sábado, 17 de enero de 2015

CUANDO NO ESPERES NADA, EL TODO TE ENCONTRARÁ

Cuantas veces pensamos que las cosas deberían ser de una determinada forma o deberían ocurrir de una determinada manera.

A veces esperamos cosas de otras personas que quizá nunca nos puedan dar, y en vez de aceptarlo, peleamos con viento y marea hasta quedar agotados y sin fuerzas para volver a intentarlo.

Todas estas frustraciones de la vida cotidiana son fruto de nuestras expectativas, son ellas las que nos generan una imagen de cómo debería ser nuestra vida y pueden ser fuente de alegrías pero también de grandes decepciones.

¿No te ha pasado nunca, que cuando dejas de esperar las cosas aparecen solas?.

Cuando dejamos esas expectativas fuera, a veces la vida se vuelve a engranar, empieza a sonar sola como una melodía, parece que todo encaja, que todo fluye.

Lo mejor de todo, es que somos nosotros los que hacemos que esto ocurra…

Cuando dejamos de mirar solo lo que no hay y dejamos de ser rígidos, empezamos a encontrar un mundo lleno de nuevas posibilidades que llegan a nuestra vida sin tenernos que esforzar, casi como si fuese magia.
Nos las dejes escapar!

Vicky

The Coaching World


viernes, 16 de enero de 2015

LO QUE PENSAMOS VARÍA NUESTRA BIOLOGÍA

Podemos cambiar

No se trata de un gurú de las pseudociencias, Lipton impartió clases de Biología Celular en la facultad de Medicina de la Universidad de Wisconsin y más tarde llevó a cabo estudios pioneros de epigenética en la facultad de Medicina de la Universidad de Stanford que lo llevaron al convencimiento de que nuestro cuerpo puede cambiar si reeducamos nuestras creencias y percepciones limitadoras. El problema siempre es el cómo: cómo cambiar la información del subconsciente. En su libro La biología de la creencia (Palmyra) recomienda métodos como el PSYCH-K. Y en La biología de la transformación (La esfera de los libros) explica la posibilidad de una evolución espontánea de nuestra especie.

Me enseñaron que los genes controlan la vida, que en ellos se inscriben todas nuestras capacidades y características, pero es falso.


¿Del todo?

No somos víctimas de nuestra genética, en realidad es el ADN el que está controlado por el medio externo celular.



¿Qué significa eso?

La célula es la vida. Hablar de una célula es como hablar de una persona. Nosotros recibimos la información a través de los cinco sentidos y las células reciben las señales del entorno a través de los receptores que captan la información. El ADN es controlado por señales que vienen desde fuera de la célula, incluyendo mensajes energéticos de nuestros propios pensamientos, tanto los positivos como los negativos.
  

¿Somos lo que vivimos y pensamos?

Sí, y cambiar nuestra manera de vivir y de percibir el mundo es cambiar nuestra biología. Los estudios que empecé hace cuarenta años demuestran que las células cambian en función del entorno, es lo que llamamos epigenética. Epi significa por encima de la genética, más allá de ella.



¿Y?

Según el entorno y como tú respondes al mundo, un gen puede crear 30.000 diferentes variaciones. Menos del 10% del cáncer es heredado, es el estilo de vida lo que determina la genética.



¿Es el entorno el que nos define?

Aprendemos a vernos como nos ven, a valorarnos como nos valoran. Lo que escuchamos y vivimos nos forma. No vemos el mundo como es, vemos el mundo como somos. Somos víctimas de nuestras creencias, pero podemos cambiarlas.



Pero las creencias están inscritas en lo más profundo de nuestro subconsciente.

Cierto. El subconsciente es un procesador de información un millón de veces más rápido que la mente consciente y utiliza entre el 95% y el 99% del tiempo la información ya almacenada desde nuestra niñez como un referente. Por eso cuando decidimos algo conscientemente como, por ejemplo, ganar más dinero, si nuestro subconsciente contiene información de que es muy difícil ganarse la vida, no lo conseguiremos.



¿Entonces?

Si cambiamos las percepciones que tenemos en el subconsciente, cambiará nuestra realidad, y lo he comprobado a través de numerosos experimentos. Al reprogramar las creencias y percepciones que tenemos de cómo es la felicidad, la paz, la abundancia, podemos conquistarlas.



Me suena a fórmula feliz...

Así es como funciona el efecto placebo. Si pienso que una pastilla me puede sanar, me la tomo y me encuentro mejor. ¿Qué me ha sanado?...



¿La creencia?

