miércoles, 18 de febrero de 2015

"La gente olvidará lo que digas, la gente olvidará lo que hagas, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir"
- Maya Angelou -





TÉCNICAS NATURALES MASAJE HOLÍSTICO


Masaje Holístico, la conexión cuerpo-mente

El masaje holístico toma su nombre del término griego “Holos”, que significa: todo, entero, completo. El ser humano es un todo indivisible; compuesto de un cuerpo físico, una mente, unas emociones y un alma o espíritu. Este masaje tiene en cuenta esta unicidad del ser humano y utiliza diferentes técnicas con el fin de equilibrar este Ser completo.

En el mundo actual, sobre todo en occidente, llevamos un ritmo de vida frenético. Es común el cansancio, el stress, los dolores musculares. La mente acelerada, hacemos algo y ya pensamos que haremos después, o que hemos hecho antes. Y las emociones; reprimidas o exaltadas. El alma o espíritu es un concepto lejano que normalmente no va con nosotros (más bien no somos conscientes de él).

Sería positivo encontrarnos con nosotros mismos, conocernos de verdad, valorar este ser que somos, lleno de posibilidades y recursos. Cada uno con los suyos, que son únicos e irrepetibles. Estaría bien “mirar” dentro para descubrirnos y valorarnos. Aceptar las potencialidades y también las limitaciones.

El masaje holístico es un masaje que utiliza diferentes técnicas manuales y naturales con el fin de eliminar estos bloqueos que nos imposibilitan un modo de vida más saludable y equilibrado en este cuerpo-mente que tenemos. Este masaje nos da la posibilidad de conocernos de “piel para dentro”, de darnos cuenta de nuestros bloqueos y de cómo se forman. Una vez que los conocemos, tenemos la posibilidad de liberarlos.

La sesión de masaje

Este masaje, consta de tres fases diferenciadas, aunque se van uniendo de forma armónica, de tal manera que el receptor del masaje, siente que las tres están unidas.
En primer lugar, se masajea todo el cuerpo físico. En esta fase se utilizan técnicas de quiromasaje, masaje tailandés, deportivo etc. Básicamente son amasamientos superficiales y profundos, estiramientos de grupos musculares, fricciones que estimulan la circulación arterial, venosa y linfática, rotaciones en las articulaciones, golpeteos en grandes grupos musculares que necesiten estimulación.
Normalmente se comienza con el receptor boca abajo, cubierto con una toalla o sábana. Una vez efectuado el contacto (sintiendo la respiración y conectando con ella) se efectúa un masaje en todo el cuerpo a base de suaves presiones. Esta primera manipulación, sirve por un lado para ir relajando al receptor, y por otro da una valiosa información al masajista, sobre las zonas que están más tensas.

A continuación y una vez elegido el aceite con las esencias correspondientes más adecuadas, se aceita todo el cuerpo y se continúa el tratamiento. Se van a masajear todas las zonas del cuerpo, pero se hará más hincapié en zonas más tensas. En este sentido, no solo se atienden los síntomas que manifiesta el receptor, si no todas las zonas que se encuentren bloqueadas. Es común que molestias en la zona lumbar, también se acompañen de acortamientos y bloqueos musculares en las piernas. De igual manera, molestias en hombros y zona cervical se acompañen de acortamientos y bloqueos en brazos y manos.

En segundo lugar, se estimulan o relajan diferentes puntos del cuerpo. Estos puntos están a lo largo de los llamados meridianos de acupuntura (China) o Nadis (India). Se trata de canales por los cuales circula la energía. Estos canales recorren todo el cuerpo.

También se trabajan puntos reflejos (se llaman así, porque reflejan otra zona del cuerpo). Utilizo normalmente puntos reflejos de los pies y algunas veces de las manos.
Las técnicas utilizadas en esta parte son la reflexología, el masaje tuina (masaje chino), el ayurveda (masaje de la India).

