sábado, 2 de agosto de 2014


¿QUÉ ES LA SANACIÓN?

La sanación es la ciencia de “resolver” nuestros problemas, enfermedades, dolencias, etc. desde su origen. Una vez se trabaja con la causa del problema, los síntomas se van sanando automáticamente.
El enfoque principal de la sanación es el campo energético, que es donde se originan y se almacenan la mayor parte de nuestros problemas.
Todos tenemos un campo energético que incluye 3 de las 7 dimensiones que nos forman. La medicina tradicional sólo atiende la dimensión física.
La sanación es una ciencia holística que trabaja también la dimensión aural (del aura), la dimensión hárica (línea del hara) y nuestra esencia divina (divine core).

 Si tenemos un campo energético ¿Por qué no lo vemos?
 En principio, todos tenemos la capacidad de ver nuestro campo energético. La mayoría de nosotros vamos perdiendo sensibilidad al irnos enfrentando situaciones dolorosas en nuestras vidas. La sociedad en que vivimos tiene unas normas, unas costumbres y unos estilos de vida que nos ciegan y no nos permiten ver las cosas claramente. Aun así, muchas personas hemos tenido la oportunidad de verlo y sentirlo; pero muchas veces terminamos marginándonos del resto de la sociedad ya que nadie entiende nuestras experiencias. En cuanto nos reunimos nos damos cuenta de que todos hemos estado viendo lo mismo (aunque hayamos estado en lugares diferentes).

 Algunas de las costumbres que nos quitan sensibilidad son:
 Estilos de vida ajetreados (no tenemos tiempo de percibir)

 Mala alimentación
 Los miedos (mayormente fomentados por la prensa, los gobiernos, nuestros padres, la policía,   etc.)

 Actividades caseras (la televisión, los juegos de computadora, etc. nos separan de nuestro verdadero ser)
 Las adicciones (generalmente tienen su origen en algún problema interno que no queremos ver, y por eso nos sedamos) [pueden incluir drogas, café, cigarrillos, cafeína, etc.]

 Las apariencias (hasta cierto punto, todos somos esclavos de nuestra apariencia… le damos demasiada importancia a mantener puestas nuestras “máscaras”)
Sentimiento de culpabilidad (Hasta que no aprendamos a perdonarnos, no vamos a poder ser libres. Cuando hagamos algo mal, debemos reconocerlo, perdonamos y asumir responsabilidad)

Nuestra expectativas casi siempre materiales
Temas de política (nos separa, nos obstaculiza la mente y nos quita sensibilidad)

Los zapatos de goma (nos separa de la tierra y nos desconecta de la naturaleza [por eso es que es tan saludable ir a la playa y caminar descalzo por la arena])
 Falta de conciencia (tenemos tantas preocupaciones que nos dejan de importar las cosas verdaderamente importantes)

 Presiones económicas (invocan al miedo)
 Nuestro cerebro trabaja a un 10% de su capacidad. Para poder aumentar nuestra capacidad cerebral y poder percibir los campos energéticos, los sanadores tenemos que limpiar nuestros estilos de vida y mantener una buena salud física, mental y espiritual. Tenemos que empezar por sanarnos a nosotros mismos.

 La sanación energética es la práctica de equilibrar el campo energético que rodea el cuerpo humano. Este campo de energía es el mismo que interactúa cuando enciendes o apagas el televisor y sientes una carga eléctrica en tu cuerpo. A este campo le llaman el “chi” o simplemente, “el campo bioenergético”, esta energía se hace referencia en muchas tradiciones culturales y es esencial para varias técnicas de sanación y medicina alternativa.
 La energía que tiene cada persona y el flujo de la misma influyen en el bienestar físico, mental y emocional de la persona. El campo de energía puede ser restablecido, y eso se traduce en la mejora de los síntomas o la sanación total de alguna dolencia física, mental, emocional o espiritual. Si la energía alrededor de los pulmones no fluye debidamente, lo que se traduce como un bloqueo energético, puede manifestarse un problema de salud que corresponda a los pulmones. Si la energía se estabiliza (balancea), el problema físico puede ser mejorado o erradicado.

 Quizás te estés preguntando; ¿cómo puede ser posible que una persona mueva sus manos a tu alrededor sin tocarte, por unos 15 a 30 minutos e inmediatamente te comienzas a sentir bien? Tal vez la sanación energética en un pasado fue considerada como algo “mágico”, tal vez “charlatanería” por personas que no tenían conocimientos. ¡No te culpo, si tú estabas entre estos! En aquellos tiempos la ciencia todavía no había avanzado lo suficiente como para ver, medir ni mucho menos estudiar la energía de forma más profunda en lo que se refiere a la ciencia cuántica.
 Hoy día ya la ciencia ha podido cuantificar y estudiar el comportamiento de la energía de forma más detenida. Al lograr esto, la ciencia ha quedado sorprendida de los resultados. ¡La energía crea cambios palpables en el sistema biológico!! También se ha descubierto que la energía es la forma de comunicación del cuerpo, incluyendo otros sistemas más complejos como el mismo Universo. Sin energía no existiría vida, balance ni todo lo que vemos y tocamos a nivel físico.