Eso parece. Al igual que los pensamientos positivos y el efecto placebo afectan a nuestra biología, existe el efecto nocebo: si crees que algo te hará daño, acabará por hacerte daño. Henry Ford decía que tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, tienen razón. Si eliges vivir un mundo lleno de amor, tu salud mejorará.



¿Y eso por qué?

La química que provoca la alegría y el amor hace que nuestras células crezcan, y la química que provoca el miedo hace que las células mueran. Los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable. Existen dos mecanismos de supervivencia: el crecimiento y la protección, y ambos no pueden operar al mismo tiempo.



O creces o te proteges.

Los procesos de crecimiento requieren un intercambio libre de información con el medio, la protección requiere el cierre completo del sistema. Una respuesta de protección mantenida inhibe la producción de energía necesaria para la vida.



¿Qué significa prosperar?

Para prosperar necesitamos buscar de forma activa la alegría y el amor, y llenar nuestra vida de estímulos que desencadenen procesos de crecimiento. Las hormonas del estrés coordinan la función de los órganos corporales e inhiben los procesos de crecimiento, suprimen por completo la actuación del sistema inmunológico.



¿La culpa de todo la tienen los padres?

Las percepciones que formamos durante los primeros seis años, cuando el cerebro recibe la máxima información en un mínimo tiempo para entender el entorno, nos afectan el resto de la vida.



Y las creencias inconscientes pasan de padres a hijos.

Así es, los comportamientos, creencias y actitudes que observamos en nuestros padres se graban en nuestro cerebro y controlan nuestra biología el resto de la vida, a menos que aprendamos a volver a programarla.



¿Cómo detectar creencias negativas?

La vida es un reflejo de la mente subconsciente, lo que nos funciona bien en la vida son esas cosas que el subconsciente te permite que funcionen, lo que requiere mucho esfuerzo son esas cosas que tu subconsciente no apoya.



¿Debo doblegar a mi subconsciente?

Es una batalla perdida, pero nada se soluciona hasta que uno no se esfuerza por cambiar. Deshágase de los miedos infundados y procure no inculcar creencias limitadoras en el subconsciente de sus hijos.

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20110909/54213913374/lo-que-pensamos-varia-nuestra-biologia.html#ixzz3Ngf4XODX

Bruce Lipton, doctor en Medicina, investigador en biología celular





jueves, 15 de enero de 2015

Carretera de Corralejo, Isla de Lobos y Lanzarote.


EL MIEDO


La alegría es el antídoto para todos los miedos. El miedo se asienta cuando no disfrutamos la vida. Si gozas la vida, el miedo desaparecerá. Por tanto, sé positivo y goza más, ríete más, baila, canta. Mira las cosas pequeñas cada vez con más alegría y entusiasmo. La vida está hecha de detalles y si logras dotar de alegría todas esas cosas, la suma total será colosal. No esperes a que te suceda algo extraordinario. No es que en la vida no haya sucesos extraordinarios, pero no esperes a que se produzcan. Las cosas extraordinarias suceden cuando se viven los detalles cotidianos desde una nueva perspectiva, con la mente nueva, con renovada vitalidad y entusiasmo. Así se van acumulando, hasta que un día se produce la gran explosión de dicha. Pero nunca se sabe cuándo será ese día. Es necesario continuar recogiendo guijarros en las playas. La totalidad se convierte en el gran acontecimiento. Un guijarro es un guijarro, pero cuando se juntan muchos, súbitamente se convierten en diamantes. Ese es el milagro de la vida.

Por tanto, no necesitas pensar en grandes cosas. Hay muchas personas en el mundo que se pierden la vida por estar a la espera de algún suceso extraordinario, el cual no podrá suceder de la nada. Solamente sucede a través de las cosas ordinarias como comer, desayunar, caminar, tomar un baño, conversar con un amigo, sentarse a contemplar el cielo o quedarse en cama haciendo nada. La vida está hecha de esas minucias. Son la esencia de la vida. Por lo tanto, hagan todo con alegría y entusiasmo, y cada cosa será una oración...

No te preocupes por los lados negativos. Si enciendes una vela, la oscuridad se disipará por sí sola. No trates de luchar contra la oscuridad. No podrás porque la oscuridad no existe. ¿Cómo pelear contra algo que no existe? Simplemente enciende una vela. Olvida la oscuridad, olvida el miedo, olvida todas esas cosas negativas que acechan tu mente.