El desbloqueo de estos puntos, no solo beneficia al sistema músculo-esquelético, sino también a todos los demás sistemas del cuerpo: sistema nervioso, digestivo, respiratorio, reproductor, endocrino, urinario, circulatorio, linfático.

Estos canales también tienen su relación con el mundo emocional. Por Ejemplo: en sentimientos de tristeza suele haber una falta de energía en el meridiano del pulmón. La indecisión o sentimiento de inferioridad, falta de energía en el meridiano del riñón. La ira y mal humor, exceso de energía en el meridiano del hígado.

En tercer lugar, se trabaja la parte más sutil del cuerpo-mente. En zonas de cuerpo donde la energía se concentra en mayor grado. Son los llamados Chakras. Existen siete chakras principales en el cuerpo. Están situados a lo largo de la columna vertebral y la cabeza. Cada centro energético tiene relación con partes del cuerpo físico, emocional, mental y espiritual. También tienen su relación con colores, con sonidos…Se utilizan técnicas de Reiki, polaridad y terapia craneo-sacral

Esta es la parte del masaje que provoca una mayor relajación. Las manos simplemente se apoyan en el cuerpo. El masajista no trabaja con su fuerza física, trabaja en un estado meditativo, trabaja con la intención, sintiendo con sus manos la energía y tratando de equilibrarla. Normalmente el receptor del masaje, entra en un estado meditativo, similar a ese momento en el que nos vamos a dormir, pero que aún somos conscientes. Así, en este estado, la mente se relaja, disminuyen los pensamientos, y muchas veces el mismo cuerpo físico “suelta” la tensión física y emocional.

El receptor del masaje, sale de la sesión flotando, en paz consigo mismo y con una sensación de que todo está bien.

Autor: Mario Bernal
Terapeuta corporal y Gestalt
http://www.editorialalaire.es/articulo/389/masaje-holistico-la-conexion-cuerpo-mente


martes, 17 de febrero de 2015

"No vemos las cosas como son. Vemos las cosas como somos nosotros"
 - Confucio -




“HAY UNA ABRUMADORA EVIDENCIA DE QUE LA DIETA REDUCE EL RIESGO DE CÁNCER”


El epidemiólogo Carlos González, de la Unidad de Nutrición y Cáncer del Instituto Catalán de Oncología, es el investigador español más prestigioso en estudios que relacionan alimentación y tumores. Ha sido el coordinador para España del proyecto EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) que lleva ya 15 años siguiendo a más de medio millón de personas en diez países de Europa.



En la prevención del cáncer no cree en productos milagrosos, sólo en un estilo de vida saludable. El doctor Carlos González, epidemiólogo de la Unidad de Nutrición y Cáncer del Instituto Catalán de Oncología, es el investigador español más prestigioso en estudios que han permitido establecer una relación directa entre el consumo de determinados alimentos y la incidencia de tumores. Ha sido el coordinador para España del proyecto EPI (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition), una iniciativa que nació con el objetivo de integrar la epidemiología con las investigaciones de laboratorio, con factores genéticos y metabólicos, y profundizar en el conocimiento científico de la nutrición y el cáncer. “El EPIC comprende medio millón de personas que ya han sido seguidas durante 15 años en diez países de Europa, entre ellos España”, ha explicado en una entrevista concedida a LA PALMA AHORA.

-Usted asegura que en la prevención del cáncer, la dieta sí importa.

-Sí, la dieta sí importa. Hay una abrumadora evidencia que lo demuestra. Sin ninguna duda.


-La alimentación, junto a otros factores (ambientales, metabólicos y de susceptibilidad genética) pueden favorecer o evitar la aparición de tumores.

-Exactamente. El cáncer es una enfermedad multicausal, es decir, no hay un solo factor que lo produzca. Digamos que hay alguna excepción, por ejemplo, el mesotelioma pleural, en el que la exposición al amianto es, por ahora, la única identificada como factor causal, pero siempre existe un conjunto de factores, y entre ellos está la dieta. Cuando hablamos de tumores como el colorrectal o el gástrico, además de la alimentación tiene un papel también el alcohol, el tabaco y la obesidad. Hay siempre un conjunto amplio de factores.


