner toda
nuestra fuerza de voluntad para conseguir superar esto debemos tener en cuenta
los siguientes pasos:
Debemos definir el objetivo y el resultado que esperamos
Enunciaremos todas las posibles elecciones para quedarnos
solo con una
Desarrollaremos una lista de cosas pendientes de hacer
Estableceremos los pasos que vamos a dar
Cómo evaluaremos los avances, también tenemos que tenerlo
presente
Perseverar, algo muy importante. Si queremos algo no nos
demos por vencidos tan fácilmente
Adelantarnos a lo que pueda pasar. Debemos establecer qué
hacer si algo sale mal
Y ahora… ¿Ya estás preparado para el cambio?
Ten en cuenta que si no existe malestar no hay problema, y
donde no hay problema no hay acción para el cambio. Que tienes mucha gente
alrededor dispuesta a ayudarte y apoyarte, no estás solo. Si hay algo que
ignoras fórmate, aprende, lee y pregunta antes de lanzarte a lo desconocido,
así te será más fácil. Y, por último, si te quieres, crees en tus logros y te
animas a ti mismo ¡Las resistencias se vencerán fácilmente!
jueves, 5 de marzo de 2015
¿QUIÉN ES EL POBRE?
Un Padre económicamente acomodado, queriendo que su hijo
supiera lo que es ser pobre lo llevó para que pasara un par de días en el monte
con una familia campesina. Pasaron tres días y dos noches en su vivienda del
campo.
En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a
su hijo:
– ¿Qué te pareció la experiencia?
– Buena, contestó el hijo con la mirada puesta a la
distancia.
– Y… ¿qué aprendiste?, insistió el padre…
El hijo contestó:
1.- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro.
2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que
llega a la mitad del jardín… Y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina,
donde hay pececitos, y otras bellezas.
3.- Que nosotros importamos linternas del Oriente para
alumbrar nuestro jardín… Mientras que ellos se alumbran con las estrellas y la
luna.
4.- Nuestro patio llega hasta la cerca… Y el de ellos llega
al horizonte.
5.- Que nosotros compramos nuestra comida;… Ellos, siembran
y cosechan la de ellos.
6.- Nosotros oímos CD’s… Ellos escuchan una perpetua
sinfonía de pájaros, pericos, ranas, sapos, cucarrones y otros animalitos….
7.- Nosotros cocinamos en estufa eléctrica… Ellos, todo lo
que comen tiene ese glorioso sabor del fogón de leña.
8.- Para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro,
con alarmas… Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de
sus vecinos.
9.- Nosotros vivimos conectados al celular, a la
computadora, al televisor… Ellos, en cambio, están “conectados” a la vida, al
cielo, al Sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a
su Familia.
El padre quedó impactado por la profundidad de su hijo…y
entonces el hijo terminó:
– ¡Gracias papá, por haberme enseñado lo pobres que somos!
Nos preocupamos por TENER, TENER, TENER Y MÁS TENER en vez
de preocuparnos por SER.
miércoles, 4 de marzo de 2015
EL EFECTO DEL MASAJE TAILANDÉS EN LAS EMOCIONES
El cuerpo físico y el cuerpo emocional están íntimamente
unidos. Por eso, no tienes por qué limitarte a aliviar contracturas y dolores
comunes. En este post te cuento cómo tratar algunos desórdenes emocionales a
través del masaje tailandés.
TODO COMENZÓ EL DÍA QUE…
Todo comenzó el día que tuve mi primera clienta con un bajón
emocional serio. ¿Qué hacer cuando en lugar del típico caso de contracturas
musculares te viene alguien con depresión? ¿Podré cumplir con las expectativas?
¿Qué manipulaciones debería incluir?
Tales cuestiones azotaban mi mente en fracciones de segundo
al tiempo que completaba la planilla con los datos de mi cliente, y hacía más
preguntas para ahondar en el origen de su problema.