Osho / El Miedo


miércoles, 14 de enero de 2015

CERRANDO PUERTAS

...por eso es tan importante dejar que ciertas cosas se vayan. Soltar. Desprenderse. La gente tiene que entender que nadie está jugando con cartas marcadas, a veces ganamos y a veces perdemos. No esperes que te devuelvan algo, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor. Cerrando ciclos. No por orgullo, por incapacidad o por soberbia, sino porque simplemente aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo. Deja de ser quien eras y transfórmate en quien eres.


El Zahir
P. Coelho.




martes, 13 de enero de 2015

Ritual de la Felicidad


LA MENTE ES CUERPO FÍSICO, Y EL CUERPO ES MENTE

En su libro "Moléculas de emoción", la doctora Candace Pert concluye que "la mente no domina al cuerpo, sino que se convierte en cuerpo. Cuerpo y mente son una sola cosa"

PSICONEUROINMUNOLOGÍA
 ENTREVISTA A LA DOCTORA CANDACE PERT por ODILE RODRÍGUEZ DE LA FUENTE

La doctora Candace Pert es una científica de prestigio internacional. Dentro de comunidad científica, se la conoce fundamentalmente por su descubrimiento del receptor opiáceo en 1973, punto de partida a una sucesión de hallazgos de otros receptores y sus neurotransmisores, con el consiguiente impacto en el conocimiento de las bases químicas del funcionamiento del cerebro, los neurotransmisores y las endorfinas. Sus estudios han resultado esenciales para el desarrollo de un nuevo campo de la medicina denominado psiconeuroinmunología. 

Los más de 25 años de investigación y especialización de la doctora Pert en la base molecular de los neuropéptidos y sus receptores, tanto en el cerebro como en el sistema inmunológico, han proporcionado la base científica para un nuevo campo de la medicina y la farmacología denominado como psiconeuroinmunología, ámbito que implica la comunicación entre mente y cuerpo y la importancia de las emociones como puente entre estas dos partes, habitualmente tratadas como separadas. Como ella misma dice: "La mayoría de los psicólogos tratan la mente como separada del cuerpo, un fenómeno con apenas conexión con el cuerpo físico. Inversamente, los médicos tratan al cuerpo como desvinculado de la mente y las emociones.

 Pero el cuerpo y la mente no están separados y no podemos tratar ni entender a uno sin el otro.

 Investigaciones científicas están demostrando que el cuerpo puede y debe ser curado a través de la mente, y la mente puede y debe ser curada a través del cuerpo". Candace Pert ha escrito más de 250 publicaciones científicas y ha trabajado como jefa de sección de bioquímica cerebral en la rama clínica de neurociencia del NIMH (Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos). También ha escrito dos libros que desafortunadamente no han sido traducidos al castellano: "Molecules of Emotion" y "All you need to know to feel good" ("Las moléculas de las emociones" y 'Todo lo que necesitas saber para sentirte bien").
 Las implicaciones de sus hipótesis y los resultados de sus investigaciones plantean un salto cualitativo de perspectiva sobre cómo funciona el cuerpo humano, nuestra salud física y bienestar psicoafectivo. Una visión que integra las partes, poniendo el foco en los procesos y el funcionamiento del Todo. 

¿A qué se refiere exactamente cuando afirma que su trabajo y el de otros científicos supone un gran cambio de paradigma en la medicina y la fisiología? 

La idea principal es que lo que pensamos tiene una enorme influencia sobre nuestra salud. La mente, las ideas y las emociones afectan a nuestras moléculas, a nuestra salud física, mucho más de lo que se creía. Durante mucho tiempo, el concepto de la medicina psicosomática no se tomó muy en serio, e incluso se ridiculizó. Sin embargo, creo que los estudios científicos, algunos de ellos con mi participación, han demostrado que las emociones son en realidad las moléculas que rigen toda la fisiología. Una forma de ver el cambio de paradigma es a través de la unión de la física cuántica y la biología. Cuando las unimos, nos damos cuenta de que los cuerpos y los órganos no son independientes. Existe una conexión entre los seres humanos en la que se basan la medicina holística y la espiritualidad. Se trata de estudiar científicamente la conexión que nos une. Actualmente no podemos enunciar una ecuación que la defina, pero es evidente que lo que pensamos afecta a lo que sucede, y que lo que hace una persona en un lugar incide sobre otras personas en otros lugares. Las emociones no son sólo unas moléculas físicas del organismo, sino una vibración, una energía que influye sobre el mundo. De hecho, creo que las emociones son un puente no sólo entre la mente y el cuerpo, sino también entre el mundo físico y el espiritual. 

¿Podría explicar esa visión a partir de un ejemplo como la música? 