-¿Las frutas y las verduras representan el grupo alimentario más importante en la protección contra esta enfermedad?

-Sí, hay una evidencia muy clara que demuestra que las frutas y los vegetales aportan una serie de compuestos antioxidantes –polifenoles- que tienen importancia en la prevención del cáncer. Lo que pasa es que, lo que se ve actualmente, es un efecto menor al de hace 30, 40 o 50 años. Esto no quiere decir que las frutas y las verduras tengan hoy menos importancia que en el pasado, sino que la población consume más frutas y vegetales y, por tanto, mostrar las diferencias entre los que consumen y no consumen es más difícil para un profesional. En epidemiología siempre hacemos un contraste entre los que están expuestos y los que no. Si todos están expuestos, el efecto no se observa.


-Por tanto, es recomendable ingerir fibra dietética.

-Hay una evidencia incontrastable de que la fibra dietética reduce el riego de cáncer colorrectal. Eso está ya aceptado en la comunidad científica internacional.


-¿Existen alimentos ‘milagrosos’ contra el cáncer?

-No, milagros no hay ninguno. En el mundo de la nutrición hay charlatanes de feria que, a partir de un estudio, plantean que puede haber alimentos o compuestos con efectos milagrosos, pero no, no hay milagros.


-¿Ni las crucíferas (brócoli, col, coliflor etc.,)?

-Las crucíferas tienen unos compuestos beneficiosos que se llaman glucosinolatos, pero, comparativamente, no hay unos vegetales que tengan más efectos que otros, en general. Por eso aconsejamos ingerir una cantidad importante de frutas y vegetales diferentes, porque unos tienen más efectos sobre unos tumores y otros, sobre otros. Lo importante es una dieta saludable y variada.


-¿Las carnes rojas y los embutidos son potencialmente cancerígenos?

-Sobre estos alimentos también hay una evidencia incontrastable, y es que las carnes rojas aumentan el riesgo del cáncer colorrectal y probablemente también el gástrico -de la porción distal- y el de esófago. Lo mismo ocurre con las carnes preservadas. En este sentido, es importante destacar que no aconsejamos suprimir completamente el consumo de carnes rojas, porque aportan hierro, vitaminas y compuestos que, desde el punto de vista de la nutrición, son favorables. Pero sí que hay que reducir la cantidad de ingesta a un promedio, más o menos, de 70 gramos diarios, que representarían unos 500 gramos a la semana. En la dieta española estamos observando un promedio de ingesta de casi 250 gramos diarios por persona, lo cual representa que se está multiplicando por tres o cuatro lo que recomendable.


-¿Hay consenso con respecto al consumo de lácteos?

-Los lácteos han sido alimentos controvertidos porque, con relación al cáncer, hay una evidencia bastante sólida que muestra que pueden reducir el riesgo de cáncer colorrectal, pero, por otro lado, también hay evidencias consistentes que constatan que puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. En las mujeres, esto no sería un problema, pero en los hombres, un consumo elevado de lácteos puede reducir el riesgo de un tumor pero aumentar el de otro. Por tanto, no hay una política clara de consenso en cuanto a recomendación. Pero sí aconsejamos un consumo moderado de lácteos, fundamentalmente con poco contenido en grasa –leche desnatada- y sal.


-El 90% de los tumores está desencadenado por causas externas, y sólo entre el 5% y el 10% es hereditario.