BÁSICAMENTE SE TRATABA DE UN ESTADO DE DEPRESIÓN POR LA
SEPARACIÓN CON SU PAREJA
Ninguno de los cursos de masaje thai que tomé me prepararon
para una situación de esa naturaleza. Sin embargo, luego de los primeros
minutos iniciales, mis dudas fueron disminuyendo, y una confianza nacida de
“vaya a saber dónde” comenzó a ganar terreno.
¡Menos mal! Pues no sería la única clienta que vendría a mi
consulta con un problema similar, de hecho ese mismo mes tuve otras tantas que,
más que buscar alivio a su cuerpo, deseaban liberarse de su angustia y
ansiedad.
Todo pasa por algo, la dificultad que supuso en un primer
momento, luego se convirtió en experiencia y lecciones que me sirvieron para
mejorar mi técnica.
ASÍ FUE COMO LO RESOLVÍ
Las personas con angustia y depresión suelen estar encogidas
hacia adelante, con el pecho cerrado, una respiración corta y mirada hacia el
suelo.
¿Cómo se ve una persona con serenidad y optimismo? Pues todo
lo contrario, ¿no? Cabeza erguida, hombros relajados y hacia atrás, mirada
hacia adelante, respiración profunda y pausada…
Me propuse pues “arreglar” el cuerpo del receptor para que
se sintiera como una ganadora.
He aquí algunas de las manipulaciones que recomiendo enfocar
en casos así:
-Masaje de cuero cabelludo y rostro. Para relajar.
-Masaje de pecho (pectoral superior y esternón), para
promover respiraciones profundas. Ten en cuenta que en esta área se encuentra
el chakra cardíaco, por lo que estaremos estimulando una zona energética
importante para todo lo que se relacione con cuestiones del corazón.
-Presiones palmares en hombros para abrir el pecho y
corregir la postura. Una vez más, abrir el pecho es esencial para que la
persona se “abra” emocionalmente otra vez. La postura cerrada indica una
protección, una coraza que la persona crea para protegerse de algo que la está
dañando.
-Estiramientos de la cabeza, para que vuelva a estar erguida
y ayudemos a devolver su confianza.
-Finalmente, bastante presión palmar y digitopuntura en la
espalda, especialmente a la altura de omóplatos, o sea la zona del chakra
cardíaco del lado de la espalda. Usualmente hago masaje thai con los pies y una
tracción que desbloquea las vértebras a esa altura. Aunque esto último
pertenece a una técnica más avanzada, simplemente con hacer presiones palmares
alternadas y simultáneas podrás reequilibrar la postura de tu cliente y
recobrar su ánimo.
LOS RESULTADOS QUE PUEDES OBSERVAR
A veces los cambios pueden ser sutiles, y otras veces
espectaculares.
Los casos a los que haré referencia son reales, solo que
cambiaré los nombres de mis clientes para preservar su identidad.
Julia era una mujer de contextura física robusta, tenía dos
hijos pequeños, y mucho problemas con su pareja y su familia. Esto hacía que se
expresara con una singular verborragia, incluso a varios minutos de comenzar el
masaje.
Lo que hice fue simplemente dejar que mi clienta se
expresara, y trabajar haciendo hincapié en las maniobras que mencioné
anteriormente.
El resultado fue que, como quien se queda dormido
paulatinamente, a los 15 minutos cesó toda conversación y se dejó relajar. Al
final de la sesión era una persona completamente diferente, cosa que demostraba
tanto su expresión facial como su tono de voz y calidad de sus palabras.
Sergio era un hombre fuerte, pero rígido. Escapaba hablar de
temas del corazón o expresar sus emociones. Llegó a la consulta por unos
dolores de espalda, y al cabo de solo la primera sesión, no solo logró aliviar
su dolor físico, también comenzó a expresarse acerca de sus sentimientos y
reflexionar sobre ciertas conductas que lo habían llevado a estar solo.
Eugenia estaba pasando por una mala época en su vida, estaba
sola, tenía una niña, y los recursos no abundaban. En este caso, al liberar la zona dorsal,
además del “crack” característico, se produjo una explosión de llanto, que luego
dio lugar a una sensación de alivio, “como si me hubiera liberado de una carga
muy grande”.
