Aquí les dejo un video sobre Fuerteventura. Muy bueno.
https://www.youtube.com/watch?v=j_mBb8Fq6Lg&feature=share
Imagen de Cofete
Bienvenido Welcome Herzlich willkommen
martes, 15 de julio de 2014
lunes, 14 de julio de 2014
LOS PENSAMIENTOS EXISTEN EN OTRAS DIMENSIONES FÍSICAS
Los filósofos se han preguntado por siglos sobre la relación
entre mente y materia, hasta la física moderna está interviniendo en el debate.
He aquí un vistazo a algunas teorías acerca de dónde o de qué forma existen
físicamente nuestros pensamientos.
Noosfera, relacionado
al internet
Teikhard de Chardin, un sacerdote Jesuita y paleontólogo,
escribió sobre una “noosfera” conceptual durante la primera mitad del siglo 20.
Predijo que durante una etapa futura del desarrollo humano, se crearía una
membrana donde se recogerían los pensamientos y experiencias colectivas de
estos.
En “El fenómeno del hombre”, escribió:
“¿No es esto como un gran cuerpo que está naciendo con sus
extremidades, sistema nervioso, órganos perceptuales, con su memoria,
efectivamente es un cuerpo de algo viviente, que tuvo que venir para cumplir
con las ambiciones evocadas por un ser reflexivo que adquirió tal conciencia?”.
Muchos han hecho la conexión entre la noosfera de De Chardin
y el internet. ¿Puede el internet ser considerado una dimensión donde nuestra
conciencia colectiva existe?
Los pensamientos existen en otras dimensiones físicas
Bernard Carr, docente de matemáticas y astronomía en la
Universidad de Queen Mary en Londres, dice que nuestra conciencia interactúa
con otra dimensión. Albert Einstein afirmó que había mínimo cuatro dimensiones.
La cuarta dimensión es el tiempo, o espacio-tiempo; Einstein dijo que el
espacio y el tiempo no se podrían separar.
Carr argumenta que nuestros sensores físicos solamente nos
muestran un universo tridimensional. Lo que existe en dimensiones más altas son
entidades que no podemos tocar con nuestros sensores físicos. Él dice que tales
entidades deben de tener algún tipo de espacio donde existen.
“Las únicas entidades no-físicas que conocemos del universo
son las mentales, y… la existencia de fenómenos paranormales nos sugiere que
las entidades mentales deben de existir en otra forma de espacio”, escribió
Carr.
¿Nuestros
pensamientos transcienden en el tiempo?
Dean Radin, PhD, ha hecho estudios que muestran que nuestros
pensamientos tal vez tengan efecto sobre la realidad física, pero no en el
presente o futuro como lo esperaríamos. Es posible que nuestros pensamientos
del futuro afecten la realidad de nuestro pasado, dice.
Radin es jefe científico en el Instituto de Ciencias
Noéticas, una organización sin ánimo de lucro fundada por el astronauta de
Apollo 14, Edgar Mitchell, y dedicado a la investigación de la conciencia.
Radin también trabaja en el departamento de psicología en la Universidad de
Princeton y con otros grupos de instituciones en el Valle de Silicón.
Él ha puesto a prueba la habilidad de la intención humana
para afectar la realidad física, usando un generador de números aleatorios
(RNG). Él no ha sido el único científico que ha usado el RNG para ver la
interacción entre mente y materia, pero su enfoque es original, ya que muestra
cómo las intenciones a futuro afectan el pasado.
La mayoría de los exámenes de RNG se enfocan sobre avances
en el tiempo, el modelo estándar de causa-efecto. Una persona tiene la
intención y se espera que afecte el resultado final o que genere un número.
Radin abrió su experimento a la posibilidad de que
intenciones a futuro pueden afectar resultados pasados y encontró que “los
resultados observados podrían ser mejor modelados como un proceso que corre
hacia atrás en el tiempo desde una meta del futuro en vez de un proceso más
complejo que es el avance por el tiempo tratando de llegar al objetivo”, según
su estudio publicado en la Revista de Exploración Científica en 2006.
“Algunas formas de MMI (interacción de mente y materia)
aparentes pueden involucrar procesos que son más consistentes con el retro
causal de “jalones” del pasado que con los “empujes” del presente”.