La música consiste en unas pautas ordenadas de vibraciones de diferentes frecuencias, que nuestro cuerpo percibe. Nuestro sentido del oído no se limita a las orejas; cada una de nuestras células posee canales iónicos y receptores que sufren cambios en respuesta a las vibraciones, y en función de estos cambios, las células y todo el organismo y sus funciones cambian, para bien o para mal. Por tanto, la música 'es una forma de comunicamos entre nosotros´, al igual que las emociones, ya que como ellas posee una cualidad emocional. Todos los sonidos que oímos afectan a nuestro organismo. La música es un ejemplo de sonido agradable, pero también estamos expuestos a mucha contaminación electrónica, que ataca los nervios de todo el mundo. Existe un ruido electrónico que no percibimos con los oídos, pero que afecta a nuestras células y a los receptores del organismo. 


LAS MOLÉCULAS DE LA EMOCIÓN 

Las moléculas de emoción, ¿afectan a todas nuestras células o sólo a una parte? Y, si es así, ¿a qué porcentaje? 

Todas las moléculas poseen un aspecto vibracional y otro de partícula o fisiológico. Evidentemente actúan en los dos planos. En el plano fisiológico, las moléculas de las emociones se desplazan por el cuerpo y encajan en los receptores de las células tal y como una llave encajaría en su cerradura. Cuando esto ocurre, producen un cambio en la célula. Lo magnífico y sorprendente es que estas moléculas de las emociones afectan a todas las células del cuerpo. Antiguamente, a los científicos no les gustaba hablar de las emociones. Las consideraban algo superfluo y sin demasiada importancia, que había que reprimir. Luego surgió la idea de que todo estaba en el cerebro. Aún hay muchos neurólogos que hablan de las amígdalas, el hipotálamo y el sistema límbico como la única base de las emociones. Sin embargo, posteriormente empezamos a encontrar esas moléculas, como las endorfinas y sus receptores correspondientes, por todas partes: en las células inmunes, que se desplazan por todo el organismo, en las células adiposas, a lo largo de la médula espinal, etcétera. Se ha constatado que esas moléculas y "las válvulas del corazón, los esfínteres del aparato digestivo, la propia digestión, todo está regido por las moléculas de la emoción, que tienen una acción física”. Células con receptores para las mismas se encuentran efectivamente en las partes del cerebro relacionadas con las emociones, pero también en la totalidad de las células del organismo. Así pues, existe una especie de sistema de comunicación a través del cual todo el cuerpo responde a una emoción concreta. Mientras que antes creíamos que las emociones sólo nos afectaban psicológicamente, ahora resulta que nos afectan físicamente.  

Esta visión sistémica de la unidad entre cuerpo y mente, de la interconexión entre el organismo, la psicología y las emociones, ¿qué implicaciones tiene respecto a las enfermedades?

Puesto que todo está relacionado, puede que las enfermedades no sean únicamente físicas... 
Efectivamente, las enfermedades tienen siempre un aspecto psicológico, no son únicamente físicas. Es imposible separar lo físico de lo mental. Contamos con muchos estudios científicos y experimentos psicológicos serios que demuestran que nuestras ideas, creencias y expectativas influyen sobre nuestra salud y fisiología. Por ejemplo, y aunque parezca sorprendente, las personas perciben lo que esperan percibir. Desde el punto de vista anatómico, las moléculas de la emoción se encuentran en las zonas de nuestro cerebro encargadas de la percepción, y sabemos que nos condicionan según las experiencias previas. Esto se traduce en que solemos estancarnos, es decir, tendemos a ver lo que ya hemos visto, hacer lo que ya hemos hecho y pensar lo que ya hemos pensado. 

"La influencia más importante que podemos ejercer sobre nuestro cuerpo son nuestras expectativas". Además, no nos planteamos que la realidad que vivimos y experimentamos podría ser diferente y que esto depende de nosotros mucho más de lo que nos han hecho creer. Podemos usar nuestro libre albedrío para cambiar nuestra forma de actuar, de percibir y sentir la realidad. Es entonces cuando la vida se vuelve realmente divertida e interesante. 

Puesto que usted ha afirmado que el cuerpo es como el subconsciente, ¿es posible que la postura corporal, las enfermedades y los problemas fisiológicos sean un reflejo o una manifestación de los problemas emocionales o psicológicos? 

Sin duda. Los traumas son siempre emocionales y mentales, además de físicos. Se almacenan en forma de recuerdos en el cerebro y en la médula espinal, y nos cambian tanto física como psicológicamente. La mayoría de la gente cree que lo psicológico o emocional permanece en ese ámbito, y no es consciente de que un trauma emocional o psicológico que haya padecido en su vida puede tener un efecto sobre el cuerpo en forma de enfermedad, por ejemplo una afección renal. La medicina no comparte este punto de vista; cree que los problemas fisiológicos son sólo eso, y que no están relacionados con los aspectos psicológicos o emocionales. 