ENFÓCATE EN LO MÁS IMPORTANTE
Estos no son más que algunos casos, pero espero que sean lo
suficientemente convincentes para hacerte notar la importancia de atender a lo
que le sucede al cliente a nivel emocional.
Puede que una persona llegue a ti por un típico dolor de
espalda, pero es tu deber indagar qué más hay detrás de ese dolor físico y
apuntar a lo más importante.
Tal vez el cliente no sepa que puedes hacer algo para
aliviar su dolor por haber sido abandonad@, maltratad@ o mal amad@, pero ahora
tú sabes que sí.
http://shivathai.net/el-efecto-del-masaje-tailandes-en-las-emociones/
EL CEREBRO MUESTRA SUS SECRETOS
Avances científicos. Las nuevas tecnologías arrojan luz
sobre el mayor misterio sin resolver de la biología: cómo funciona realmente el
cerebro. Modificar recuerdos, estrategias para combatir el cáncer, cómo
manipular los sueños o por qué el chocolate preserva la memoria, son algunos de
los últimos logros en Neurociencia.
1. Logran cambiar
recuerdos traumáticos en placenteros
Una investigación publicada en “Nature” y liderada por el
Premio Nobel Susumo Tonegawa dio un paso más en la comprensión de la memoria.
Con su equipo Tonegawa logró cambiar la sensación de miedo asociada a un suceso
por otra placentera. Y no han necesitado llevar a cabo ninguna terapia, lo han
logrado con un “click”, el necesario para encender una luz láser.
Si tiene alguna fobia y está pensando en recurrir a esta
novedosa técnica, sepa que a menos que quiera ofrecerse como cobaya humano, aún
tendrá que pasar por la consulta de su psicólogo. Y es que para cambiar un
recuerdo negativo en otro positivo han utilizado una técnica muy reciente,
conocida como optogenética, que permite activar y desactivar a voluntad
circuitos neuronales mediante luz y que hasta el momento solo se ha aplicado en
ratones.
Pero sin duda es un paso interesante para ayudar a las
personas con fobias o trastornos de estrés postraumático.
Las memorias de hechos pasados se almacenan en dos lugares
diferentes del cerebro. En el hipocampo se archiva una información neutra,
referente al lugar donde ocurrió el suceso, mientras que la emoción que la
acompaña se guarda en otra zona diferente, pero cercana, la amígdala.
Los investigadores descubrieron que los archivos guardados
en el hipocampo referente a la información del lugar donde ha ocurrido un
suceso son tan plásticos que pueden asociarse después con otra emoción opuesta
a la inicial, fruto de una nueva experiencia. Es por eso que cuando se acude al
psicólogo por una fobia se puede superar con éxito esa experiencia
rememorándola mientras está relajado en otro contexto diferente.
2. Manipulando
sueños
Un equipo de neurocientíficos encabezados por la psicóloga
Ursula Voss, de la Universidad de Frankfurt, logró que un grupo de voluntarios
experimentara un sueño lúcido, como contaron al despertar.
Los sueños lúcidos son aquellos en los que somos conscientes
de que estamos soñando y podemos dirigir el contenido de las fantasías oníricas
a voluntad.
Sus resultados se publicaron en Nature Neuroscience.
El electroencefalograma mostró una actividad eléctrica
indicativa de las ondas gamma, lo que permitió corroborar que en efecto tenían
ese tipo especial de sueños poco frecuentes, que se utilizan para el estudio de
aspectos tan escurridizos como la consciencia.
Las ondas gamma están relacionadas con funciones ejecutivas
como el razonamiento y son indicativas de que el lóbulo frontal está
trabajando, algo que no ocurre durante el sueño, salvo en este tipo, que por
eso recibe el nombre de “lúcido”. En general mientras dormimos el lóbulo
frontal está inactivo.
