"Y justo cuando la Oruga pensó que era su final, se transformó en Mariposa"
Bienvenido Welcome Herzlich willkommen
martes, 4 de marzo de 2014
LA SABIDURÍA COMO ACTITUD
La sabiduría tiene tres aspectos. En primer lugar es una
manera de conocer, o habilidad cognitiva. En segundo, es una forma especial de
actuar que es socialmente deseable, o una virtud. Y finalmente, es un bien
personal, porque su práctica lleva al bienestar y al disfrute internos.
Los especialistas que carecen de sabiduría pueden actuar
siguiendo su conocimiento, pero sus actos estarán presumiblemente sesgados a
causa de su perspectiva limitada. Los actos de una persona sabia probablemente
serán más armoniosos; en lugar de estar basados en una visión estrecha, están
dirigidos a una comprensión más amplia del bien común. En ese sentido, la
sabiduría es directamente proporcional al tamaño del grupo cuyo bienestar tiene
en cuenta.
El tercer aspecto de la sabiduría es que, dicho brevemente,
sienta bien. Los antiguos griegos no fueron los únicos en creer, como Sófocles,
que “la sabiduría es la parte suprema de la felicidad”. Dos mil años después
Montaigne escribiría: “La señal más manifiesta de la sabiduría es una alegría
continua”. En toda cultura se ha considerado al sabio como alguien que está en
la envidiable posición de ser serenamente feliz. Cuando alguien invierte su
energía psíquica en las metas más universales y, en vez de afanarse en busca de
su beneficio personal, apunta a una armonía más amplia, puede incluir objetivos
más allá del marco limitado y mortal del cuerpo y es menos vulnerable a la
desgracia.
El sabio disfruta de formar parte de las poderosas fuerzas
que soplan a través del universo y que se manifiestan temporalmente en la
realidad que conocemos, en el cuerpo que poseemos durante unos pocos años.
Siendo consciente de que el Yo es una ilusión, aprende a no tomárselo demasiado
en serio. Disfruta de estar vivo, pero percibe que la vida es más que la
pequeña parte que nos es revelada y a la que la mayoría de seres se aferra con
desesperación. La fluidez es la condición usual de su existencia; y no es
extraño que el resto de la humanidad envidie su felicidad.
Mihaly Csikszentmihalyi, texto extraído de su libro “El Yo
evolutivo”
lunes, 3 de marzo de 2014
AYUNO PARA RESISTIR LA QUIMIOTERAPIA
Realizar ayuno durante unos días antes del tratamiento puede
reducir los efectos secundarios incómodos y peligrosos de la quimioterapia
contra el cáncer, según Walter Longo, de la Universidad del Sur de California (Estados
Unidos). Los experimentos realizados con ratones demostraron que las células
sanas que carecían de nutrientes resistían mejor que las bien alimentadas y que
las cancerosas a la acción de la quimioterapia.
En teoría, esto abre la puerta a nuevos enfoques
terapéuticos que permitirán utilizar
dosis mayores de quimioterapia. Longo y sus colegas indicaron que los
animales alimentados con dietas bajas en calorías viven en general más, en
parte porque sus células pueden resistir mejor el estrés. También observaron
que las células en ayunas pasan a una especie de modo de hibernación, mientras que las células
cancerosas forman tumores porque carecen de esa posición de “apagado” y crecen
descontroladamente. Se recomienda a los pacientes que no tomen la decisión de
ayunar por su cuenta y que consulten esta posibilidad con sus médicos.
Revista Cuerpo Mente
domingo, 2 de marzo de 2014
AUTOCONOCIMIENTO
Un niño de la India fue enviado a estudiar a un colegio de
otro país. Transcurrieron algunas semanas y un día el jovencito se enteró de
que en el colegio había otro niño indio y se sintió feliz. Indagó sobre ese
niño y supo que era del mismo pueblo que él y experimentó una gran alegría. Más
adelante le llegaron noticias de que el niño tenía su misma edad lo cual le
produjo una enorme satisfacción. Pasaron unas semanas más y comprobó finalmente
que le niño era como él y tenía su mismo nombre. Entonces, a decir verdad, su
felicidad fue inconmensurable.