 Se ha descubierto que la energía está estrechamente ligada con tu ADN y con tu condición actual de salud.

 TODO ES ENERGÍA.

 Esto no es todo, ¿sabías que toda enfermedad tiene su propia frecuencia o vibración energética? Por ejemplo el cáncer solo puede proliferar en frecuencia vibratorias muy bajas, si estas frecuencias se aumentan, el cáncer deja de crecer y consecuente desaparece. Así que ahora sabes que la sanación energética ya ha entrado (aunque en aun está en pañales) para sorprender en los estudios científicos.

 Los sanadores dentro de la sanación energética simplemente se especializan en mejorar la eficiencia energética del campo bioenergético en una persona. Al manipular el campo de energía en sus clientes, los bloqueos energéticos ceden y el cuerpo comienza a sanar de forma natural, aun en situaciones donde no había esperanza de una recuperación.

 Así que si alguna vez pensantes que algunas personas “especiales” nacen con ciertos “dones especiales” y eso es precisamente los que los hace “especiales”, realmente el uso de la energía para mejorar tu salud y la de otras personas a tu alrededor, no es un don especial.

 Quizás has presenciado la sanación milagrosa y espontanea de alguna enfermedad incurable, donde una persona con “dones especiales” ayudo en la sanación de cierta condición física emocional o mental, o quizás no, pero de todas maneras te gustaría tener la habilidad especial para sanar tu vida, la de algún familiar, un hijo, amigo o quizás ayudar a muchas personas que están necesitadas a tu alrededor.

 Ahora ya sabes que tú también puedes tener ese mismo don o habilidad especial.

 Publicado en MEDICINA el marzo 12, 2013
http://saikuhayotravidaposible.blogspot.com.ar

Publicado por  SAIKU
 
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jueves, 31 de julio de 2014


NO DESESTIMES TUS SUEÑOS

A lo largo de la historia de los sueños, los hombres y mujeres relacionados con la ciencia y la religión han respetado las visiones y los presagios.

En la Biblia, los patriarcas, profetas y reyes del antiguo Israel, además de Jesús y sus discípulos, son retratados como soñadores y profetas cuyas visiones y perspectivas, tanto despiertos como dormidos, guiaban a su gente.

No hace tanto tiempo, el psicólogo suizo Carl Gustav Jung concluyó que, en algunas ocasiones, el estado de sueño puede proporcionarnos acceso a información fiable sobre acontecimientos presentes y futuros de nuestro día a día o de asuntos mundanos.

Podemos tener también una visión más privilegiada sobre lo que llama las realidades arquetípicas en el inconsciente colectivo. Esto, explicaba Jung, nos llevará en su momento a formas superiores de comprensión y de descubrimiento creativo.

Aportación creativa

Resulta interesante destacar cómo muchos de los mayores descubrimientos, creaciones e inventos científicos y artísticos de la era moderna han tenido su origen en sueños y visiones.

En el siglo XVIII, James Watt, el padre de la revolución industrial, reclamaba haber obtenido la idea del motor a vapor en manos de un donante sobrenatural a través de un sueño.

Había estado trabajando en los problemas implicados en ese tipo de motor, pero no concebía cómo podía hacerlo funcionar. Contaba que se durmió en su escritorio y que le mostraron en un sueño vívido todo el modelo operativo del motor tal y como tenía que ser. Cuando se despertó, se limitó a copiar y construir lo que había «visto».

Algunos de los mayores genios creativos (artistas, músicos, novelistas y poetas) también cuentan que han recibido a través de sueños y visiones el tema, argumento y segmentos de sus obras maestras. Robert Louis Stevenson, por ejemplo, contaba que la historia de Dr. Jekyll y Mr. Hyde se originó en un sueño.

Tipos de sueño

Como todos sabemos, no todos los sueños son visionarios. Los autores de las antiguas Grecia y Roma reconocían varios tipos de sueño, entre los que se encontraban los tipos no psíquicos habituales. Estos tipos de sueño podían atribuirse a causas más mundanas, como por ejemplo comer demasiado antes de acostarse, las enfermedades, etc.

Hoy en día, mucha gente que se dedica a la investigación de los sueños cree que el proceso del sueño desarrolla una función psicológica importante al procesar y asimilar nuestros impulsos emocionales. Esto sucede tanto si la persona recuerda o incluso descifra el contenido simbólico del sueño, como si no.