-Cuando hablamos de hereditario nos referimos a mutaciones elevadas que se transmiten y que tienen lo que nosotros denominamos una ‘alta penetrancia’. Es decir, que una mutación heredada en ese sentido lleva a una probabilidad muy alta de padecer un cáncer. Por ejemplo, en el tumor de mama, las mujeres con una mutación de los genes brca 1 o brca 2 tienen una alta probabilidad de tener cáncer -o las descendientes- pero, por otro lado, la susceptibilidad genética también es heredada, aunque ésta, por sí misma, no genera un tumor; es decir, si los factores ambientales no juegan un papel, no hay cáncer.


-¿Si el cáncer en un alto porcentaje está asociado a factores ambientales, se puede prevenir si se modifican esos factores?

-Cuando hablamos de factores ambientales, lo hacemos en un sentido amplio, porque a veces se habla en referencia sólo a la contaminación atmosférica. Factor ambiental es lo que no es hereditario. Y entre esos factores ambientales, el más importante es el papel que juega el estilo de vida: la alimentación, el consumo de tabaco, el alcohol, la actividad física, la obesidad, las infecciones –el cáncer de cérvix está provocado por el virus del papiloma y el de hígado por el virus de la hepatitis- o las radiaciones solares, que provocan cáncer de piel. Ese 90% está principalmente asociado a este tipo de exposiciones.


-Las variaciones en la incidencia de esta patología de unas regiones a otras se debe, en consecuencia, a causas dietéticas y ambientales.

-Sí, claro. Es así. Hay evidencias claras en la población emigrante. Por ejemplo, en Irán el cáncer de mama y el colorrectal tiene una incidencia muy baja, pero cuando esa población iraní fija su residencia en Canadá, después de muchos años aumenta –en ellos o en sus descendientes- la prevalencia de cáncer colorrectal y de mama en tasas similares a los canadienses. Y lo que ha cambiado en esta población en 20 o 30 años no son los genes –que sí se modifican en 200 o 300 años- sino el estilo de vida.


-La obesidad es un factor de riesgo relevante.

-Totalmente demostrado, y como uno de los factores más importantes. Probablemente, el 15% de los cánceres está asociado a la obesidad.


-¿Son fiables todas las recomendaciones alimentarias que se hacen?

-Hay muchos intereses económicos, porque cualquier recomendación puede afectar a sectores de la economía, a productores, etc. En relación a la obesidad, la causa más importante es el consumo de gaseosas con alto contenido en azúcar.


-¿Y es cierto que el azúcar alimenta las células cancerígenas?

-Sí, es cierto. Azúcar hay que ingerir lo menos posible, y si se consume, tiene que ser negra, no refinada.


-¿Cuál es su opinión sobre la ingesta de suplementos vitamínicos?

-No se aconsejan para nada. En los antioxidantes hay una evidencia clarísima de que en lugar de producir un beneficio, producen un riesgo. Cuando una persona que tiene un nivel de antioxidantes normales por la dieta ingiere suplementos con más antioxidantes, en lugar de actuar como antioxidantes lo hacen como oxidantes.


-¿También los probióticos suponen un riesgo?

-Es diferente, porque entrarían dentro de lo que pueden ser los alimentos funcionales y podrían mejorar la flora intestinal, pero en relación al cáncer no hay evidencias. Probablemente pueden tener efectos en otro tipo de enfermedades crónicas.


-¿Qué estilo de vida recomienda para prevenir el cáncer?

-Eliminar el tabaco, consumir alcohol de forma moderada, hacer actividad física cada día, evitar el sobrepeso y la obesidad y seguir una dieta mediterránea.


-¿Cree que en un futuro próximo se podrá encontrar un tratamiento que cure la totalidad de los tumores?


