Faro del Tostón, El Cotillo
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viernes, 19 de septiembre de 2014
jueves, 18 de septiembre de 2014
TENEMOS OTRO CEREBRO EN EL ABDOMEN QUE SE ENCARGA DE LAS
EMOCIONES
Ángeles Castell
Un “segundo cerebro” funciona en el abdomen y regula
emociones. Su red neuronal no elabora pensamientos, pero influye en el estado
de ánimo y hasta en el sueño. Que se use la palabra “entripado” para referirse
a un enojo podría no ser del todo metafórico.
Que el estómago “se cierre” en una situación estresante o
que parezca poblado de mariposas ante el amor también tendría una explicación
científica. El aparato digestivo está tapizado por una red de neuronas (células
nerviosas) de tan amplio alcance que algunos científicos la han denominado
“segundo cerebro”.
Ese cerebro, según estudios científicos recientes, influye
en nuestro estado de ánimo, carácter y hasta en el ritmo de sueño.
Michael Gershon,
investigador de la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos, y autor de “El
segundo cerebro” (The Second Brain), un libro de referencia en las
investigaciones sobre el tema, explica que, conocido técnicamente como sistema
nervioso entérico, el segundo cerebro está compuesto por capas de neuronas
ubicadas en las paredes del tubo intestinal, y que contiene unos 100 millones
de neuronas.
El pequeño cerebro
que tenemos en las entrañas funciona en conexión con el grande, el del cráneo,
y en parte, determina nuestro estado mental y tiene un papel clave en determinadas
enfermedades que afectan otras partes del organismo.
Además de neuronas,
en el aparato digestivo están presentes todos los tipos de neurotransmisores
que existen en el cerebro. De hecho, el 95 por ciento de la serotonina, unos de
los neurotransmisores más importantes del cuerpo, se encuentra en el intestino.
Sin embargo, aunque
su influencia es amplia, se deben evitar confusiones: el segundo cerebro no es
sede de pensamientos conscientes ni de toma de decisiones.
Como puede leerse en
una nota publicada por la revista de divulgación científica Scientific American,
gran parte de la potencia neurológica del segundo cerebro se concentra en la
ardua tarea diaria de la digestión.
Emeran Mayer,
profesor de Fisiología, Psiquiatría y Ciencias del Bio-comportamiento de la
Universidad de California, le dijo a esa publicación que una gran parte de
nuestras emociones probablemente se vea influida por los “nervios de los
intestinos”.
En el mismo sentido, Gershon afirma que el bienestar
emocional cotidiano quizá también dependa de mensajes que el cerebro intestinal
envía al cerebro craneano.
Guido Iantorno, jefe
de la Unidad de Motilidad Digestiva del Hospital Bonorino Udaondo, le explicó a
Clarín que, aunque de modo indirecto, a través del eje cerebro-intestinal, el
sistema nervioso entérico puede influir en situaciones emocionales y en otros
síntomas como la hipersensibilidad al dolor.
Cuenta Iantorno que
mediante tomografías computarizadas por emisión de positrones pudo comprobarse
que, ante un estímulo en el intestino, en las personas con afecciones
funcionales del aparato digestivo reacciona un sector del cerebro diferente del
que reacciona en personas sanas.
“Esto significa que la corteza cerebral responde de
diferente modo si se padece, por ejemplo, el síndrome de colon irritable”, dice
Iantorno.
Algunos científicos
piensan que en un futuro, algunos padecimientos intestinales podrían tratarse
con terapias aplicadas a nivel neuronal.
De hecho, el síndrome
de colon irritable en parte deriva de un exceso de serotonina en el intestino,
y quizá podría ser considerado una “enfermedad mental” del segundo cerebro.
Los trabajos de Mayer
con el sistema nervioso del intestino lo han llevado a pensar que, en los
próximos años, la psiquiatría tendrá que ampliar su alcance para tratar el
segundo cerebro además del que está sobre los hombros.