Voss y sus colegas querían averiguar qué ocurriría si al
soñar inducían una corriente con la misma frecuencia de las ondas gamma en el
cerebro. Cuando lo hicieron, a través de electrodos en el cuero cabelludo en
una técnica llamada estimulación transcraneal de corriente alterna (tACS), los
27 voluntarios informaron de que eran conscientes de que estaban soñando.
El trabajo es relevante en el manejo de pesadillas.
También en personas que sufren estrés postraumático, que a
menudo tienen sueños en los que reviven una experiencia traumática de forma
repetitiva, lo que les causa gran angustia y problemas para dormir. Si pueden
soñar con lucidez de forma controlada, es decir, con el lóbulo frontal
despierto, con ayuda del terapeuta podrían modificar el contenido de las
pesadillas para acabar con ellas.
3. Ejercicio para
olvidar
¿Se acuerdan de la famosa carrera que Forrest Gump (Tom
Hanks) protagonizó en el cine cuando Jenny rechazó su oferta de matrimonio? Tal
vez su larguísimo maratón cinematográfico le ayudara en su empeño de olvidar,
según un estudio publicado en la revista “Science”.
El trabajo sostiene que las nuevas neuronas que nacen en el
hipocampo, donde se consolida la memoria, están implicadas no solo en la
formación de recuerdos, sino también en el olvido. Se sabe que el ejercicio
promueve el nacimiento de nuevas neuronas en esta zona del cerebro. Y tres años
de carrera seguro que consiguieron “apadrinar” muchas neuronas nuevas en el
cerebro de Forrest, que de acuerdo con esta nueva investigación, haría más
fácil olvidar la negativa de Jenny, aunque requeriría su tiempo.
La investigación, en la que han participado científicos de
la Universidad de Toronto (Canadá) y Toyoake (Japón) demuestra que las neuronas
nuevas que nacen en el hipocampo a lo largo de toda la vida, al integrarse en
las redes neuronales ya existentes destruyen conexiones antiguas y por eso
algunos recuerdos previamente adquiridos se pierden.
Esta especie de cinta sin fin de producción de recuerdos
explicaría por qué no alcanzamos a recordar cosas ocurridas en la primera
infancia, una etapa de la vida en la que la tasa de nacimiento de nuevas
neuronas es muy elevada. Las neuronas “recién nacidas” compiten entre sí para
integrarse en las redes de memoria, remodelándolas continuamente, por lo que
estas tendrían un equilibrio muy precario, lo que favorecería esa “amnesia” que
acompaña a los primeros años de vida y que es común a muchas especies,
incluyendo la nuestra.
4. El elixir de la
juventud está en la sangre
La sangre joven rejuvenece. Esta frase podría parecer
sacada de las páginas de una novela de Bram Stoker, el creador de Drácula, o de
las sagas de vampiros que hacen furor entre los más jóvenes. Sin embargo, es la
conclusión de tres artículos que publicados en mayo en “Science” y “Nature
Medicine”.
Algo en la sangre de los ratones jóvenes es capaz de
rejuvenecer el músculo y el cerebro de ratones de 22 meses, que están en la
última etapa de su vida si se tiene en cuenta que no suelen vivir más allá de
dos años de media. Y viceversa, la sangre procedente de ratones viejos
perjudica a los más jóvenes.
Las sospechas recayeron en el factor 11 de diferenciación
del crecimiento celular (GDF-11), que aumenta el nacimiento de nuevas neuronas
en el hipocampo -mejorando el aprendizaje- y en el bulbo olfatorio -permitiendo
recuperar el olfato parcialmente perdido-, y mejora la irrigación sanguínea del
cerebro. Algo parecido ocurre en el músculo y el corazón: los ratones que
reciben GDF11 aumentan su fuerza y capacidad de ejercicio. Estos resultados
obtenidos en roedores han dado pie a poner en marcha este ensayo clínico para
ver si en humanos se producen también un efecto de rejuvenecimiento del cerebro
semejante.