-No, primero porque el cáncer como tal, así, no existe. El cáncer son 20 enfermedades diferentes que afectan a distintos órganos por mecanismos diferentes y asociados a factores también diferentes. Se puede encontrar, quizás, la curación de un tumor, pero aquí también hay intereses profesionales que venden humo. Desde hace 15 o 20 años nos vienen hablando de la medicina personalizada, genética, que dicen que curará el cáncer, pero los avances que se han hecho en este sentido son, por desgracia, muy pocos. La mejor forma de reducir el riesgo de cáncer es incidir sobre el estilo de vida, pero como esto no se patenta, pues digamos que los laboratorios no tienen interés en ello.

http://www.eldiario.es./lapalmaahora/sociedad/epidemiologo-doctor_Carlos_Gonzalez-cancer-dieta_0_354514887.html




lunes, 16 de febrero de 2015



EN UNA ENTRADA ANTERIOR “Curar el alma para curar el cuerpo”- este es el enlace: http://lasplayitasmassages.blogspot.com.es/2015/02/curar-el-alma-para-curar-el-cuerpo-son.html - se hablaba de forma resumida que la inmensa mayoría de las enfermedades y dolores tienen un origen emocional.

Tomamos medicamentos que “resuelven” momentáneamente un dolor de cabeza, un dolor lumbar, una infección, etc. Pero el origen, el verdadero causante de esa dolencia sigue latente y volverá a aparecer, tal vez en otra parte del cuerpo, si no lo tratamos adecuadamente.

Detenernos y mirar hacia dentro de nosotros mismos, encontrar qué es lo que falla en nuestra vida, lo que no encaja, lo que se puede mejorar, deseos incumplidos, deseos estancados y un largo etcétera, puede hacer que nuestra vida dé un vuelco que armonice mejor con nuestros propósitos.

Una ayuda efectiva sería, por ejemplo, las Flores de Bach, que actúan a nivel emocional, haciendo que nuestras emociones negativas se diluyan dando lugar a otras más positivas que sintonicen con nuestros deseos más profundos, creando una sensación de total armonía física y mental.

Para los que quieran indagar más sobre este tema, aquí les paso un enlace donde encontrarán un Diccionario de Enfermedades Emocionales que puede ayudarles a encontrar qué es lo que necesita ser resuelto en sus vidas:



www.sanateysana.com

María Macías






domingo, 15 de febrero de 2015



Ni contigo ni sin ti

Walter Riso

Las relaciones de pareja, a veces, nos hacen vivir sentimientos contradictorios: amamos a la otra persona, pero no estamos bien juntos. Si el amor no fluye, quizá lo mejor sea alejarse.

A veces el amor se desdobla y nos envuelve en un juego desesperante y contradictorio. El sentimiento hacia la persona que creemos amar comienza a fluctuar entre dos extremos de un continuo aparentemente inexplicable: “Te quiero cuando no estás, y cuando estás, me fastidias”.

Amor de lejanía, que se crece en la distancia y se deshace en el cuerpo a cuerpo. Amar la ausencia, el vacío incierto que deja la partida y decepcionarse en el reencuentro… La trampa mortal de un Eros ambivalente y conflictivo: “Te necesito y me asfixias”-ya sea consecutivamente o a la vez-, “sufro porque no estás, sufro porque estás. Y lo más preocupante: no hay término medio”.

No se puede fragmentar el deseo y pegarlo a un trozo de aburrimiento sin caer en el peor de los contrasentidos: deseo/taciturno o aburrimiento/deseo. Malformaciones del afecto, reformas enfermizas, injertos.

Miles de parejas se debaten entre el rompimiento forzoso que determina la lógica y la necesidad impostergable  del enamorado: “Quiero que te marches y quiero que regreses”, o “vete, pero no me dejes del todo”. La elección es imposible: la frustración de tenerte lejos o el hastío de tenerte cerca.

Es un conflicto llevado al extremo, en el que no vemos salida, pues se trata de elegir entre dos males cuando ninguno es menor, cuando el dolor se equipara palmo a palmo. En este laberinto circular, el amor se corrompe, se deprime.