Consultado por Clarín
vía correo electrónico, el científico Michael Gershon contó que ahora se sabe
además que en el intestino hay células madre adultas que pueden reemplazar a
las neuronas que mueren o son destruidas.
Además, afirmó
Gershon: “El sistema nervioso entérico le habla al cerebro y este le responde. El intestino puede afectar el humor, y la
estimulación del nervio principal que conecta al cerebro con el intestino (el
vago) puede ayudar a aliviar la depresión, y es usado para tratar la
epilepsia”.
Para Gershon, el segundo cerebro tiene un papel en la
mayoría de las cosas que enferman al intestino, desde el síndrome de colon
irritable hasta las enfermedades relacionadas con la inflamación del intestino.
“Uno no puede vivir sin su sistema nervioso entérico. Hasta la constipación de la tercera edad es un
problema del segundo cerebro. Necesitamos saber más sobre él para tener
mayor información sobre cómo abordar muchos de los males más comunes de la
humanidad”, le dijo el experto a Clarín.
Tenemos dos cerebros:
el de la cabeza y el del estómago.
El estómago es una
red extensa de neuronas (100 millones) interconectadas. Su estructura neuronal
posee la capacidad de producir y liberar los mismos neurotransmisores, hormonas
y moléculas químicas que produce el cerebro superior.
En nuestro sistema
digestivo se produce y almacena el 90% de la serotonina de nuestro cuerpo; su
función es esencial: absorción, aporte nutricional y movimientos musculares. Es
la misma serotonina que en un 10% se crea en nuestro cerebro superior y de la
que depende nuestro bienestar.
La famosa hormona de
la felicidad la tenemos en el estómago, por eso debemos escuchar más al sistema
digestivo. De cómo sintamos nuestras tripas depende nuestro ánimo. Si
aprendemos a escuchar sus señales estaremos más sanos, perceptivos y
equilibrados.
Desde la digestión
podemos influir en nuestras emociones. Hay una relación continua de intercambio
de información entre los dos cerebros. Un ejemplo: un estreñimiento crónico
puede suponer una falta de serotonina, nos convierte en pesimistas y baja la
libido.
Al cuidar tu
estómago, puedes mejorar tu estado de ánimo. Si empiezas a reconectar, sentir,
entender lo que te sienta mal, ser consciente de lo que comes y cómo, en quince
días notas un cambio. La gente que escucha sus tripas, se hace masajes y sabe
comer, transmite más equilibrio, comprensión, paciencia y son más intuitivos.
Si mimamos y
relajamos el abdomen nuestras neuronas estomacales producen benzodiazepinas,
las moléculas que usamos como ansiolíticos para relajar e inducir el sueño y
para descontracturar músculos. Hay muchas sustancias químicas que nosotros
producimos y que si no somos capaces de liberar, manifestamos depresión,
ansiedad o cansancio crónico.
Para liberarlas
podemos comenzar con pequeños cambios: comer bien y con paz. Ir al baño sin
prisa, unos 15 minutos. Nuestro intestino se mueve un centímetro al minuto, es
una ola de movimiento muscular lenta, tranquila y equilibrada, hay que
respetarlo. Es muy beneficioso hacer un automasaje en la tripa, movimientos muy
suaves empezando por el lado derecho y avanzando en el sentido de las agujas
del reloj; eso relaja el sistema digestivo. Hacer diariamente diez minutos de
estiramientos.
A media tarde, cuando
aparece el cansancio, respirar con la barriga durante diez minutos. Un vaso de
agua caliente en ayunas con unas gotitas de limón o menta activa la función
muscular del estómago, vesícula e intestino. De vez en cuando un fin de semana
de depuración a base de batidos de verduras es aconsejable. Y ejercicio
regular.
Del sistema digestivo
también depende nuestra piel. Nuestro sistema digestivo representa el 70% de
las defensas. Si uno come mal, tiene mucho estreñimiento o gastroenteritis,
infecciones, o toma muchos antibióticos, se trastorna todo el tráfico, es decir
la función de filtrar, defender, eliminar y absorber.