De hecho, todo el mundo sueña, recuerde o no los sueños.

Se calcula que pasamos soñando unos 45 minutos de una noche de unas ocho horas, los cuales se distribuyen en diferentes intervalos a lo largo del proceso de sueño.

La fase del sueño se caracteriza por el movimiento ocular rápido (MOR) debajo de los párpados cerrados. Gran parte sucede durante el final del período de sueño.

Se ha descubierto que si se priva a una persona del estado de sueño y sólo se le permite el tipo de descanso más profundo sin sueños, ésta mostrará menor capacidad para lidiar con el estrés y con las dificultades emocionales del día a día. Esto parece indicar que soñar podría desarrollar una función asimilativa emocional y psicológica.

Lenguaje secreto

En los sueños convencionales y en los sueños psíquicos o espirituales nos encontramos con el misterioso lenguaje del inconsciente.

Es nuestra decisión aprender a leer este lenguaje si queremos entendernos mejor a nosotros mismos y desarrollar nuestro potencial creativo.

Tal y como muestran los sueños y las visiones, el lenguaje de nuestras mentes inconscientes es pictográfico y emocional. Recibimos, almacenamos y transmitimos información sobre acontecimientos y objetos de nuestro alrededor, además de nuestras reflexiones internas.

Nuestras mentes reciben y almacenan dichas imágenes a lo largo del día y la noche a través de los cinco sentidos físicos y por telepatía. Nuestra reacción emocional a tal información codificada en imágenes ha de clasificarse y asimilarse en algún momento. La fase de sueño es un proceso en el que se clasifica la información cargada de emociones que está almacenada en el subconsciente.

Los sueños son símbolos

La mayoría (no todas) de las imágenes de las que tomamos conciencia en la fase del sueño son símbolos de otras realidades. Es como si nuestra mente subconsciente empleara imágenes de otras cosas  que no nos asustan tanto como las de verdad implicadas.

Estas imágenes son el lenguaje básico del inconsciente. Nuestro trabajo consiste en aprender a interpretarlas.

Hay varios niveles de simbolismo en este lenguaje del inconsciente que domina nuestros sueños y visiones.

En primer lugar, están los símbolos universales para todas las personas de cualquier cultura. Jung los llamó arquetipos. Entre estos símbolos se encuentran la madre, el padre, el hijo, el cielo, la tierra, el sol, los animales, etc.

En segundo lugar, están los símbolos tomados a partir de objetos, los papeles sociales o acciones que están condicionados por una cultura o religión específica, etc. Se incluirían símbolos como la cruz, la Estrella de David o acciones que se hayan convertido en símbolo de la devoción religiosa o del orgullo nacional.

En tercer lugar, están los símbolos personales, que serían aquellos objetos o acontecimientos que son significativos para un individuo a causa de su experiencia.

Análisis de los sueños

Para analizar un sueño o una visión de forma precisa, debemos comprender el símbolo y lo que el autor del sueño asocia a éste.

Aunque existen varias formas de trabajar los sueños, la siguiente técnica  me parece muy efectiva. La concibió el Dr. John Rossner, profesor de religión comparativa en la Universidad de Concordia.

1. Entra en estado de relajación, como en el que te encontrarías al despertarte.

2. Recuerda toda la secuencia del sueño. Escríbela o grábala.

3. Incluye todos los detalles, sin importar lo absurdos que puedan parecer a tu mente consciente (tendrán un significado en el lenguaje inconsciente o en uno de los tres niveles anteriores de símbolos del sueño).

4. Cuenta de nuevo toda la historia del sueño. Esta vez, cuéntala con otras palabras (esto te ayudará a que se te ocurran significados asociados o equivalentes de las imágenes y los sentimientos originales expresados en el sueño).

5. Cuando lo hagas, descubrirás en tu conciencia diversas asociaciones con las imágenes o escenas del sueño. Toma buena nota.

6. Ahora, revisa cada imagen principal de los acontecimientos del sueño para preguntarte:

1. ¿Este objeto o evento es universal, está condicionado por una cultura específica o es personal?

2. ¿Cuál es su simbología universal o cultural, o qué significado tiene para mí?

 7. Para encontrar la respuesta a b., haz lo siguiente:

 1. Describe el objeto, la persona o el acontecimiento según:

 Lo que hace

 Su aspecto

 Los sentimientos que evoca en la mayoría de las personas o a ti a nivel personal.

 Al hacer este procedimiento, recuerda que los acontecimientos arquetipo como las bodas, los nacimientos, los fallecimientos o los funerales suelen ser un símbolo de otra cosa y no deberían percibirse de forma literal.

Marilyn Rossner
www.iiihs.com