¿La solución? No soy optimista cuando el amor debe elegir entre dos males. Mejor alejarse, quemar los barcos, aprender a perder: “No le viene bien a mi vida quererte y viceversa”. Y, para dejar la relación, podemos aplicar tres estrategias de forma simultánea. Por un lado, soportar el deseo que se siente hacia la otra persona; es decir, esforzarse en un autocontrol de línea dura. Por otro, reforzar la autoestima, rebelándose a la entrega irracional o al sufrimiento inútil. Y, por último, realizando auto verbalizaciones gratificantes, con frases del tipo “merezco ser feliz”.

Lo  mejor es acabar la relación como un suspiro, sin anestesia. Salir de la maraña con humildad: “Me equivoqué; no es mi batalla”. No se trata de una deserción cobarde sino de una renuncia digna.


El amor saludable fluye a pesar de los obstáculos, ocurre para nuestra dicha y no para hundirnos en un mar de dudas y problemas. El amor que quita potencia no es amor.


sábado, 14 de febrero de 2015



LAZOS DE AMOR

Hay alguien especial para cada uno de nosotros.
A menudo, nos están destinados dos, tres y hasta cuatro seres.
Pertenecen a distintas generaciones y viajan a través de los mares, del tiempo y de las inmensidades celestiales para encontrarse de nuevo con nosotros.
Proceden del otro lado, del cielo.
Su aspecto es diferente, pero nuestro corazón los reconoce, porque los ha amado en los desiertos de Egipto iluminados por la luna y en las antiguas llanuras de Mongolia.
Con ellos hemos cabalgado en remotos ejércitos de guerreros y convivido en las cuevas cubiertas de arena de la Antigüedad.
Estamos unidos a ellos por los vínculos de la eternidad y nunca nos abandonarán.
Es posible que nuestra mente diga: “Yo no te conozco”.
Pero el corazón sí le conoce.
Él o ella nos agarran de la mano por primera vez y el recuerdo de ese contacto trasciende el tiempo y sacude cada uno de los átomos de nuestro ser.
Nos miran a los ojos y vemos a un alma gemela a través de los siglos. El corazón nos da un vuelco.
Se nos pone la piel de gallina.
En ese momento todo lo demás pierde importancia.
Puede que no nos reconozcan a pesar de que finalmente nos hayamos encontrado otra vez,
aunque nosotros sí sepamos quiénes son.
Sentimos el vínculo que nos une.
También intuimos las posibilidades, el futuro.
En cambio, él o ella no lo ve.
Sus temores, su intelecto y sus problemas forman un velo que cubre los ojos de su corazón,
y no nos permite que se lo retiremos.
Sufrimos y nos lamentamos mientras el individuo en cuestión sigue su camino.
Tal es la fragilidad del destino.
La pasión que surge del mutuo reconocimiento supera la intensidad de cualquier erupción volcánica, y se libera una tremenda energía.
Podemos reconocer a nuestra alma gemela de un modo inmediato.
Nos invade de repente un sentimiento de familiaridad, sentimos que ya conocemos profundamente a esta persona, a un nivel que rebasa los límites de la conciencia, con una profundidad que normalmente está reservada para los miembros más íntimos de la familia.
O incluso más profundamente.
De una forma intuitiva, sabemos qué decir y cuál será su reacción. Sentimos una seguridad
y una confianza enormes, que no se adquieren en días, semanas o meses.
Pero el reconocimiento se da casi siempre de un modo lento y sutil. La conciencia se ilumina
a medida que el velo se va descorriendo.
No todo el mundo está preparado para percatarse al instante.
Hay que esperar el momento adecuado, y la persona que se da cuenta primero
tiene que ser paciente.
Gracias a una mirada, un sueño, un recuerdo o un sentimiento podemos llegar a reconocer a un alma gemela.
Sus manos nos rozan o sus labios nos besan, y nuestra alma recobra vida súbitamente.
El contacto que nos despierta tal vez sea el de un hijo, hermano, pariente o amigo íntimo.
O puede tratarse de nuestro ser amado que, a través de los siglos; llega a nosotros y nos besa de nuevo para recordarnos que permaneceremos siempre juntos, hasta la eternidad.

Brian Weiss
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