Campos enormes entre
partículas
El profesor emérito, William A. Tiller de la Universidad de
Stanford propone que nuestros pensamientos tienen un efecto físico sobre “un
nuevo nivel de sustancia… que parece funcionar como una aspiradora física” (el
espacio vacío entre las partículas eléctricas fundamentales que componen
nuestros átomos eléctricos y moléculas normales).
Tiller dice que ha sido capaz de medir esta sustancia
invisible hasta ahora, pero sólo cuando interactúa con sustancias que nosotros
usualmente medimos. Esta interacción parece ocurrir cuando es estimulado por la
intención humana, sugiriendo que nuestros pensamientos existen físicamente en
esta dimensión.
Fuente: Infomistico
domingo, 13 de julio de 2014
QUIERO SER FELIZ
“Cuando sea mayor, quiero ser Feliz”. (Nicolás 6 años)
Felicidad, más de 33 millones de resultados en Google. Posiblemente el deseo más compartido por los individuos de diferentes tierras, etnias y tiempos.
Ya Aristóteles nos decía que “la búsqueda de la Felicidad es algo natural en el ser humano, y supone el fin máximo, el bien más preciado, la meta más alta, el fin de todos los fines.”
Pero, ¿en qué consiste la Felicidad? ¿Cómo se llega a ser Feliz? ¿La Felicidad es una meta o se encuentra en el hecho de recorrer el camino?
Si entendemos la Felicidad en términos absolutos, se tiene o no se tiene, continuamente nos plantearemos objetivos que permitan “dar el salto” a esa Felicidad. Nos orientamos hacia el futuro y no disfrutamos el presente, nos identificamos en la frase “seré feliz cuando…” Posponemos la Felicidad.
Sin embargo cuando entendemos la Felicidad como un continuo, como una escalera infinita que no tiene principio ni fin y en la que unas veces nos encontramos más altos y otras más bajos, somos conscientes de vivir el presente, no posponemos la Felicidad, asumimos que unas veces tenemos más Felicidad y otras menos y su búsqueda se prolonga durante toda la vida.
La Felicidad no es un resultado, es una actitud. Se trata de vivir conscientemente el presente, disfrutando, saboreando las cosas cotidianas y aceptando lo inevitable.
Se trata de llenar nuestra vida de emociones positivas que nos generen placer, de tener una vida significativa, sentir que seguimos un camino que nos lleva a un lugar deseado que coincide con nuestros valores y expectativas futuras, de llenar nuestra vida de actividades de flujo, aquellas con las que nos sentimos totalmente involucrados y nos producen gran gratificación, actividades relacionadas con la puesta en marcha de nuestras fortalezas, de alcanzar nuestros logros manejándonos en la excelencia y no en la exigencia y de tener relaciones positivas rodearnos de “personas corcho” capaces de tirar de nosotros y hacernos flotar, comportándonos nosotros mismos, como el corcho.
Se trata de aprender a gestionar las emociones negativas como la ira, la envidia, la insatisfacción continua que nos hacen tan infelices y ser conscientes de que tenemos el control sobre ellas.
Se trata de poner en marcha fortalezas como la gratitud, la perseverancia, la humildad, el esfuerzo, el optimismo, la paciencia…
Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?
Itziar López
Telf. 626 413 432
“Cuando sea mayor, quiero ser Feliz”. (Nicolás 6 años)
Felicidad, más de 33 millones de resultados en Google. Posiblemente el deseo más compartido por los individuos de diferentes tierras, etnias y tiempos.
Ya Aristóteles nos decía que “la búsqueda de la Felicidad es algo natural en el ser humano, y supone el fin máximo, el bien más preciado, la meta más alta, el fin de todos los fines.”
Pero, ¿en qué consiste la Felicidad? ¿Cómo se llega a ser Feliz? ¿La Felicidad es una meta o se encuentra en el hecho de recorrer el camino?
Si entendemos la Felicidad en términos absolutos, se tiene o no se tiene, continuamente nos plantearemos objetivos que permitan “dar el salto” a esa Felicidad. Nos orientamos hacia el futuro y no disfrutamos el presente, nos identificamos en la frase “seré feliz cuando…” Posponemos la Felicidad.
Sin embargo cuando entendemos la Felicidad como un continuo, como una escalera infinita que no tiene principio ni fin y en la que unas veces nos encontramos más altos y otras más bajos, somos conscientes de vivir el presente, no posponemos la Felicidad, asumimos que unas veces tenemos más Felicidad y otras menos y su búsqueda se prolonga durante toda la vida.