Fruto de esas investigaciones, 18 personas con Alzheimer
participan en un ensayo clínico para comprobar los efectos que el plasma de
personas jóvenes tienen sobre esta patología. En un año podría saberse si la
sangre de los jóvenes puede poner freno a una de las enfermedades más temidas y
devastadoras asociadas al envejecimiento.
Esta investigación ha sido elegida entre las más importantes
de 2014 por la revista “Science”. Sus implicaciones clínicas sin duda merecen
esa consideración.
5. Omega-3 contra el
envejecimiento
A medida que envejecemos nuestro cerebro va perdiendo
volumen con los años. Y esta pérdida es mucho más acusada en patologías como el
Alzheimer. Varios estudios han atribuido a los ácidos omega-3 del pescado azul
un papel neuroprotector frente a este proceso. Un estudio publicado en la
revista de la Academia Americana de Neurología, aportó nuevas pruebas.
Al parecer, los niveles altos de omega-3 en sangre se
relacionan con una menor pérdida de volumen cerebral. Lo que significa que el
cerebro envejece algo más lentamente, y se ha cuantificado ese retraso en uno a
dos años. Los niveles más altos de omega-3 se correspondían también con un
volumen un 2,7 por ciento mayor en el hipocampo, que desempeña un papel clave
en la formación de la memoria y en la enfermedad de Alzheimer comienza a
atrofiarse incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas.
Además niveles de ácidos grasos en sangre dos veces superior
a la media de los participantes en el ensayo (7,5 por ciento frente al 3,4 por ciento)
correspondían con un volumen cerebral un 0,7 por ciento mayor. Esta cantidad,
que puede parecer insignificante, equivalía a retrasar la pérdida normal de las
células cerebrales que tiene lugar con el envejecimiento en uno a dos años.
Los ácidos grasos omega-3 están presentes en los pescados
azules, como atún, sardina, salmón, etc.
6. ¿Por qué el
chocolate preserva la memoria?
Las propiedades neuroprotectoras que se han atribuido al
chocolate durante mucho tiempo fueron confirmadas por un estudio publicado en
la prestigiosa revista “Nature Neuroscience”.
Uno de sus componentes, la epicatequina, un flavonol con
acción antioxidante, ha demostrado su eficacia para revertir las pérdidas de
memoria normales asociadas a la edad. Esas que a partir de los 50 hacen más difícil
localizar el coche en el aparcamiento del supermercado, que haya que poner más
empeño en aprender cosas nuevas o recordar nombres.
Una dieta rica en epicatequina (900 miligramos al día), un
componente del cacao, durante tres meses en 37 voluntarios sanos con edades
comprendidas entre 50 y 69 años, en un ensayo doble ciego, mostró una mejoría
notable en la cognición equivalente a un rejuvenecimiento de 30 años, aseguran
los investigadores de la Universidad de Columbia.
“Los participantes que tenían una memoria típica de una
persona de 60 años al inicio del ensayo, después de tres meses de consumo de
una bebida rica en flavonoides del cacao mostraban una mejoría en su memoria
que los equiparaba a las personas de 30 o 40 años”, explica Scott A.Small,
director del Centro para Estudio de la Enfermedad de Alzheimer, que lidera el
trabajo.
7. ¿Qué pasa en el
cerebro con la ansiedad?
Si hay algo característico de los trastornos de ansiedad, sin
duda es el miedo. Uno que produce angustia y que no tiene una causa clara.
Varias zonas del cerebro son claves en la producción del miedo y la ansiedad.
En especial la amígdala y el hipocampo.
Un estudio publicado en Nature Neuroscience podría ayudar a
explicar cómo se pasa de un miedo normal y adaptativo a otro generalizado y
disfuncional.
Según éste, la sensación de miedo es una cuestión de números
y depende de una votación “democrática” entre nuestras neuronas, que de forma
individual son capaces de distinguir lo que supone una amenaza y lo que no. Si
la mayoría se alarman, sentimos miedo. Por el contrario, si sólo se alteran
unas pocas, no cunde el pánico y permanecemos tranquilos.