Cuando este sistema
depurativo, el más grande del cuerpo, funciona mal, otro órgano, como la piel,
coge su función. Las consecuencias son dermatitis, psoriasis, acné, piel
atópica, manchas… síntomas cuyo origen en un 80% es intoxicación interna.
Hay una conexión
directa entre el envejecimiento precoz y procesos degenerativos tanto de piel y
articulaciones con la salud del estómago. Ya lo estudió Iliá Mechnikov, premio
Nobel de Fisiología y Medicina en 1908, la fermentación pútrida en el intestino
es la razón principal del envejecimiento precoz. Y el estreñimiento y la
putrefacción proteica están vinculados al desarrollo del cáncer y a los procesos
degenerativos sistémicos prematuros. Si la célula está bien nutrida e hidratada
y mantiene adecuadamente el proceso de eliminación y desactivación de las
toxinas y de los radicales libres, puede estar joven y activa durante mucho
tiempo.
Con la vida que
llevamos (sedentaria, estresada, alimentación cuya calidad no está muy
controlada…) no eliminamos todo lo que ingresamos y por tanto absorbemos
toxinas, sufrimos putrefacción, inflamación, intoxicación y bajan las defensas.
Un tratamiento para el colon una vez al año es muy recomendable.
Es recomendable que
de vez en cuando, durante un mes, se retiren de la dieta trigo, azúcar, lácteos
y alcohol; y fuera cereales, salvo arroz, avena y algo de centeno.
lunes, 15 de septiembre de 2014
RELACIÓN EMOCIONAL: ASMA “EL GRITO SILENCIOSO”
http://barcelonalternativa.es/relacion-emocional-asma-el-grito-silencioso/
Ángeles Castell
El asma es una enfermedad intermitente. Se manifiesta en
forma de un acceso de sofocación, que se presenta al expirar haciéndolo difícil
y doloroso, mientras que la inspiración es fácil y rápida; esta sofocación se
acompaña de silbidos que se perciben tanto por el oído como mediante el
estetoscopio. Entre las crisis, la respiración es normal y el tórax permanece
silencioso. El asma es una afección respiratoria caracterizada por la
dificultad de respirar, pudiendo ir incluso hasta la sofocación.
Durante una crisis de
asma, la reacción del sistema inmunitario frente a las sustancias causando
alergias (alérgenos) es tan fuerte que puede conllevar un bloqueo de la
respiración corporal, silbidos respiratorios y a veces incluso la muerte.
Necesito tomar la vida en mí (inspiración) y no consigo dar (expiración) a tal
punto que empiezo a ser preso de pánico (inspiro con facilidad pero expiro con
dificultad) de tal modo que la respiración (es decir mi habilidad en respirar,
se vuelve insuficiente y muy limitada porque libero un mínimo de aire.
¿Me engancho a ciertas personas o a ciertas cosas que rehúso
soltar? ¿Me ahogo con la rabia o la agresividad que rehúso ver, al punto que
esto me “coge a la garganta”? ¿Tengo miedo de carecer de algo, sobre todo de
amor? Así, el asma está fundamentalmente ligada a la acción de “ahogo”. Me
siento cogido a la garganta, sofoco, me ahogo con relación a un ser amado o una
situación. Me siento limitado en mi espacio. Incluso puedo vivir una querella
que me lleva a la confrontación, al enfrentamiento y que envenena mi vida. Uso
el asma para atraer el amor, la atención o una forma de dependencia afectiva.
El asma siendo similar a la asfixia y a la alergia, puedo tener el sentimiento
de estar limitado y de dejarme invadir por los demás en mi espacio vital, de
estar fácilmente impresionado por el poder de los demás en detrimento del mío,
de querer complacer, de cumplir acciones que no me convienen, yendo incluso
hasta ahogarme para significar una rebelión interior vinculada a una situación.