A los médicos no les gusta plantearse el poder de la psicología y de las emociones. Lo ven como algo irreal y descabellado y no se lo toman en serio. Es una lástima, porque es un aspecto muy importante. Tenemos muchos datos sorprendentes que confirman que cuando un paciente se somete a una operación, lo que éste oiga cuando está bajo anestesia, lo que se le diga mientras vuelve en sí, afecta a su recuperación y es un elemento muy poderoso. 

Es impresionante, porque esta visión siempre ha sonado como muy alternativa y usted está demostrando, de una forma muy seria y científica, que a consecuencia de las influencias emocionales positivas o negativas que recibamos, esas moléculas nos afectan físicamente... Se trata de algo muy práctico. 

No es un asunto trivial. La influencia más importante que podemos ejercer sobre nuestro cuerpo son nuestras expectativas, lo que creemos que va a suceder y lo que nos decimos a nosotros mismos que va a suceder. 



EMOCIÓN E INMUNIDAD 

¿Qué relación existe entre las moléculas de emoción y el sistema inmunitario? 

En los años ochenta fuimos unos de los pioneros de la denominada psiconeuroinmunología. Demostramos que las células cerebrales y las inmunes poseen los mismos receptores. En esa época creíamos que ambos tipos de células se comunicaban entre sí. Ahora, a partir de nuevos estudios, de los que hablo en mi nuevo libro "Todo lo que hay que saber para sentirse bien" [Everything you need to know to feel good], sabemos que en el flujo sanguíneo hay células aparentemente inmunitarias que se desplazan hasta el cerebro y se convierten en células cerebrales. Esas células se organizan según nuestro estado emocional. Las emociones son un principio organizativo de nuestro cuerpo y mente. No son sólo una vibración que emitimos, son un factor que nos organiza el punto de vista evolutivo. 

¿Las moléculas de la emoción se remontan muy atrás en la evolución? ¿Qué animales fueron los primeros en desarrollarlas y cuál es, en último término, su utilidad? 

Se remontan a un pasado muy remoto, a los organismos más simples. Son una especie de carteles indicadores de la supervivencia. Emociones como el placer, por ejemplo, son necesarias para mantener el deseo de vivir. Nos ayudan a evitar instintivamente lo que nos perjudica y nos atraen hacia lo que nos beneficia. Son un sistema de activado a través de la evolución. También es importante resaltar que otros animales, y especialmente los más cercanos a nosotros evolutivamente hablando como los mamíferos, poseen prácticamente toda la gama de emociones que los seres humanos sentimos. 

Es cierto que las emociones no expresadas son nocivas para la salud, ¿cómo podemos aprender a liberarlas y a tener una relación más saludable con ellas? 

Buena pregunta. Hay quien cree que este aprendizaje empieza en la infancia, que debemos enseñar a nuestros hijos a aceptar y comprender sus diferentes emociones. De este modo se sienten cómodos con ellas y, cuando se hacen mayores, las utilizan de otro modo, como indicadores, en lugar de guardárselas. Se preguntan: "¿por qué me siento así? Esta emoción me debe estar indicando algo". Creo que es importante aprenderlo desde la infancia, y también que exista una cultura que lo permita. Por ejemplo, España es un país que siempre he considerado especialmente emocional. En nuestra cultura, en cambio, existe mucha represión. En nuestro sistema educativo a los niños no se les permite expresar la alegría o el entusiasmo. Les enseñamos a callarse desde la más tierna infancia y aprenden que en la vida cotidiana no hay lugar para las emociones, lo cual no es nada bueno... 

¿Y por qué esas emociones reprimidas son perjudiciales para la salud? 

Porque las emociones rigen todos los sistemas del organismo. Las válvulas del corazón, los esfínteres del aparato digestivo que se abren y cierran, la propia digestión, todo está regido por las moléculas de la emoción, que tienen una acción física. Si reprimimos la expresión de las emociones, también reprimimos nuestras funciones orgánicas, lo que a la larga produce enfermedades o malestar, ya que se trata de una parte intrínseca del funcionamiento de nuestro cuerpo. Por tanto, al no liberarla de forma natural, esa energía se acumula y repercute sobre el estado físico... Exacto. Se produce un atasco y las cosas no funcionan. Es un bloqueo físico provocado por un "bloqueo energético" 

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http://www.nuevagaia.com.ar/vida_salud/index.php?id=405