Eso es al menos lo que se deduce de un trabajo con roedores,
que acaba de ser replicado en primates. Al parecer, en la amígdala, la parte
del cerebro que procesa el miedo, hay una minoría de neuronas muy temerosas, a
las que cualquier señal del entorno les lleva a transmitir una señal de pánico.
Sin embargo, la mayoría solo se “alteran” y mandan señales
de miedo cuando hay una causa justificada. El resultado en la conducta visible
de la rata es la ausencia de temor. Ante situaciones de alto riesgo, todas las
neuronas se vuelven miedosas.
8. El poder de la
caricia
Las caricias, o lo que es lo mismo, los roces lentos y
suaves en la piel que a la mayoría de las personas les resultan placenteros
ponen en funcionamiento el sistema de recompensa del cerebro, según un trabajo
publicado en la revista Neuron. Esas caricias se transmiten desde la piel hasta
el cerebro por medio de nervios cuya velocidad de conducción es muy lenta.
“El significado evolutivo de un sistema de este tipo para
una especie social como la nuestra aún no se ha determinado completamente”,
explica el primer autor del trabajo Francis McGlone, de la Universidad John
Moores, de Liverpool, en Inglaterra. “Pero la investigación reciente está
descubriendo que las personas con trastornos del espectro autista no procesan
adecuadamente el tacto emocional, lo que nos lleva a la hipótesis de que un
fallo en ese sistema durante el neurodesarrollo puede impactar negativamente en
el funcionamiento del cerebro social y el sentido de sí mismo”.
“En un mundo en el que el tacto queda relegado a un segundo
plano con el aumento de las redes sociales que fomentan la comunicación ‘sin
contacto’, y la disminución de caricias afectuosas en los bebés por parte de
cuidadores y padres debido a la las presiones económicas de la vida moderna, es
cada vez más importante reconocer cuán vital es una afectuosa caricia”, dicen.
9. Cafeína para
potenciar nuestra memoria
Doscientos miligramos de cafeína, aproximadamente la que
contiene un café, tomados después de ver una serie de imágenes ayuda a recordar
mejor al día siguiente. Lo que sugiere que en lugar de tomar café antes de
afrontar un trabajo importante para estar despiertos, tal vez sería mejor
tomarlo inmediatamente después, para sacar el mejor partido posible a la
memoria. Es la conclusión de un estudio de la Universidad Johns Hopkins
publicado en Nature Neuroscience.
“Hasta ahora se atribuía a la cafeína un efecto potenciador
sobre la actividad cognitiva, pero su capacidad para mejorar la memoria y
hacerla inmune al olvido no se había examinado en detalle”, señala el psicólogo
y neurocientífico Michael Yassa, que lidera esta investigación que prueba que
la cafeína puede potenciar la memoria hasta 24 horas después de haberla
consumido. “Es la primera vez que se observa este efecto de la cafeína para
reducir el olvido un día después de haberla ingerido”, destaca Yassa.
10. bloquear señales
nerviosas contra el cáncer gástrico
El sistema nervioso podría jugar un papel importante en el
desarrollo de los tumores. Una investigación internacional muestra que al menos
en el cáncer gástrico el nervio vago contribuye de forma importante a la
formación del tumor. Este nervio craneal inerva casi todos los órganos del
tórax y del abdomen. Precisamente por su complejo trayecto recibe el nombre de
vago o vagamundo, que significa errante.
Los tumores que surgen del tejido que recubre el estómago en
el cáncer gástrico son alimentados por fibras de este nervio vago que liberan
el neurotransmisor acetilcolina, según sugiere un trabajo de la Universidad de
Columbia publicado en Science Translational Medicine. El bloqueo de este
neurotransmisor mediante toxina botulínica podría ser una técnica potente para
frenar el desarrollo de este cáncer, que constituye el 10 por ciento de todos
los tumores malignos que se diagnostican cada año en el mundo, con una tasa de
supervivencia a 5 años de menos del 25 por ciento.
http://www.opinion.com.bo/opinion/revista_asi/2015/0111/suplementos.php?id=5216
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