Es un medio excelente de sentirme fuerte, de conseguir todo
lo que quiero manipulando a los demás como nadie, si no quiero ver mis
limitaciones, la confianza en mí se sustituirá repentinamente por inquietud y
angustia. No sabré como “bregar” con mis emociones y sentiré una gran soledad.
Tendré que aprender con la vida y permitirme gozar de ésta. Los demás lo harán
todo por salvarme! Tengo la imagen de una persona débil que exige mucho amor
sin estar lista para el don de AMOR, como un niño que grita para sus necesidades
sin tener la madurez de compartir y abrirse lo bastante al don divino. La vida
es un intercambio mutuo, equilibrado y constante entre dar y recibir.
Todo esto, evidentemente, está relacionado con el pasado,
una especie de amor agobiante que interpreté como tal (generalmente materno), a
una tristeza inhibida de la primera infancia. Es también un miedo recordando la
primera respiración, en mi nacimiento, en que me sentí ahogado o asustado por
mi madre (inconscientemente) o por una situación similar. Así, la respiración
simboliza la independencia de la vida, la individualidad, la capacidad de
respirar yo – mismo. No consigo manifestar un sentimiento de independencia,
vivir mi propia vida, me siento rechazado por la llegada de alguien más. Siento
dificultades en tomarme en mano y a soltarme de mis ataduras con mis padres
(una dependencia represiva, sobre todo frente a mi madre o al cónyuge). ¡No
concibo separarme de esta maravillosa imagen (mi madre) dulce y confortante,
casarme o ver cómo se divorcian mis padres sin tener ninguna reacción! Estoy en
una cólera “azul”, estoy furioso de rabia y sigue la crisis de asma.
Compruebo si la dolencia se presenta periódicamente y cambio
mi programación mental. Ahora, tomo mi vida de la mano, doy generosamente y tranquilamente
sin forzar. Reconozco humildemente lo que soy capaz de realizar incluso si esto
parece poco y, sobre todo, acepto abrirme al nivel del corazón y trabajar con
el proceso de integración que corresponde a lo que realmente necesito. Todo se
arreglará para lo mejor, estaré satisfecho, colmado de amor, ternura y dotado
de una respiración normal y equilibrada. Aprendo a amarme y a amar la vida.
domingo, 14 de septiembre de 2014
KINESIOLOGÍA… PRÁCTICO MÉTODO DE DIAGNÓSTICO EN LA TERAPIA
FLORAL
La kinesiología pone a nuestra disposición otra valiosa
herramienta para comprendernos mejor a nosotros mismos. Dicho de forma
sencilla, la kinesiología es un sistema en el que ciertos músculos específicos
del cuerpo son testados para que nos provean de información sobre estados
físicos y emocionales. Con el testaje muscular podemos determinar, de forma
exacta, qué es aquello que un órgano o un estado emocional requieren para
recuperar su armonía. A través de los músculos somos capaces de conectar con el
cerebro y con el sistema nervioso. Entonces, podemos preguntar al cuerpo qué es
lo que realmente necesita, y prácticamente cualquier otra cosa que deseemos
saber. Podemos testar muscularmente para averiguar que esencia es la que
necesita la persona, y también durante cuánto tiempo deberá tomarla.
En la actualidad, habiendo utilizado el testaje
muscular durante muchos años, he llegado a la conclusión de que podemos,
fácilmente, confiar en exceso en esta técnica, en lugar de escuchar nuestras
intuiciones. Con el testaje muscular estamos, con frecuencia, confirmando
nuestra propia intuición, y pienso que
nuestra intuición es uno de los activos más importantes que poseemos; por
tanto, desarrolla tu intuición y no permitas que su importancia se vea
disminuida, al tiempo que adquieres otras valiosas técnicas.