La Felicidad no es un resultado, es una actitud. Se trata de vivir conscientemente el presente, disfrutando, saboreando las cosas cotidianas y aceptando lo inevitable.
Se trata de llenar nuestra vida de emociones positivas que nos generen placer, de tener una vida significativa, sentir que seguimos un camino que nos lleva a un lugar deseado que coincide con nuestros valores y expectativas futuras, de llenar nuestra vida de actividades de flujo, aquellas con las que nos sentimos totalmente involucrados y nos producen gran gratificación, actividades relacionadas con la puesta en marcha de nuestras fortalezas, de alcanzar nuestros logros manejándonos en la excelencia y no en la exigencia y de tener relaciones positivas rodearnos de “personas corcho” capaces de tirar de nosotros y hacernos flotar, comportándonos nosotros mismos, como el corcho.
Se trata de aprender a gestionar las emociones negativas como la ira, la envidia, la insatisfacción continua que nos hacen tan infelices y ser conscientes de que tenemos el control sobre ellas.
Se trata de poner en marcha fortalezas como la gratitud, la perseverancia, la humildad, el esfuerzo, el optimismo, la paciencia…
Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?
Itziar López
Telf. 626 413 432
jueves, 10 de julio de 2014
BIOCUÁNTICA:
CUANDO NO SOMOS LAS APARIENCIAS
Cada día
atiendo a niños y adultos de muy diversa condición, y –desde hace unos 30 años-
compruebo lo mismo: engañar al cuerpo es imposible.
Usted y yo
podemos en muchos campos de la actividad humana camuflar la verdad: en los
negocios, en la política, en la religión, en las relaciones sociales o
familiares etc. Incluso en todo esto hemos llegado a convencernos de que
camuflar la verdad tiene sus ventajas. ¿Quién va a darse cuenta de que hemos
mentido? Hemos construido una estructura de relaciones personales y
socio-profesionales que se basan en que el otro no sepa la verdad de mí. Si el
otro sabe de mí, me ve lo que tengo y lo que soy, no podré conseguir de él lo que busco: vivir
como quiero.
Cuando
escribí el libro “CUERPO CUÁNTICO Y SALUD EVOLUTIVA”, investigué en las
culturas de la antigüedad cuáles eran para ellas las bases en las que se
asienta la salud. Hallé que hace unos 6000 años, en Mesopotamia, había un
sistema de preguntas por las que el médico diagnosticaba el origen del mal: ”¿Has
enemistado al padre contra el hijo o al hijo contra el padre? ¿Has mentido?
¿Has engañado al prójimo pesando en la balanza?” Lo interesante es que estos mesopotámicos
inventaron el alfabeto y la escritura. Todo esto lo sabemos por el famoso
Código de Hammurabi en el que aparece por vez primera la palabra “médico”, así
como restos de un saber de ciencia ficción para casi todos los pueblos del
mundo de su tiempo.
Me surge una
pregunta: ¿Somos más inteligentes al idolatrar el engaño como camino al éxito?
¿Tenemos más seguridad al entregarnos al camuflaje despiadadamente –unos con
otros- para, por la imagen, obtener más?
Si los
mesopotámicos eran tan inteligentes ¿Por qué no preguntaban primero, “¿Hace
mucho que sufre de eso que me cuenta? ¿Ha tenido molestias en su lengua o en su
dentadura los últimos días? Lo que hoy equivaldría, en cierta forma a: ¿Sabe
cuánto colesterol o ácido úrico tiene usted?” Si descubrieron la escritura en
la época en la que la mayoría aprendíamos a manejar la lanza, ¿Por qué ponían
en primer lugar la transparencia con los otros como la piedra angular de la
salud? En nuestro interior, usted y yo sabemos el por qué… ¡Aunque nos lo callemos¡
Usted y yo
conocemos a más de uno que toma pastillas para el insomnio, es decir, para
olvidar los malos ratos y las discusiones que tiene con otros durante el día, y así conciliar el sueño. También conocemos a quien padece de migrañas
–u otros malestares- porque no se atreve
a decirle a su mujer o marido un poco de lo que siente. ¿A cuántos tratamos de
variedad de dolores cuyo origen –pasados unos meses nos confiesan- se deben a
mostrarse con otros como no son?
Parece que
los mesopotámicos comprendieron la importancia de las relaciones como medio
para lograr una sociedad segura y sana.
Marcel Vega
www.marcelvega.com
Suscribirse a:
Entradas (Atom)