El autoconocimiento se
torna autorrealización. Conocerse es también ser y serse. A través de la auto
observación y la auto vigilancia, uno va desenmascarándose y liberándose de
falsos ropajes y vestimentas para encontrar el propio centro. No hay dicha
mayor que conocer la propia naturaleza real, que es como desplazarse de la
periferia al punto de origen, de la burda máscara de la personalidad a la
resplandeciente esencia. El trayecto está sembrado de dificultades, porque hay
que atravesar el terreno sombrío de caos y confusión que hay en nuestra psiquis
y cuyos velos ocultan el resplandor del ser.
Ramiro Calle, de su libro “Los Mejores Cuentos Espirituales
de Oriente"
viernes, 28 de febrero de 2014
LA TERAPIA DE EXPOSICIÓN A LA SAL
Los habitantes del Himalaya comprobaron que en las cuevas de sal se
experimentaba una paz saludable, un fenómeno convertido hoy en terapia
Los solariums son
habitaciones construidas con bloques de sal que reproducen el microclima
existente en las cuevas de sal del Himalaya. Prestigiosos terapeutas
bioenergéticos aseguran que los solariums
inciden positivamente sobre nuestra salud física y mental. En su interior nos
invade una enorme sensación de bienestar. Svante August Arrhenius, premio Nobel
de Química, descubrió que las moléculas del aire contienen pequeñas cargas
eléctricas, que son positivas y negativas. Estas moléculas son los iones y,
dependiendo de su carga, actúan positiva o negativamente sobre el ser humano.
La sal, debido a la composición de sus cristales –sodio,
cloro, yodo y oligoelementos-, es una fuente de iones negativos. Y está
demostrado científicamente que los iones negativos duplican el efecto de la
reserpina, tranquilizante natural del cerebro.
ARMONÍA NATURAL
Un ambiente cargado de iones negativos despeja la mente,
facilita la relajación, regula la tensión arterial, rejuvenece e, incluso,
estimula la actividad sexual. Entre los elementos que contribuyen a cargar
negativamente los iones están las plantas, el agua en movimiento y la sal. Por
ello nos sentimos bien en el bosque, la montaña, cerca del mar o un río,
después de la lluvia o en una cueva de sal.
Maripi Gadet autora de “Secretos de belleza natural”
(Grijalbo)
jueves, 27 de febrero de 2014
EL MOTOR DE LOS DESEOS
Tener inquietudes e ilusiones en la vida eleva el optimismo y la
esperanza. Marcarse pequeñas metas puede convertirse en una buena autoterapia.
Hacer una lista con los deseos o planes pendientes puede
ayudarnos a mejorar nuestra satisfacción vital. A esta conclusión ha llegado la
Psicología positiva a través de diferentes investigaciones, como la del doctor
Michael B. Frisch, de la Universidad de Baylo (EE.UU.).
Según explica el doctor Frisch en su libro “Terapia de la
calidad de vida”, cada persona tiene una serie de áreas vitales en las que es
posible marcarse unos objetivos. Y por el sólo hecho de sacar estas metas a la
luz, aumenta el optimismo, la esperanza y la energía, y mejoran las respuestas
fisiológicas como la calidad del sueño o los niveles de tensión muscular o
presión arterial.
Con o sin ayuda de un terapeuta, podemos llevar a cabo esta
técnica en una serie de áreas vitales: trabajo, pareja, familia, ocio,
educación, vida espiritual, salud (alimentación y deporte) y servicios a la
sociedad.
Una vez que las hemos concretado, escribimos que deseamos
que ocurra en cada una de ellas. Por último, se trata de elaborar un ranking de los aspectos más
determinantes para nuestra vida –o de aquello que más nos apetezca hacer-.
Muchos autores aconsejan colocar después esa lista de deseos en algún lugar
visible de la casa.
CÉLEBRES SOÑADORES
El doctor Frisch se ha fijado en la biografía de diferentes
personalidades y ha concluido que suelen realizar mentalmente esta lista de deseos. También cita al Dalai Lama, líder espiritual
budista que en sus “Instrucciones para la
vida en el nuevo milenio”, recomienda “tener en cuenta que el gran amor y
los grandes logros implican grandes riesgos” o “una vez al año ir a algún lugar
soñado en el que no hayamos estado nunca antes”.
Revista MENTE SANA
Suscribirse a:
Entradas (Atom)