En cualquier caso, la kinesiología nos provee de una
técnica avanzada que puede sernos de gran ayuda en nuestro intento de
liberarnos de factores limitadores en nuestras vidas, y en las vidas de
nuestros hijos, nacidos o no nacidos. Puede ayudar a las personas a llevar
vidas más felices y más completas, al poderse expresar a sí mismas de forma más
poderosa, más amorosa, y más abundante, aumentando así la posibilidad de lograr
generar una paz y una alegría mayores en este planeta.
sábado, 13 de septiembre de 2014
ENFERMEDADES RELACIONADAS CON EL CONSUMO DE LECHE DE VACA
(Datos científicos)
Ángeles Castell
Recientemente, Estudiosos de la Universidad de Harvard reconocieron algo que se venía
diciendo hace tiempo: la leche no es un alimento… Por eso son cada vez más las voces que alertan
de la posible relación -más o menos directa- entre el consumo de leche de vaca
y muchas de las dolencias que se relacionan a continuación:
MIGRAÑA. Se ha comprobado experimentalmente que cuando se
suprime la leche de la dieta de pacientes afectos de migraña se reducen
significativamente sus síntomas.
OÍDOS, GARGANTA Y SINUSITIS. En 1994 la revista Natural
Health publicaba una serie de hallazgos que relacionan a la leche con el
aumento de las infecciones de los oídos y la garganta. Los estudios demostraron
que las amígdalas y las adenoides reducían su tamaño cuando se limitaba el
consumo de leche.
REACCIONES ALÉRGICAS. La alergia a las proteínas de la leche
de vaca se ha definido como “cualquier reacción adversa mediada por los
mecanismos inmunológicos a una o más de las proteínas de la leche (caseína, alfa
lacto-albúmina, betalactoglobulina)”. Actualmente muchos estudios médicos
reconocen la relación entre la leche y las reacciones alérgicas estableciéndose
su prevalencia entre un 2 y un 5% de la población mundial. La reacción alérgica
puede ser inmediata -es decir, en menos de 45 minutos- o tardía -presentándose
horas o días más tarde.
SANGRADO GASTROINTESTINAL. El sangrado gastrointestinal
secundario a la intolerancia a las proteínas de la leche de vaca en niños ha
sido adecuadamente documentado. Tan serio es el sangrado que se le coloca como
una de las causas más comunes de anemia en niños.
SÍNDROME DE MALA ABSORCIÓN. Investigadores de la Universidad
de Helsinki (Finlandia) han comprobado la relación entre las proteínas de la
leche y el daño a la mucosa intestinal. Este daño es el responsable del
síndrome de mala absorción que se caracteriza por diarreas crónicas, vómitos y
retardo del crecimiento.
TRASTORNOS DEL SUEÑO. Estudios realizados en la Universidad
Free de Bruselas entre los años 1986 y 1988 confirmaron la relación entre el
consumo de leche y los trastornos del sueño en los niños. Éste y otros estudios
han hallado relación entre la alergia a la leche y los problemas para dormir.
Todos los síntomas mejoraban cuando se excluía la leche de la dieta y
empeoraban cuando era reintroducida. El tiempo promedio para notar la mejoría
era de cinco semanas. La agitación que manifestaban esos niños también mejoró.
ÚLCERAS PÉPTICAS. En el pasado se aconsejaba tomar leche a
las personas que padecían problemas estomacales, en especial en caso de
úlceras. En la actualidad esa práctica se desaconseja por considerarse
peligrosa y porque se sabe que la leche y sus derivados agravan todos los
síntomas. El alivio temporal que sentían esos pacientes se podía deber simplemente
al hecho de que normalmente la leche se tomaba fría y era la temperatura del
líquido lo que hacía mejorar la situación transitoriamente.
Otras reacciones provocadas por la leche. Además de las
expuestas existen otras situaciones y dolencias que se relacionan con la
ingesta de leche. Por ejemplo la acidosis láctica severa asociada a la alergia
a la leche de vaca, el aumento del riesgo de preeclampsia en mujeres sensibles,
la dificultad de aprendizaje en niños o algunos casos de infertilidad femenina.
Por último es importante señalar que las madres que toman leche de vaca durante
el período de la lactancia exponen a sus hijos a los riesgos asociados a este
alimento.
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